Cuando el amor llega

XVII Celos

Y ahí seguían las dos en silencio, sin atreverse a confesarse lo que sentían la una por la otra, viviendo una vida tranquila, por no decir feliz, aunque fuera a medias. Esa noche Valentina después de mucho pensarlo decidió hablar con Juliana de algo que venía pensando unas semanas atrás y de lo que ya no podía seguir huyendo.

Valentina: Juls, necesito pedirte algo.

Juliana: Sí, dime.

Valentina: Recuerdas que hace tiempo te comenté que mis amigas tenían ganas de conocerte y que lo había aplazado por todo lo que ha sucedido.

Juliana: Sí, lo recuerdo – le respondió sin desentender lo que estaba haciendo -.

Valentina: Quedé en salir con ellas hoy y estaba pensando... - se detuvo, los nervios estuvieron a punto de hacerla detenerse, pero se recompuso de inmediato - ¿quieres ir?

Juliana: ¿Hoy, y la bebé? – preguntó sorprendida y dejando lo que hacía para mirar de frente a su esposa - ¿dónde sería la reunión?

Valentina: Sí, hoy y por la bebé no te preocupes, puedo pedirle a Eva que se quede con ella y la cuide mientras estamos fuera; respecto a lo otro, espero que no te moleste, pero es un bar de ambiente.

Juliana: ¿Gay? ¿un bar gay? - dijo sintiéndose un poco intimidada -.

Valentina: Sí, un bar gay, pero no te preocupes - se acercó a ella y le acarició ligeramente el brazo - no nos demoraremos nada, solo quiero que ellas te conozcan, pero si te sientes incomoda en cualquier momento me lo dices y regresamos a casa inmediatamente.

Juliana: Y si alguien se me acerca con plan de conquistarme, ¿qué hago?

Valentina no pudo evitar sonreír ante la pregunta, - solo di que estas con tu esposa y ya - le dijo, intentando ocultar la sonrisa que le provocaba la preocupación de Juliana. La respuesta pareció tranquilizarla, son embargo justo antes de aceptar una duda acepto a Juliana – y... ¿hay alguna ex de la que deba preocuparme? - - Quizá - respondió Valentina intentando ser sincera y evitarle algún disgusto a su esposa - la verdad no sé, pero si llegará a ser el caso, te aseguro que no será nadie de importancia y que no dejaré que nos cause ningún problema, ¿entonces...me acompañas? - - Sí está bien - contestó Juliana sin darse cuenta de la sonrisa de emoción que se colocó en los labios de Valentina. - Salimos a las ocho entonces. -

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La verdad es que Juliana solo quería saber quién era la mujer de la cual Valentina estaba enamorada, solo iría al bar por la oportunidad de conocerla, así que comenzó a cambiarse para una nueva experiencia, conocer un bar de ambiente. La noche llegó y arribaron al bar en cuestión. Una vez entraron, Valentina empezó a buscar con la mirada a sus amigas, mientras tanto Juliana reconocía el sitio. Le pareció agradable, se encontraba absorta admirando el lugar cuando de repente notó que Valentina la tomaba de la mano, - allá están, vamos - le dijo mientras la conducía a la mesa. Juliana no podía sentirse insegura.

Valentina: Hola chicas, ¿cómo están?

Camila: Hola ingrata, nos tenías abandonadas

Valentina: Son unas exageradas

Sofía: A ver... ¿dónde está la mujer que te hizo sentar cabeza a ti, la más mujeriega de todo el mundo?

Valentina: Jajajajaja, me apenas - dijo mientras tomaba a Juliana de la cintura y la acercaba para presentarla - cariño ven, mira ellas son Camila y su novia Lauren, Andrea y Sofía. Chicas, ellas es mi esposa, Juliana.

Juliana: Mucho gusto a todas - dijo cortésmente saldando a cada una con un beso en la mejilla.

Lauren: Si que has metido un Homerun esta vez Valentina, tu esposa es realmente bonita.