CAPÍTULO 4

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                     Unos días después de mi última visita al médico, me dedique a tratar de cuidarme según sus indicaciones, cumplir con mis comidas a las horas correctas era básicamente lo único que necesitaba hacer.

Mientras intentaba concentrarme en mi trabajo, bajo las estrictas peticiones del cliente a quién realizaba los diseños solicitados, mi mejor amigo; Hanbin, entró en mi oficina despreocupadamente como siempre.

—¡Jinhwany! — Solté un brinco cuando lo escuché entrando sin llamar antes. — ¿Estás ocupado? — Cerré los ojos suspirando.

—Sí, tengo que entregar este boceto antes de las dos.

—Hwanie, pero casi son las dos.

—¡Exacto! — Lo sentí fruncir los labios antes de girarme nuevamente a la pantalla.

—Quería que fuéramos a comer juntos.

—Podemos hacerlo, sólo déjame enviar esto...

—¡Lo encontré! — En ese momento entró Chanwoo, quitando por completo el ambiente de paz; para mi suerte, estaba terminando con los bocetos y solamente tenía que redactar el correo y enviarlos.

—¿Qué encontraste? — Cuestionó Hanbin girándose hasta el chico, mientras yo continuaba concentrado en la pantalla de mi computadora.

—¡Al príncipe azul de Jinhwany, por supuesto! — Me giré rápidamente encontrándome con la cara sonriente del más alto, rodeé los ojos y me volví a la computadora.

—Está enviando unos bocetos. Ahora, explícate Jung. — Intervino el rubio antes que el menor me insultara por ignorarlo. — ¿Quién es el príncipe de Jinhwany?

—No hay ningún príncipe. — Murmuré aún sumergido en mi trabajo.

—El papá de su hijo, por supuesto.

Aquello llamó mi atención justo en el momento que terminaba de enviar el correo, girándome completamente hasta mis amigos sentados frente a mí, con el ceño evidentemente fruncido debido a las palabras del castaño; lo amenacé con la mirada.

—¿Hablas del adolescente? — Intervino Hanbin antes que pudiera hacerlo yo. —¿Cómo?

—Tengo mis métodos.

—Claro, si eso significa que te acostaste con alguien.

—¡Ja! ¡Por supuesto que no! ¡No soy tú! Jiwon oppa.

—¡Eso ha sido cosa del pasado!

—¡No pareció el día que lo llamamos!

—¿Pueden callarse? — Intervine una absurda pelea de la cual no quería ser testigo, tenía hambre, curiosidad sobre el chico que me había causado esto, y me encontraba estresado por el jodido trabajo. — ¿Cómo lo encontraste?

—¿Entonces si te interesa?

—Chanwoo.

—Bien, terminé. — Alzó las manos en señal de paz antes de continuar. — Llamé al hotel dónde fue la boda, pedí amablemente los registros de todas las personas que se hospedaron ese día.

—¿Y? ¿Te los dieron?

—Por supuesto que no. Protegen la privacidad de sus clientes y no sé qué cosas legales más. — Rodando los ojos a Hanbin antes de girarse hasta a mí, continuo. — Pero, soy una persona persistente.

—Molesta, quieres decir.

—Soy persuasivo y eficaz, Binnie. Deberías intentarlo con Jiwon oppa, tal vez deje a Jisoo por ti.

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