EL HUMO DEL CIGARRO se mezclo con el viendo helado, las hojas de los árboles seguían cayendo, repitiendo la misma secuencia una y otra vez. El invierno estaba cerca y se podía notar al pasar de los días, Forks era el uno de los pueblos más fríos que le había tocado visitar y ahora entendía porque a los Cullen les gustaba tanto ese lugar.
— Creí que lo habías dejado —la voz de Lorcan la sobresaltó, no lo había oído entrar.
— Lo hice pero me apetecía uno.
El silencio en la casa era notable. Todo el clan Cullen se había ido muy temprano a su escuela, hoy era su graduación y aunque la invitación de los chicos fue amable, los Blair decidieron no asistir. Esta noche sería la fiesta, Alice tenía todo preparado y las palabras que dijo antes de partir fueron «cuiden mi decoración»
— ¿Que te apetece comer? —pregunto la mutante.
— Esme dejo nuestro almuerzo listo, nos lo dijo esta mañana ¿No escuchaste? —bufo—. Últimamente estás muy distraída.
El sentimiento de vacío había vuelto a su pecho la misma noche anterior cuando cruzo el límite de la reserva, está desconectada sobre aquello y Sam no le había dicho nada sobre que se trataba aquel sentimiento. Negó con la cabeza tratando de alejar pensamientos malos ya que el quileute le había asegurado de que no era algo malo.
— No es nada Lord —aseguro mientras apagaba el cigarro—. ¿Que tal si comemos?
Lorcan movió su cabeza en modo afirmativo para que luego los dos Blair entrarán a la cocina. El silencio estaba siendo muy pesado para Athena, con su mano alzada encendió la radio que estaba en el salón y girando la muñeca un poco cambio la emisora; junto al ritmo de «Dancing Queen» la mutante comenzó a acomodar los cubiertos en la mesa. Lorcan tarareaba la canción con alegría y Athena la cantaba, ambos se sintieron en los viejos tiempos, cuando el chico aún era joven.
— You're a teaser, you turn them on Leave them burning and then you're gone, looking out for another, anyone will do, you're in the mood for a dance —Athena llevo una cuchara a su boca simulando un micrófono mientras apuntaba a su hermano con un dedo para que siguiera la melodía. Él la miro sonriente negando con la cabeza pero al segundo después tomo un tenedor.
— And when you get the chance, you are the dancing queen, Young and sweet only seventeen, dancing queen. Feel the beat from the tambourine, oh yeah —Lorcan hizo una pose demasiado graciosa logrando sacar una carcajada a Athena. Era maravilloso que una simple canción alegrará los corazones de ambos chicos—. You can dance, you can jive, having the time of your life, see that girl, watch that scene, dig in the dancing queen, dig in the dancing queen —los dos al unísono terminaron la canción dejando un alegre sentimiento en el aire, Athena ya no sentía tan abrumador ese vacío y Lorcan estaba feliz de ver a su hermana sonreír.
