LA PRESIÓN EN EL AMBIENTE era evidente. Los Cullen preparaban las últimas cosas antes de ir al campo de batalla, Alice les había contado el plan que había ideado Edward y aunque no le terminaba de agradar porque la humana tenía algo que ver, debía admitir que era bueno.
— ¿Planeas llevar eso? —la pregunta de su hermano la saco de sus pensamientos.
Observo la daga afilada que reposaban en su mano izquierda, era imposible matar a un vampiro con eso. En su otra mano reposaba una antigua foto en dónde salía su querida madre, era pequeña de blanco y negro. Sonrió de lado antes de guardar la daga y la foto en un bonito cofre.
— Sabes que esto no les haría ni cosquillas —musito sentándose en la cama.
— Puedo oler tu preocupación.
— Mantente cerca de mí en la pelea por favor —alzo sus ojos avellanas para mirar a los marrones de su hermano. Confiaba en sus habilidades, en los Cullen y el la manada de Sam. Aun así no podía dejar de preocuparse por la mínima posibilidad de perder a alguien.
— Nea, estaré contigo —prometió—. Yo igual estoy preocupado —pero parecía que la preocupación de Lord no era por la batalla contra los neófitos y Athena lo sabía. Él nunca se había transformado delante de tanta gente. Lorcan temía al rechazo tanto como a la luna llena.
— No tienes que porque estarlo —coloco una mano en su fornido brazo—. Recuerda que nunca...
— Hay que avergonzarnos de lo que somos —termino la frase por ella—. ¿Crees que a Leah le guste mi bestia?
— Por cómo te miraba en la playa, creo que le gustarías hasta vestido de mujer —con un dedo pico las costillas de Lorcan haciendo que este diera un respingo gracioso—. Aparte ella se convierte en perro, no veo porque empezar a comparar naturalezas —bromeo recibiendo un empujó amistoso.
— Yo creo que a Sam le gustas.
Ante esas simples palabras Athena sintió como las mariposas volaron en su estómago, está vez fue ella la que empujó a Lorcan—. No digas eso.
— Vamos Nea, hasta un ciego se daría cuenta de que a ese chico le brillan los ojos por ti —se sentó en la cama sin quitar la vista de su hermana—. ¿Qué me dices tú? Puedo ver una entraña conexión entre ustedes dos.
— Yo también siento una conexión —murmuro desviando la mirada, solo esperaba que la pelea terminara bien y que Sam por fin le contará su secreto.
— Quiero quedarme aquí —las palabras de Lorcan la tomó por sorpresa, ella no había pensado en que hacer después de que batallarán con los neófitos, siendo sincera consigo misma tampoco tenía ganas de irse de Forks—. Le pregunté a Carlisle si podíamos quedarnos una temporada y el no puso problema, es más dijo que nos quedaremos el tiempo que nosotros quisiéramos.
