Y aún seguía sin creer que fuera cierto, porque al estar con él. Todo era como un sueño:
Por segunda vez, se reprodujo el disco en mi estéreo. "Dark and Wild" se había vuelto uno de mis favoritos. YoonGi se había tomado la molestia de mandármelo hace unas semanas.
"Yo tengo una caja repleta. No me cuesta nada, en verdad"
Me había dicho cuándo hablábamos por Skype. Y esa misma aplicación era la que hace apenas unos pocos minutos había comenzado a sonar. Dejé de correr al detener la caminadora, y detuve la música al caminar hacia la mesa de la sala. Miré con el ceño fruncido el usuario de YoonGi.
Eran las ocho de la mañana ¿Qué hora sería allá? De igual modo contesté mientras me secaba el sudor de la frente. De forma automática se activaron ambas cámaras. Me helé. Y solo escuché las voces que me habían interrumpido en pleno conteo mental, haciendo una especie de interferencia, provocándome al acto, una laguna mental.-¿Ya nos puede escuchar?
-Sí eso creo...
-¡Hola!- se escuchó fuerte y emocionado.
-Ya la vieron ¿me puedo ir?
Habló YoonGi a los otros dos chicos.
-No, no puedes. Calla- dijo uno de ellos.
YoonGi bufó.
-Esto es embarazoso.
-¿Oh? Mira su cara. Está muy perdida.
-¿Qué?
-Sí, quizá no nos escuche JiMin.
-Claro que nos escucha Kook, quizá solo pretende que no lo hace.
-¿Y por qué haría eso?
El rostro del castaño JiMin se endureció un poco.
-¿Debería colgar y volver a marcar?
-Los escucho.- hablé cuando pude razonar qué sucedía.
-¡Hola!
Me saludaron de nuevo ambos chicos sonrientes.
-Hola.- respondí aún, algo cohibida.
-Queríamos conocerte.- habló JungKook.
-Sí, YoonGi se la ha pasado hablando de una tal Mitchel desde que regresamos, y apenas hace unos días nos enteramos que mantenían el contacto.- rio JiMin
-Queríamos verte.
-Me quiero morir- murmuró YoonGi en tono grave, provocándome una sonrisa. Que él de inmediato correspondió.
-No teníamos tanta urgencia, porque bueno, cada quien puede tener amigos- siguió- pero se ha comportado raro estos días.
-No es así- se excusó YoonGi- solo he estado estresado por lo del nuevo...-La cámara hizo un rápido movimiento a él, por lo que ahora, solo nos podíamos ver ambos.- Tu cabello- hizo un gesto- ¿estabas haciendo ejercicio? Se ve lindo atado.
Sonreí complacida por su alago. Y las risas de los otros dos, no se hicieron esperar. La cámara se alejó.
-Ha estado llorando en el baño- comentó JungKook
-¿Ah si?- inquirí.
-Sí, claro- la voz grave de YoonGi hizo eco- Como si yo fuera la clase de persona que hace eso.
-Te extraña.
Lo acusó el menor de los tres.
-Y ha dicho cosas... Extraño a Mitchel. Quiero casarme con Mitchel.
Reí
-Yo no dije esas cosas- repeló YoonGi.
-¿Entonces qué dijiste?
-Que quería salir con Mitchel.
Nuestras miradas se conectaron y mis ojos de forma involuntaria brillaron. Una sensación rara albergó mi estómago, segundos después. Yo también quería salir con él.
-Ahora.- se levantó de la silla.- Es suficiente. Es tarde, y ella está ocupada.
-Adiós Mitchel- dijo JungKook
-Sí, Adiós.- lo secundó JiMin antes de darle el teléfono a YoonGi.
-Adiós.
Sonreí.
-Adiós YoonGi. Que pases linda noche.
-Y tú un excelente día.
-Te quiero.
-Yo también te quiero.Era duro mantener lo que ambos habíamos estado haciendo. No éramos una relación, simplemente... No podíamos arriesgarnos. Hablábamos y expresábamos nuestro sentir por medio de mensajes y llamadas. Pero hasta ahí. Aun así, era agradable saber que él sentía lo mismo que yo, por medio de otras personas. De un salto me levanté del sofá para regresar nuevamente a la caminadora.
(...)
Me acosté estiré en mi cama, removiendo así, junto a las cobijas, todos los libros y mi carpeta dónde hacía mi tarea. Jamás me había acostumbrado a hacer mis deberes en el escritorio que tenía justo alado. Y así, como si nada, Taylor Momsen se vio interrumpida por el sonido de llamada entrante de Skype.
Era YoonGi.
Contesté.-¡Hola!
Me dijo cuándo la cámara terminó de cargar.
-Hola- respondí igualmente alegre. Hoy se veía muy guapo. Quizá iba a salir.
-¿Y qué hacías?
-Cosas de la universidad.
-Sí, claro. Lo olvidaba.- rio- Biotec... ¿qué?
-Biotecnología Genómica.
Le respondí riendo. Le había repetido el nombre más de diez veces.
-Vaya que te encantan las cosas difíciles ¿no?
Reímos.
-¿Y lo has estado haciendo bien?
-Sí, eso creo. He mantenido mi promedio de nueve. No tan mal, no tan bien. Solo... lo normal.
-No te exijas demasiado.
-No lo hago- le aseguré con una sonrisa.
-Te he extrañado mucho.
Mi sonrisa se mantuvo, pero ahora era algo triste.
-Yo también te he extrañado mucho.
-Solo espero verte pronto.
-Yo también espero que lo hagas.
-Ha sido cansado.
-¿Por qué?
-Siempre es cansado, a decir verdad- rio- Pero ahora con el nuevo disco, es todo un...
-Problema.
-Estrés- me corrigió.
-¿te sientes mal con eso?
-Bueno, amo mi trabajo, y no todo es bueno. Estas son las cosas malas, y solo me estreso porque es la costumbre. Casi todo está terminado, pero aún me sigue pareciendo angustiante que mis composiciones aparezcan en el álbum.
-Son buenas, lo merecen.
-No las has escuchado.
-Sé que lo son. Las hiciste tú.
Reímos.
-Gracias por subirme el ego.
-De nada.
Suspiró después de unos segundos.
-Es más cansado porque no te tengo aquí.
Mi pecho se contrajo.
-Para mí también es difícil.
-No dejo de pensar en ti, solo quiero estar ahí, contigo. Pero bueno, solo una cosa me mantiene positivo.
-¿Y eso qué es?
-No es oficial, porque no se ha confirmado nada, pero... El manager me ha dicho que quizá y se abra alguna fecha en México para el próximo tour.
Una enorme sonrisa se puso en mi cara.
-No es oficial.- me repitió. Pero sonrió junto conmigo- Así que, no nos emocionemos mucho ¿vale?
-Bien, bien.
Pero aun así, estaba feliz, y no podía evitarlo. Me hacía hecho la noche, o bueno, la semana, el mes. Estaba muy emocionada por esa noticia. Y por su sonrisa, sé que él lo notó.
-Intentaré que se haga realidad. Pero por favor, no digas nada de esto.
-Ni lo menciones.
-Tienes que ser paciente
-Lo soy.
-Porque yo no lo soy, y uno de nosotros debe serlo.
Reímos. Y poco después, un ruido se hizo presente. Una puerta se abrió. YoonGi quitó el sonido de su lado, y yo solo me mordía el labio impaciente. Viendo como hablaba y asentía. Volvió el sonido.
-Me tengo que ir.
Suspiré.
-Bien.
-Ten una linda noche.
-Y tu una excelente mañana.
Sonreímos.
-Te quiero.
-Yo también.