CAPÍTULO 10

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                    El sábado al medido día, salí de mi casa en mi auto camino hasta la dirección dónde había quedado de verme con Junhoe. Luego de nuestro último encuentro en la recepción del edificio dónde trabajo, el chico había balbuceado demasiadas cosas que no terminaban de tener sentido para mí, sin embargo, una pequeña hinchazón en mi pecho me recordaba el gesto que había tenido regalándome el pequeño llavero. Y aunque no lograba comprender su insistencia en querer acercarse a mí y su preocupación sin sentido, me había parecido muy sorprendente todo lo que había hecho para pedir disculpas, mismas que siendo justos yo tenía parte de culpa.

El chico parecía sincero, cosa que me había generado un poco de confianza hacía él, y sin siquiera esperarlo me había invitado a salir para conocernos un poco más -según sus palabras-. Sabía que todo el asunto de la confianza era algo que se trabajaba a raíz del tiempo, y probablemente ni siquiera tendría porque estar haciendo esto, pero de nueva cuenta, parecía como si todas las decisiones que estaba tomando últimamente no pudieran evitarse. Había algo en él que continuaba dejándome intrigado, un cierto sentido que no podía pasar desapercibido para mí cuando el chico se encontraba a mi alrededor, como un misterio por resolver. Y jodidamente no tenía que ver con lo atractivo que era, es un jodido adolescente que no había terminado la licenciatura.

"Tal vez podríamos salir algún día-no quiero decir cercano, pero, probablemente si nos conociéramos mejor, tal vez-uh."

Y aquella voz tan torpe, tan jodidamente gruesa al hablar me generaban escalofríos, no podía conceder que este mismo chico hubiera sido el mismo con el que me había acostado cerca de cinco meses atrás. Y su petición me había dejado helado en un principio, pero ver todas las molestias que se había tomado hasta ese momento y el cómo su torpe intento de pedir perdón había resultado con él en la recepción de mi trabajo, no me había quedado opción más que aceptar hacerlo, por ambos, por mí. Necesitaba estar seguro de quién era este chico y qué tipo de problemas podría traerme en el futuro, solamente quería descartar aquello que Hanbin me había metido en la cabeza.

Bajándome del auto luego de aparcar frente aquella cafetería con un estilo contemporáneo –que Junhoe había mencionado tenía una gran variedad y era realmente muy buena, además se encontraba cerca de la Universidad Nacional de Seúl, misma dónde él tenía que atender algún asunto, pese a ser sábado-. Eran cerca de la una cuarenta de la tarde, Junhoe me había dicho que probablemente deberíamos vernos luego de la una treinta, y seguramente estaría hambriento, así que no esperaba encontrarlo dentro del lugar, y una vez que entré y examiné el sitio, lo encontré esperando con una bebida cerca de un pequeño jardín en la parte trasera del lugar. El chico alzó la mano llamando mi atención, negué lentamente antes de acércame hasta él.

—¡Hey! — Exclamó emocionado. — Viniste. — Se miraba asombrado, como si no creería que realmente fuera a hacerlo.

—¿Creíste que no lo haría? — Cuestioné tomando asiento frente a él frunciendo el ceño.

—No-yo, bueno, creí que probablemente tendrías algo más importante que hacer al final. — Solté un bufido antes de terminar de quitarme el abrigo y colgarlo detrás del asiento. El clima realmente se estaba volviendo más frío y ahora que una pequeña curva se podía apreciar en mi abdomen, prefería usar sudaderas amplias y abrigos para disimularlo, parecía como si la temporada estuviera en mi favor por esta vez.

—Junhoe, teníamos una cita, ¿verdad? — Mirándolo fijamente, el chico no desvía su mirada esta vez, sólo asiente antes de responder.

—Sí, supongo que sí. — El silencio se vuelve parte de la mesa por primera vez, la incomodidad puede sentirse fluir en el aire conforme los segundos transcurren y casi, casi estoy arrepintiéndome de venir hasta acá sólo para ver al adolescente frente a mí mirar en todas las direcciones. — Yo, lo siento, ordené esto antes que llegaras, sé que es descortés, pero, creí que tú no... bueno, ya sabes.

0.000001%Donde viven las historias. Descúbrelo ahora