EL BOSQUE ESTABA oscuro, seis vampiros estaban parados escuchando atentamente su alrededor. La pequeña Alice sabía que las dos aparecerían en ese momento.
— ¿Estás segura que la viste aquí?
— Ya casi llegan —masculló la vampiresa.
— ¿Llegan? —preguntó Emmett, más Jasper lo hizo callar con un movimiento de mano.
— ¡A tu izquierda!
Los seis vampiros comenzaron la persecución contra la pelirroja de nombre Victoría. Emmett era el más adelantado seguido de Jasper, un segundo después dos personas más se unieron. Corrían tan rápido como un vampiro, la chica de la capucha corrió a la misma intensidad que Emmett y el hijo de la luna le seguía el paso al empático.
Emmett saltó intentado atrapar a la pelirroja pero está de una maniobra lo tiró lejos. Un halo de luz verde impidió que chocará contra el árbol. El vampiro enojado se levantó y continuo. Victoria saltó el río, ingresando al territorio de los lobos. Los Cullen se detuvieron al igual que los dos chicos.
— ¡Se escapara! —exclamo el hijo de la luna.
Todos volvieron a retomar la persecución—, ¡No lo hará! —grito Jasper enojado.
Sin duda la peliroja era ágil y veloz. Volvió a saltar al territorio del clan Cullen, Emmett y la encapuchada eran quien llevaban la delantera. Un halo de luz verde salio de sus manos e intento detenerla pero la de cabellos rojos volvió a saltar al territorio de los quileute. La chica de un gruñido saco su capucha y salto al mismo tiempo que su compañero vampiro.
— ¡Emmett! ¡No!
— ¡Athena detente!
Ya era tarde los dos habían aterrizado en el territorio de los lobos. Athena sabía que tenía una oportunidad alzo sus manos y vio como por un segundo la peliroja se detenía. Si no hubiera sido porque un enorme lobo los empujó al agua, la habrían atrapado.
— ¡Estúpido chucho! —grito enojada, aunque a la vez estaba asombrada, siempre quiso ver a un metamorfo. Emmett le gruño con el mismo enfado—, ¡Ya la tenía!
El lobo enseño sus grandes colmillos, por detrás de el salieron unos cuantos más acompañados por un gigantesco lobo negro. Sam Uley miro con atención los movimientos de la chica de cabellos verdes, sabía que por su olor no era un vampiro pero tampoco era una humana. Tuvo una gran necesidad de ver sus ojos y no sabía el motivo.
