Alfas [BTS x HoSeok]

5. Nueva Vida

HoSeok sonreía, mirando el pastel de chocolate frente a el. Todas las personas a las que amaba se encontraban cerca de él, celebrando su cumpleaños número 15.

El trío cantaba alegre, NamJoon sólo aplaudía con una sonrisa y YoonGi abrazaba su cintura. Al terminar la alegre canción, soplo sus velitas. Su madre y padre aplaudían, y acariciaban sus cabellos, todos felicitándolo por ser un omega grande.

La atmósfera cambió bruscamente, todo tornándose frío y obscuro. Seis alfas lo rodeaban, mirándolo con odio y asco. Lejos, se escuchaban voces profundas y llenas de culpa.

— ¡Yo quería ser feliz, pero todo se arruinó por tu culpa!

— ¡Eres un omega usado!

Los alfas comenzaban a desgarrar su ropa y el pelirrojo solo lloraba asustado, abriendo su boca para pedir por ayuda, pero de ella solo salían sollozos.

"HoSeok....HoSeok....¡HoSeok!"

HoSeok abrió sus ojos asustado, tratando de calmar su respiración. Limpio la lágrimas que se escurrían de sus mejillas y contempló a los menores que le miraban asustados y preocupados.

— ¿Estas bien Hobi? — preguntó el rubio, limpiando el sudor de la frente de HoSeok con un paño húmedo.

— ¿Donde estamos? — preguntó, tallando sus ojos.

TaeHyung quito las cobijas que lo cubrían, mientras que JungKook acomodaba el cojín para que su mayor se sintiera a gusto. Todos aún estaban en la camioneta que la familia de HoSeok utilizaba para salir de viajes, pues la casa donde se hospedarían estaba lejos de la ciudad.

— Aún seguimos en la camioneta — respondió el castaño, acariciando la cabeza de HoSeok.

HoSeok quito las chamarras gruesas que el trío le había puesto, pues hacía frío cuando partieron de ahí, pero ahora moría de calor. Se acomodo, mirando por la ventana, ignorando a los tres alfas que le miraban con preocupación. HoSeok aún estaba triste y resentido con los alfas, pues el no deseaba esto.

El trío suspiro, JungKook regresando a su juego en tableta mientras JiMin tarareaba la canción en la radio y TaeHyung comía de la bolsa de papas fritas.

Jin iba al volante, pues era el único entre ellos que sabía conducir, NamJoon estaba callado como YoonGi, que se encontraba incómodo porque iban bastante apretados en el asiento trasero.

Al llegar, HoSeok fue el último en bajar, un ligero viento golpeando contra su cara, que lo hacía sentir un poco fresco.

Al entrar a la casa de verano, HoSeok se encerró inmediatamente en la habitación que compartía con su hermano NamJoon. Una cortina dividía la habitación, de un lado se encontraba una cama con cobijas verdes y algunos peluches y cojines de flores. En la pared había algunos posters de la banda favorita de HoSeok y algunas fotos de el junto con el pelimorado. Del otro lado se encontraba más ordenado, no había cosas que llamaran mucho la atención, una cama y un mueble donde estaba una lámpara de lava.

Normalmente cuando se iban de vacaciones y se hospedaban en aquella casa, la cortina siempre estaba abierta, pues no había razón para cerrarla, ellos tenían demasiada confianza. Pero ahora HoSeok ni siquiera quería pensar en su hermano, se sentía traicionado y dolido por lo que había hecho. Directamente se fue a su cama, cubriéndose con todas las cobijas, tratando de ignorar un poco todo lo que sucedía y poder dormir a gusto.

Y afuera del cuarto, se encontraba un incómodo silencio entre los seis alfas en la sala. Ninguno sabía que decir exactamente, no sabían lo que pasaría con él omega, no sabían lo que tenían que hacer, ellos se encontraban igual de tristes y frustrados que HoSeok.

— Yo digo que rompamos el lazo — rompió el silencio el mayor de todos.

El trío de alfas menores le miraron con confusión y evidente desaprobación en su idea. De milagro el omega no había muerto por las seis marcas, ¿Como era posible que pensara deshacerse de seis lazos que habían sido difícilmente aceptados por el débil y joven cuerpo del omega?

— ¡Como te atreves a decir eso! — JiMin se levantó de su lugar molesto — ¡Hobi apenas pudo con seis marcas!

— El está aún muy débil — defendió TaeHyung, levantándose del sillón, apoyando a su amigo.

— Nosotros tenemos la culpa y deberíamos afrontar las consecuencias — apoyo el último menor de los alfas, levantándose igualmente —, no podemos deshacernos de un lazo tan sencillamente.

El pelirrosado sólo los veía molesto, pues el omega en sí le había parecido atractivo desde el primer momento, pero no pensaba compartir un omega con cinco más, además, el era un alfa en una posición bastante importante y que un omega de clase media-baja llegara como si nada y se proclamará como su omega no le parecía bien.

YoonGi se mantenía callado, sereno y sumido en sus pensamientos. El aún se encontraba en shock, su cuerpo aún no reaccionaba y aceptaba que había marcado a un omega...que ahora pertenecía a cinco más.

Y NamJoon, el sólo se mantenía callado, con la vista fija al suelo, su mirada indescifrable y sus labios en una línea recta.

Entonces el silencio fue roto por la persona menos esperada.

— Deberíamos romper el lazo — susurro el pelimorado sin alzar la vista.

Todos le miraron sorprendidos, pues se esperaban todo de cualquier persona menos de el. NamJoon siempre protegía a Hobi a toda costa, sin importar lo que tuviera que hacer, sin importar si se veía muy sobre protector, su prioridad era HoSeok. Pero estaba claro que si los seis lazos eran rotos, el omega de HoSeok no aguantaría y probablemente el moriría.

Entonces ¿Por qué NamJoon apoyaba la moción de Jin si sabía muy bien que HoSeok podría sufrir o incluso morir? Si su obligación era proteger a su hermanito.

— ¿Que dices NamJoon? — el azabache le miró molesto —, ¿No estas escuchando? ¡HoSeok puede morir!

— Lo sé. Pero fue su culpa que lo marcáramos, fue su culpa no controlar su celo, fue su culpa no tener supresores, fue su culpa que...ellos estuvieran decepcionados de mi y fue su culpa, todo es su culpa y el arruinó la vida de todos los presentes — alzó la mirada —, entonces este es su castigo.

TaeHyung y Jimin tuvieron que agarrar a JungKook antes de que se lanzará a NamJoon. Sus palabras no le agradaban en lo absoluto, HoSeok no tenía la culpa de nada, ellos eran los culpables por no poder controlarse, ellos fueron los que abusaron del omega, ellos fueron quien lo marcaron.

Y en un pasillo, un chico de 16 años, pelirrojo, llamado Jung HoSeok, lloraba silenciosamente. Las palabras de su hermano le habían lastimado en lo más profundo de su corazón, sus palabras le habían llegado y pronto la culpa inundó sus pensamientos. El tenía la culpa de todo, el se merecía lo que estaba pasando y también se merecía la muerte.

HoSeok de verdad quería morir.