CAPÍTULO 7

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                   Justo en el momento en que el cambio en mi cuerpo comenzara a notarse mínimamente tendría arresto domiciliario. Había sido el veredicto de mi padre informado por mi madre la mañana siguiente. Y aunque posiblemente no había pensado en ello, era completamente lo más prudente por hacer, aunque odiara la idea de que mi padre interfiriera en el asunto, simplemente no quería ser un objeto de atención para la prensa. Estaba decidido unánimemente y no tenía más quejas.

Necesitaba comenzar a preparar todas las cosas en el trabajo, posiblemente no habría mucho problema, el doctor Hwang me daría un justificante médico y entonces, podría presentarlo en la empresa.

Pensar de sobremanera las decisiones que había tomado nunca había sido mi fuerte, prefería actuar y hacerles frente a las consecuencias sin pensarlo demasiado, sin embargo, durante los días consiguientes luego de hablar con mis padres todo lo que estaría por cambiar en mi vida durante los próximos meses me había golpeado fuertemente sin saber exactamente como. Ni siquiera estaba seguro de todo lo que estaba sucediendo, aún parecía todo tan irreal que cada que recordaba lo que estaba creciendo dentro de mí me parecía imposible, como si de un sueño se hubiera tratado todo lo que sucedió durante las semanas anteriores.

Todo dentro de mi cabeza daba vueltas provocándome la pérdida del apetito repentinamente, y de pronto una inmensa hambre me asaltaba, pero las arcadas que me despertaban cada mañana continuaban recordándome todo lo que estaba sucediendo y todo lo que pronto estaba por ocurrir. Y pese a que podría ser una decisión bastante precipitada, el solo recodar el rostro de mi padre, cada sentimiento de desprecio hacia mí me llenaba de coraje y me lograba mantener firme. Nuestra relación no era buena, ni un poco ciertamente, pero su manía por controlar cada paso que daba había rebasado por completo mi limite, y hacer algo que realmente comenzaba a sentir como correcto -aún pese sin su consentimiento-, no iba arruinarlo, estaba seguro que debía tener ese bebé, darlo en adopción y con ello aceptar la condición con la que había nacido. Y no, no estaba rechazándome como en principio, continuaba siendo extraño, imaginar un aparato reproductor dentro de mí y ahí mismo, formándose una nueva vida; era jodidamente extraño de pensar, más aún de decir en voz alta, pero continuaba siendo únicamente mío, y eso me hacía sentir en una extraña mezcla de orgullo y aflicción. Hacerlo por la ciencia me ayudaba en gran parte también, había pensado claramente en todas las personas que podrían pasar por lo mismo que yo en un futuro, o en un presente, si podía traer respuestas y resultados quería hacerlo, sentirme útil en todo este drama que había nacido dentro de mí.

Una nueva oportunidad de vida, ese era el mayor motivo por el cuál había decidido hacerlo. Estaba completamente seguro que esta experiencia cambiaria mi vida y mi manera de ver el mundo, era una oportunidad única que no quería dejar pasar, y realmente de cierta manera me emocionaba. Aún con todas las cosas un poco más claras dentro de mi cabeza, continuaba dando vueltas todo a mi alrededor, como si algo dentro no terminara de encajar.

Y pese a que había querido decirle a Hanbin y Chanwoo mi decisión, los días no habían sido precisamente los mejores para hacerlo, Hanbin continuaba un poco constipado por lo sucedido con Jiwon y aunque comenzaba a sospechar había omitido algo importante, lo dejaba pasar. Los días dentro de la empresa habían sido completamente estresante, el nuevo cliente se había encargado de mantenernos ocupados a todos, incluyendo a Hanbin y a mí, por lo que charlar de manera cómoda no había sido posible.

Definitivamente debía hacerlo antes de que terminara la semana, pero aún tenía un problema por resolver.

···

                    El jueves por la mañana lo había decidido, hablaría con Junhoe. No necesitaba continuar arrastrándolo conmigo dentro de este problema y sinceramente no lo necesitaba ahora, mi padre se haría cargo de los gastos totales del hospital, no necesitaba mantener al chico dentro de todo esto, probablemente tenía muchos problemas personales más. Y sí, ese era la jodida parte del rompecabezas que no encajaba.

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