– (Es genial sentirse tan tranquila en las últimas dos semanas de clases a pesar de que debería estar totalmente estresada por los exámenes finales ¿Pero a mí que me interesa? Soy la triste y típica rata de laboratorio y gracias a eso yo no tengo porque preocuparme, aunque me siento un poco mal por mis amigos que tienen cara de querer morir, bueno no todos) – Observa con algo de gracia a un chico que estaba recargado sobre su casillero presionando la pantalla de su móvil como si la vida se le fuera a ir en eso – (Si no fuera porque lo conozco seguiría discriminándolo en mis pensamientos por su actitud despreocupada) Hola Shikamaru – Saluda amablemente.
–¿Qué hay Sakura? – Saluda amablemente bajando temporalmente su móvil.
–Bueno… ya sabes, exámenes – Puso sus ojos en blanco.
Vuelve su mirada a la de ella – Deberías preocuparte más por lo que aras estas vacaciones, sabemos que eso no es mucho problema para ti.
Sonríe dulcemente – También parece tu caso, haces que ser abogado sea lo más fácil del mundo.
–Lo es cuando estudias en su momento, si lo dejara al último como todos los demás, estaría sobreexplotando mi cerebro y pasando el examen olvidaría todo, eso lo hace complicado.
–Supongo que si… Bueno, suerte – Se despide.
Sigue caminando por el pasillo con la intensión de llegar a la biblioteca, cosa que hacia siempre después de que se terminan las clases – (A veces pienso que debería ser un poco como mi mejor amiga Ino, que parece tener una vida perfecta, tiene excelentes calificaciones casi tan buenas como las mías, pero ella si tiene vida social, es una chica tan llena de confianza además de que es una de las chicas mas bonitas de la universidad y sin mencionar que tiene al mejor novio de todos, bueno, no es porque se trate de mi hermano Sai, pero es la persona mas estupenda que conozco, pero en fin, no es esa la vida que yo decidí tomar, al menos no la que me toco ) – Piensa mientras la ve de lejos hablando con Hinata. Siente una leve nostalgia que a los segundos ignora. Casi al llegar a la biblioteca se detiene para sacar algunas cosas del casillero.
–Que daría por estar un día con él – Suspira con exageración una chica a su costado.
–Esa chica tiene tanta suerte, si tan solo fuéramos tan bonitas y sexys como ella talvez nos voltearía a ver – Dice con tristeza la otra chica que estaba a su lado.
–Si así fuera seguro que haría mi lucha por él.
–Ella te mataría antes de que lo intentaras – Ambas ríen al unísono y le da unas palmaditas en la espalda en forma de consolación.
Gira curiosa para ver de quien se trataba y para su “sorpresa” se trataba del rey narcisista “Sasuke Uchiha” – (¿Qué carajo le ven a ese idiota?) – Urga en su casillero con algo de fastidio – (No entiendo porque estudia en este pueblo pudiendo a ir a las universidades del extranjero con todo ese dinero que tiene) – Resopla – (Y Karin… ¿Chica sexy?) Basta con ponerse kilos de maquillaje sobre la cara y usar faldas tan cortas que se te vea hasta el alma, que dudo que tenga… creo que eso es lo que los hace la pareja perfecta, ninguno de esos dos tiene una – Habla por lo bajo.
–¿Quién no tiene alma? – Llama su atención una dulce voz.
–¿Hm? (mierda debo dejar de hablar sola) Ah ya sabes, los reyes del baile – Los señala con la mirada.
–¿Sasuke y Karin? – Pregunta inocente – Sabes… no pienso que sean tan malos una vez que los conoces.
–Solo lo dices porque tu novio es el mejor amigo de ese narcisista.
–Es por eso que lo creo… Naruto no sería amigo de él si no lo fuera.
Hace una mueca – Me gustaría pensar igual, en fin, no viniste a mi a hablar de cosas tan inútiles.
–Qué pena – Juega con sus dedos – Pero ¿crees que puedas prestarme tus apuntes?
–No hay problema – Vuelve hacia el casillero tomando uno de los cuadernos que estaban perfectamente organizados – Toma, si no entiendes algo puedes llamarme ¿de acuerdo?
–Muchas gracias – Dice con una tierna y tímida sonrisa – ¿Te quedaras de nuevo hasta tarde?
–Sí, quiero profundizar más en algunos temas, imagino que iras a casa ya.
–Oh… está bien, trata de no excederte y si, necesito descansar un poco, espero que también lo hagas – Gira al escuchar que la llamaba impaciente a mitad del pasillo una chica parecida a ella –Llegaron por mí, adiós Sakura – Le sonríe y camina apresurada hacia su pequeña hermana – ¡Ya voy Hanabi!
–¡Adiós! – La despide a distancia con una gran sonrisa. Termina por entrar a la biblioteca a la vez que sujeta su cabello en una coleta. Hay que confesar que a pesar de que el color de su cabello era poco usual era de las pocas cosas que le gustaba de ella, agregando que era ondulado y largo por encima de su trasero.
Busca cuidadosamente entre los estantes paseando su dedo índice entre varios de los libros que anteriormente ya había leído hasta encontrar con el que aún seguía vivo de su lista, lo toma y se sienta en una de las sillas que se encontraba en la zona más marginada de la biblioteca. Después de unas horas su cabeza se siente en medio de una explosión – Me sobrepase de nuevo… – Recuesta su cabeza sobre el respaldo de la silla esperando que se pasara rápido. El móvil suena.
–“Coge un taxi, tuve un accidente en el coche” – Decía el mensaje haciéndola levantar de golpe provocando que su cabeza diera vueltas dolorosamente – Mierda… debo dejar de hacer eso – se dice disgustada mientras se levanta más cuidadosa para dejar los libros sobre la silla en la que estaba sentada como si fuera una alumna desordenada. Corre hacia al casillero sacando un abrigo rojo que combinaba perfectamente con el uniforme blanco, el único defecto de ese abrigo es que no alcanzaba a cubrir sus piernas ya que solo llevaba una falda que le dejaba indefensa al extremo clima. Sale apresurada del instituto con el móvil sobre la oreja tratando de conseguir un taxi desesperadamente.
–Hijo de puta – Se detiene mirando a los lejos a su hermano parado frente al coche con una de sus típicas sonrisitas estúpidas.
–¡Hola! – Le grita desde lejos.
–¿Hola? Pero que grosería, salí corriendo preocupada ¿Por qué me haces estas bromas? – Le dice con los brazos cruzados y un tanto molesta.
–No se… prense que sería gracioso – Se encoje de hombros.
–Pues no lo es… no es gracioso, casi me da un infarto de solo pensar que estabas herido, definitivamente no tenemos el mismo sentido del humor.
–No te enojes Sak, no sabía que inventar y que fuera efectivo para sacarte de esa prisión temprano, además es viernes, por hoy descansa ¿Si? – Se acerca abrazándola amistosamente.
Se relaja – Creo que puedo dejar pasarlo solo hoy – Lo perdona al instante agradecida de que fuera una mentira.
–¿Nos vamos? – Se aparta para después abrirle la puerta del copiloto – ¿O nos quedamos aquí a congelarnos un poco más?
Hecha una pequeña risilla y entra al auto – Vaya sí que hace frio – Frota sus brazos tratando de calentarlos mientras Sai sube al coche – ¿A dónde vamos? – Pregunta animada una vez que él está dentro.
–No había pensado en eso…– Hace una mueca – ¿A dónde quieres ir?
–Hmm ¿vamos a comer a algún restaurante? Tengo hambre, pero quiero llegar primero a casa y ponerme algo mas apropiado.
–Esto… Te ves bien así – Dice un poco preocupado con una sonrisa notoriamente fingida.
–¿Sucede algo?
–No, no pasa nada – Vuelve a fingir una sonrisa molestándola.
–¿Nuestros padres volvieron a discutir? – Pregunta sin discreción – ¿Es por eso que no quieres llevarme?
–Algo así… no prestes atención a esas cosas ¿vamos por pizza?
–No me trates como una niña ¿Qué está pasando? Cada vez es más constante.
–No es asunto tuyo Sakura y tampoco mío, no te preocupes, pronto pasara.
–¿Debo de suponer que sabes algo? No es justo que me excluyas si tenemos la misma condición – Muerde su labio inferior preocupada – ¿Se divorciaran?
–No, como crees, nuestros padres se aman.
–¿Entonces?
Suspira y recuesta su cabeza sobre el asiento del piloto – Hay problemas económicos graves.
–¿Qué tan grave?
–La bancarrota.
Abre su boca estupefacta por la noticia – ¿Co…cómo? ¿Cuándo paso esto? – Pregunta molesta.
–Hace unos meses, papá se arriesgó a hacer un trato millonario que duplicaría nuestras ganancias, pero resultó ser un fraude y bueno, a mamá le molesto de un principio el descuido de papá, pero ahora solo los tiene estresados el hecho de que no tenemos muchas oportunidades para recuperarnos, en realidad, no tenemos…
–Santo cielo, tengo que ha….
–No – Interrumpiéndola.
–¿Disculpa?
–No aras nada, esto no es asunto tuyo como ya te lo dije.
–¡Claro que lo es! También soy parte de esta familia tanto como tú, tenemos que poder hacer algo.
–En eso estoy, serás médico y no un empresario como yo, si llega alguien de gravedad al hospital donde llegues a trabajar ¿me dejarías atenderle aun sabiendo que no conozco de medicina?
–Evidentemente no, pero si no tuviera a nadie mas que pudiera auxiliarme te dejaría hacerlo con mi ayuda, asi que solo tienes que decirme que hacer.
–No…
–Pero tampoco puedo quedarme con los brazos cruzados viendo cómo se desmoronan.
–Sakura ya estoy en ello, parece que ya conseguí como arreglar el problema, solo es cuestión de algunos movimientos, no te preocupes por favor.
–¿Me lo juras? (Solo dime que sí) – Sujeta fuertemente la orilla de su falda – (solo di que sí) – Piensa nerviosa al no dejarse engañar por el tono de voz tranquilo de Sai, conocía perfectamente a su hermano, podía ver a través de sus ojos el dolor que sentía.
–Te lo juro – Suelta las palabras que deseaba escuchar, decide creer ingenua ¿Y porque no? Pensar eso le hacía sentirse más tranquila.
–Gracias… confío en ti.
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Mientras tanto en el sofá de cuero sentado y con una copa en su mano se encontraba un pelinegro de piel pálida y una expresión tan fría en sus ojos negros, vestido con un pantalón negro a la medida y el torso completamente desnudo dejando ver su perfecta musculatura.
–Sasuke, espero que hallas disfrutado mi regalo por tus 20 años – Dice una joven pelirroja con la pieza faltante de la ropa del azabache – ¿Cómo estuve? – Sentándose en sus piernas y besando lentamente sus labios.
–¿Por qué usas mi camisa? – Pregunta indiferente ante el acto de Karin.
–Pensé que se vería sexy – Acariciando el cabello de Sasuke.
–Vas a apestarla con tu perfume, mejor quédate desnuda, tiene más efecto – Sonríe un poco morboso.
–¿Quieres hacerme el amor de nuevo? – Pregunta lujuriosa.
–Sexo – Corrige – No te confundas y no, tengo otras cosas que hacer – Dice mirándola con frialdad.
–Para mí si lo ha sido…
–Triste.
–Bueno, no contestaste mi pregunta ¿Cómo estuve hoy? ¿Te gusto mi sorpresa?
–No estuvo mal.
–¿Solo no estuvo mal? – Ofendida – Los últimos exámenes están próximos, ¿qué tal lo llevas? – Pregunta procurando olvidar el comentario de Sasuke.
Se encoje de hombros.
Frunce el entrecejo –¡Agh! ¿No puedo hacerte un poco de conversación?
–Sabes que lo llevo mejor que todos.
Apoya emocionada ambas manos en su mentón – ¡Es increíble que mi novio sea tan genial! Eres tan listo, tan guapo que me he vuelto la envidia de todas esas zorras, sin mencionar que eres de una de las familias más ricas de país, soy tan afortunada.
–Que molesta.
–Deberías dejar de ser tan frio conmigo, a veces me haces sentir como que no te importo.
–Hmp
–Vamos, solo dime algo lindo – Hace la voz de una niña mimada a la vez
–Si vas a ponerte tan irritante mejor me voy.
–Sasuke, solo te pido un poco de cariño ¡no es mucho pedir!, solo vienes a mi cada que quieres sexo.
–Pues si…– Levantándose del sillón – Ven – La acerca para quitarle sin mucho tacto la camisa dejándola desnuda frente a él.
–Puedes pedirme que te la de sin necesidad de ser tan pesado – Dice totalmente humillada.
–Lo hice.
–Todos en la escuela saben que estás conmigo e inclusive tus padres aunque no me hayas presentado formalmente – Se levanta enojada dándole la espalda a Sasuke – No merezco que me trates así.
– No me hagas dramas ¿entiendes eso?
– Algún día me cansare de ti y te dejare – inmediatamente arrepintiéndose de haberlo dicho.
– Karin, eso no lo decides – Dice secamente al mismo tiempo que la arroja al sillón.
– ¿Qué? ¿Que no lo decido yo? No soy tu esclava.
–Tienes razón, adiós Karin.
–TE AMO! ¿Por qué no puedes pensar un poco en mí?
–Yo no, sabes que odio dar explicaciones, lo sabes, pero te dejare claro que soy yo quien toma las decisiones– Se pone frente a Karin a tal manera de provocar un escalofrió al sentir su cálido aliento –Sinceramente terminaras cansándome tu a mí si sigues con esa actitud idiota.
–Solo exageraba, ya sabes cómo somos las mujeres – Dice con los ojos húmedos.
–Lo sé… Todas son iguales – Baja el cierre de su pantalón – Inclínate en el sillón – Ordena con una voz de pesadilla.
–Sa…Sasuke lo siento, no quise ser imprudente.
–¿Lo aras o no?
–Por favor… – Suplica a la vez que obedece.
–Hmp.
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–Estoy en ello – Dice con gran seguridad al hablar por el móvil hacia la salida del gran edificio.
–Señor Uchiha, ¿Le gus… – Calla al ver a un hombre alto de traje y un rostro tan intimidante y maduro sin duda alguna era alguien atractivo en su máximo esplendor. Aclara su garganta y vuelve a su voz decidida – ¿Le gustaría darnos una entrevista para nuestra revista? – Dice una mujer en la entrada de un elegante edificio.
–Talvez después, por el momento estoy ocupado, si gusta puede apartar una fecha con mi secretaria – Dice amablemente.
–Muchas gracias señor, no se arrepentirá – Dice emocionada.
–Puede retirar el señor– Dice un tanto serio – Aun no me he casado además de que aún sigo siendo muy joven – Brindándole una pequeña sonrisa.
–Oh… perdóneme – Sonrojada – Lo puedo ver, debe ser muy popular entre las mujeres.
–Hmm, no lo sé, pero en fin, tengo que retirarme tengo algo de prisa y gracias por querer darme parte de su tiempo.
–Nada de eso, es todo un honor que me haya dado un poco del suyo, hablare con su secretaria – Entrando al gran edificio.
Camina con total tranquilidad y sube a un coche de color negro bastante lujoso a la vista de quien pudiera verlo – Disculpa, estaba atendiendo unos asuntos padre.
–No hay problema, ¿qué tal los negocios? – Pregunta aun conociendo la respuesta.
–Estables – Dice secamente sin voltear a verlo.
–Es tranquilizante saberlo – Apoya su mano en el hombro de Itachi – Estoy tan orgulloso de ti hijo.
–Gracias, es un honor escucharlo de usted padre.
–El honor es todo mío, por ti el apellido Uchiha sigue siendo uno de los que más fuerte suena en esta sociedad, no esperaba menos de mi sangre.
–Solo hago mi deber– Contesta indiferente mientras ve el paisaje por la ventanilla.
–Estuve hablando con los accionistas de Francia, quieren hacer tratos con nosotros, les dije que serias tú quien se encargara de eso, no tuvieron ningún problema con eso y menos yo, sé que no me decepcionaras muchacho.
–Que bien…
–¿Qué bien? – Suelta una carcajada – Otro en tu lugar estaría saltando de alegría, no deberías ser tan indiferente si estas consiente de lo importante que es ser un Uchiha, los inversionistas más importantes ya no te ven como un novato, podría casi asegurarte que se sienten intimidados por ti.
–Ineptos.
–Saben lo valioso que eres, nunca se sabe que movimientos harás, hasta yo que soy tu padre desconozco lo que hay en tu cabeza.
–¿Para qué quieres saberlo?
–Me siento intrigado, es normal ya que no comentas nada conmigo a menos que te lo exija, cosa que hace tiempo deje de hacer.
–Mi mente trabaja para ti, qué mas da.
–Soy un hombre verdaderamente con suerte.
–Lo eres padre... – Contesta de igual manera indiferente.
–Hmp (Es increible que la unica persona que me pone los pelos de punta sea mi propio hijo) –Bueno, hablemos de otro tema, ¿Qué planes tienes para el futuro?
Voltea a verlo – Solo espera y veras papá...
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–Solo quedan dos semanas, solo soporta eso – Le suplica mientras el abre la puerta de la casa.
–Me urgen esas vacaciones – Dice esperando que pasara para después cerrar la puerta.
–Sai necesito que vengas unos minutos – Interrumpe el padre parado frente a la puerta de su despacho.
–Sakura, ve a descansar – Acaricia su hombro para después seguir a su padre.
–(Sé que no tengo que hacer esto, pero no me puedo quedar y hacer como que no me importa) – Corre en cuanto entran a la oficina. Pega su oído a la puerta tratando de escuchar la conversación y agradece enormemente que lo consiguiera.
–La familia Inuzuka dio fecha.
Se escucha un silencio unos cuantos segundos – ¿Cuándo? – Contesta Sai.
–El próximo fin de semana.
–¡¿Qué?! ¿Tan rápido?
–Sí… trate de razonar con ellos, pero no quisieron por alguna razón.
–¿Cómo se supone que se los diga? Ni siquiera lo puedo aceptar en este momento y eso que yo hice todo esto.
–Ellas tienen que comprender hijo.
–(¿Comprender qué? No entiendo)
–Me reuniré con ellos mañana.
–Si, es necesario saber los detalles de la boda.
–Vaya… de verdad que esto es muy difícil.
– (¡¿BODA?! ¡¿Qué mierda está pasando?!)
–¿Ya hablaste con Ino?
–No… también hablare con ella mañana mismo.
Sus ojos se empiezan a cristalizarse rápidamente – No pienses mal Sakura, tal vez estas malinterpretando la situación – Dice para misma en voz baja.
–¿Sakura? – Dice al abrir la puerta.
Voltea con sus ojos húmedos – Madre… ¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que ara mi hermano? – Pregunta totalmente esperanzada de que su madre disipara sus dudas.
Su expresión rápidamente se vuelve a una de tristeza preocupándola aún más – Ven – Extiende el brazo tomando la mano de Sakura. Respira profundamente cuando coloca su mano sobre el pomo de la puerta. Entra interrumpiendo.
–¿Sucede algo? – Pregunta el hombre mayor al verlas entrar sin permiso a la habitación –¿Porque está aquí?
–Díganle a Sakura lo que sucede – Exige su madre con una expresión parecida a la de Sakura – También tiene derecho a saberlo.
–Mamá… hablare con ella después – Suplica Sai sin disimular una especie de pánico.
–Lo sabe, los estaba escuchando a través de la puerta.
–(Ya habrá momento para disculparme por eso después)
–¿De verdad hiciste eso Sakura?
–Si – Se encoje de hombros – Lo siento… ¡quiero saberlo ahora mismo! – Dice con una voz exigente.
Baja su cabeza – Promete que guardaras la calma.
–Sí, si dime – Lo promete sin pensarlo.
–La familia Inuzuka ofreció pagar nuestra deuda con la condición de que me casara.
Guarda silencio unos segundos sintiendo como si le hubieran arrojado un balde con agua fría, no podía creer lo que escuchaba ¿de verdad está pasando? Su subconsciente se lo preguntaba una y otra vez – ¡¿PERO QUIEN MIERDA SE CREEN?! – Explota.
–Sakura, guarda la calma – Pide amablemente su padre – Recuerda que te pedimos calma.
–No hay otra forma… – Dice Sai aun con la cabeza abajo.
–Debe de haber alguna persona que esté dispuesta a ayudarnos ¿Por qué con una maldita boda? ¿En qué siglo estamos?
–No la hay, buscamos por todos lados…
–Todo esto es mi culpa… – Dice su padre con la voz quebrantada.
–No amor, fueron esas personas que se aprovecharon de la situación – Se acerca su madre tratando de consolarlo.
Aprieta en puños sus manos enfurecida – Desgraciados…. – Gira a ver a Sai – ¿Y esta era tu famosa solución? ¿Cuándo planeabas decírmelo? ¡¿Cuándo ya estuvieras casado?! – Por un memento pierde el control de si misma a la vez que deja ceder sus lágrimas – No tienes por qué hacer las cosas de esta manera, yo hablare con toda esa gente…
–No lo hagas! Entiende que es mi decisión y perdón, no sabía cómo decírtelo.
–¿Te das cuenta que lastimaras a Ino?
–Si…
–No puedo creer lo que estoy escuchando – Lo veía fijamente con total decepción – Me juraste que todo estaría bien y todo implicaba que también todos lo estaríamos, ¡que tú lo estarías!, esto no es algo que tú de verdad quieras – era inevitable sentir como su estómago se contraía por el coraje acumulado.
–Sakura es decisión de tu hermano – Vuelve a pedir su padre.
–¡ES TU CULPA QUE ÉL HAGA ESTO! – Grita sin consideración, pero no pasan ni dos segundos cuando siente el golpe de la palma de su madre en la mejilla.
–¡No le faltes el respeto a tu padre! – Dice su madre con lágrimas.
–Sakura…– Dice Sai preocupado con sus ojos cristalizados.
–Estoy bien – Limpia las gruesas lagrimas que ya hace rato habían salido – Me lo merecía.
–Por favor, ya no hagas esto más difícil hermana, hablare de la forma más atenta con Ino, sé que eso te preocupa.
Lo ve con tristeza – Sai también me preocupas.
–Sakura, no eres la única que se siente así, tampoco lo aceptamos al principio, pero tu hermano fue quien así lo quiso.
–¿Están seguros que no hay otra opción? ¿De verdad buscaron bien?
–Si – Suspira – Alguien esparció el rumor de que estamos en bancarrota, pero nadie quiso brindarnos ayuda y es extraño porque ni siquiera quisieron recibirnos para hablar de ello… y bueno, los Inuzuka se acercaron solos.
–¡Entonces yo hablare con ellos! – Dice totalmente decidida.
–¡No! Te lo pedí, pensé que ya lo habíamos dejado claro.
–Cuando me lo pediste jamás me dijiste que te ibas a sacrificar y que lastimarías personas en el proceso – Muerde su labio inferior para evitar ser imprudente de nuevo, respira para relajarse al ver como Sai se resistía para no llorar – (No puedo soportarlo más) – Sin más sale de la habitación sintiendo una impotencia tan profunda. Camina con lágrimas en sus ojos hasta el patio trasero para sentarse en una banca vieja que se encontraba debajo de un hermoso árbol de cerezo – No llores Sakura, no llores, es inútil, mejor piensa en algo… – Cierra sus ojos tratando de concentrarse, pero es demasiado difícil al sentir que se ahoga en su garganta.
–Sakura… – Interrumpe la voz de Sai.
–¿Hmm? – Lo ve parado frente a ella con una notoria preocupación.
–¿Puedo sentarme? – Dice con la mirada señalando la banca.
–Adelante – Contesta con esfuerzo.
–Te quiero – Suelta repentinamente.
–Sabes que también yo.
–No quiero que estés molesta conmigo, en el futuro estoy seguro de que seguiré haciéndolo y de verdad me gustaría sentir tu apoyo.
–Antes de llegar a casa me hablabas sobre perseguir mis sueños ¿en dónde están los tuyos? – Dice con un tono amargo en forma de reproche – No tienes derecho a decirme eso…
–¿Quién te dijo que no lo hago?
–¿Quieres consolarme? Porque no te está funcionando.
–Digo la verdad, estoy siguiendo mi sueño.
–Mentiroso, no entiendo como puede ser tu sueño el dejar a la mujer que amas por casarte con una desconocida.
–Una desconocida que salvara la compañía que nuestro padre ha trabajado con esfuerzo para sacarnos adelante, con el cual tu vida seguirá siendo la misma ya que podremos seguir costeando tu sueño de ser un médico y nuestra familia recuperara su paz, para mí es un sueño ver que ustedes vivan felices, si dejo esta oportunidad ¿Qué clase de hombre seria? No los dejare abandonados cuando más me necesitan, no podría vivir con eso en mi conciencia, no tendría cara para ofrecerle a Ino lo que ella se merece…
–No digas que lo haces por mi… yo soy capaz de salir adelante por mí misma, no quiero ser responsable de que vivas con esa mujer sin amor toda tu vida solo por mantenerme viviendo como lo he hecho hasta ahora.
–No la conocemos, es probable que me agrade tanto que termine enamorado de ella –Acaricia su cabello con ternura – Es tan difícil si no estás conmigo en un momento tan difícil…
–Sai… – Lo abraza con fuerza – No seas idiota, yo siempre estaré contigo, pero me duele que hagas esto, no quiero dejarte solo – Toma de nuevo su distancia – Si en todo caso encontrara una solución diferente ¿lo pensaras?
–Si lo haces, házmelo saber rápido – Sonríe.
–Solo espérame.
Le da un pequeño beso en la frente – Ve a descansar, necesitaras fuerza si quieres ser mi heroína.
–¿Me esperaras? – Vuelve a preguntar mirando los ojos enrojecidos de Sai con sus potentes ojos jade.
–Lo are.
Sonríe cálidamente – De acuerdo, vamos – Se levanta de la banca y camina directamente a su habitación. Pasan alrededor de dos horas, en las cuales no lograba encontrar una buena posición para dormir y sabía perfectamente que no tiene nada que ver con eso – No hay tiempo que perder – Se levanto de la cama y baja los escalones con sus pies descalzos procurando no provocar sonido alguno con la intención de entrar al despacho de su padre, al entrar cierra con cuidado – Bien… veamos ¿Dónde guardara lo que sea que necesite? – Se acerca al escritorio y abre cajón por cajón viendo documentos hasta encontrarse con uno perfecto – ¡bingo! – Susurra – (Aquí están todas las compañías que se encuentran en el país) – Cierra el cajón y con el mismo cuidado regresa a la habitación – Ahora sí, vamos a ver… ¿empresas interesadas en comprar nuestra compañía? Ni crean que lo van a lograr – Su sangre se hiela al ver los interesados – ¿Qué? – Traga saliva – Debe ser una broma de mal gusto ¿Por qué están interesados en nosotros si el valor que tenemos es menor? Debe estar mal, seguiré buscando.
Al siguiente día solo podía sentir la desesperación de salir lo más rápido que se pueda del aula de clases, miraba cada cinco minutos su reloj de mano, no podía pensar en otra cosa, el ver reír a todos, el que le pidieran apuntes y ayuda con sus deberes la tenía estresada segundo a segundo.
–Sakura ¿Te encuentras bien? – Pregunta una rubia con una expresión de burla.
–Eh… sí, estoy bien, solo que ya quiero irme.
–¿Segura? Pareces loquita golpeando tu lápiz en el pupitre…
–¿Cómo? (Mierda… no me había dado cuenta) estoy ansiosa es todo – Finge una sonrisa – Ino… ¿Crees que puedas acompañarme saliendo de clases?
–Lo siento, Sai quería que saliera con él…
–Oh está bien… no hay problema – Vuelve a ver su reloj – ¡Ya es hora! Bueno, me retiro, hasta mañana – Toma sus cosas con prisa y sale casi corriendo del aula hasta llegar a la banqueta para tomar un taxi – (Gracias al cielo llego a tiempo) Lléveme a la compañía de los Sarutobi – Otra de las empresas más grandes de Konoha.
–Es aquí señorita.
–Gracias – Le da un billete para después bajar del auto – Vaya… sí que es grande – Mirando por fuera el edificio. Entra tímidamente hasta el mostrador – Hola señorita, ¿se encuentra el señor Sarutobi?
–En este momento solo se encuentra su hijo, pero está ocupado – Contesta amablemente la recepcionista.
–Puedo esperar.
–Lo siento, después de su visita tiene una cita, tendrá que agendar una con él en otro momento– La observa cuidadosamente – ¿Es usted su médico? Pensé que la cita seria en su consultorio – Viendo sus ropas blancas.
–Si – Miente – Cambio de planes.
–Bien…– Dice dudosa – Vaya… debo de estar envejeciendo muy rápido, te ves muy joven.
Se sonroja –Bueno, soy practicante, pero no me arriesgaría a venir si no supiera lo que hago – Le guiña un ojo.
–Comprendo, tome – Dándole un pase – Es el último piso, hay una pequeña sala de espera, pase cuando la visita salga.
–Gracias – Dice con una gran sonrisa. Sube al elevador – Bien allá vamos, todo saldrá bien – La puerta se abre en una linda sala de espera con un sillón largo en uno de los lados de las paredes y una puerta justo en medio de la sala con una placa de metal que decía “Director” – Bueno, debería sentarme… – Saca un libro de su bolso con la intención de matar tiempo.
–También aquí…
– (¡Sasuke!) – Traga saliva – ¿Qué haces aquí?
–¿Yo necesito explicarlo?– Hace una mueca con desagrado mientras se cruza de brazos en el marco de la muerta.
–(Que tonta él está involucrado con este tipo de gente) ¿Ya te vas no? Pues adiós – Sonríe hipócritamente.
–¿Sabes? Si vienes de puta es mejor el traje de enfermera.
–¿Disculpa? – Pregunta estupefacta.
Pone los ojos en blanco – No les hagas perder tiempo.
–Deja de decir estupideces Uchiha y hazte a un lado.
–Inténtalo – Sonríe haciéndola sentir aún más incómoda.
–Déjate de juegos imbécil.
– ¿Acaso me llamaste imbécil? – Frunce el ceño.
– ¿También eres sordo?
–Te enseñare a resp….
Abre la puerta interrumpiendo – ¿Todo bien?
–Sí, todo perfecto – Contesta Sakura aliviada.
– ¿Y tú eres? – Pregunta el hombre moreno de aproximadamente entre los 30 y 35 años.
–Su siguiente cita – Sonríe nerviosa a la vez que mira rápidamente a Sasuke que la veía con una ceja arqueada y al mismo tiempo curioso.
La ve curioso mas no pregunta nada mas – Adelante.
–Gracias – Pasa con calma dejando a Sasuke.
– Mi cita era en el consultorio de mi médico – Cierra la puerta detrás de sí.
–Soy Sakura Haruno señor Sarutobi.
–Haruno… – Suspira.
–Vengo por la compañía Haruno – Hace una mueca – La que está en bancarrota, se que ya escucho hablar de nosotros.
– Hay bastantes empresas en bancarrota – La observa detenidamente –¿Era necesario que te disfrazaras? Tengo que hacerme mi chequeo de rutina.
– ¡No! Bueno si, este sí y no, que bueno que cuide su salud.
– ¿Si y no?
–Lo que pasa es que estudio medicina y vine saliendo de mis clases para verlo, su secretaria no me iba a dejar verlo hasta que pensó que yo era su médico, espero me perdone, pero no pude desaprovechar el momento…
–Ya veo…
– ¿Qué tipo?
–¿Disculpa?
–¿Qué tipo de chequeo?
–Presión, esas cosas.
–Puedo hacerlas mientras me escucha, de verdad, tengo lo necesario para hacerlas – Alzando a la vista su bolso.
–Hmm, está bien, me ahorras tiempo – Se sienta sobre uno de los sofás de la oficina – ¿Tienes lo necesario?
–Sí, sí, lo tengo aquí.
–Veamos que tan bien lo haces.
Se coloca frente a él con un esfigmomanómetro – Deme su brazo por favor.
–Claro. Los Haruno tienen suerte de tenerla señorita…
–Sakura, llámeme por mi nombre señor Sarutobi.
–En ese caso puede decirme por el mío, soy Asuma.
–De acuerdo Asuma – Sonríe amablemente.
–Y bien… ¿Por qué has venido a buscarme a mí?
–Sé que es uno de los hombres más ricos del país y quería pedirle ayuda para salvar de la bancarrota a mi familia.
–Vaya... directamente al grano y sin filtros – Hace una mueca – Es buena tu intención, pero no creo que pueda hacer mucho por ustedes.
–¿Por qué no? – Pregunta desanimada.
–Veras… conozco la situación de su compañía, no me conviene, es mucho la suma de dinero que se necesita para recuperarla, si invierto entonces yo correría el riesgo de perder dinero si las cosas no resultan, cosa que es lo que pasara, perdere mas que eso, solo se me ocurre darle empleo a tu hermano, ya había venido antes, puedo ver en él una gran capacidad.
–¿Él había venido antes? ¿Eso quiere decir que lo que me dice mi hermano ya lo sabe? (Debo verme patética, debí haberle creído que ya había hecho lo que pudo)
–Así es… lo hablamos con más detalles.
–Por favor, le pido que lo piense mejor.
–Lo siento, de verdad espero se recuperen, mi oferta seguirá ahí para tu hermano, si la quieren aquí estaré.
–Muchas gracias…
–Si te doy un mejor consejo, puedes ir con los Uchiha, ellos tienen mucho más poder que yo, no se si lo sepas, pero ellos sus relaciones con inversionistas y empresarios de otros países son envidiables, se podría hasta decir que son dueños de los bancos que tienen en jaque a tu familia, como veo tu situación solo ellos podrían ayudarte.
–¿Los U…Uchiha?
–Sí, ellos, de hecho, el joven con el que te encontraste antes de entrar a mi oficina es uno de ellos, te diría que es más fácil contactar con él, que con Itachi, su hermano mayor ya que es un hombre muy ocupado, pero Sasuke no es precisamente el hombre más encantador que conozca.
–Itachi… (Tranquila Sakura, tranquila) sabe, ya acabe – Guardando los instrumentos – Se encuentra en perfecto estado, si no le importa, quisiera retirarme.
–De acuerdo, regrese con cuidado Sakura – Se pone de pie – De verdad lo siento.
–Gracias, no necesita acompañarme, conozco el camino.
–Como mas cómoda se sienta, adiós.
–Adiós – Toma sus cosas – (No les pediré ayuda a ellos, primero muerta) – Camina perdida en sus pensamientos directo al elevador – (Pero Sai no se puede casar ¡no quiero!)
–¡Ven aquí! – Empujándola contra una de las paredes del elevador.
–¡Ay! – Podía sentir el frio acero de la pared en su cara – ¿Pero qué crees que haces?
–Creo que no conoces el respeto.
–Que irónico – Trata de zafarse – ¡Sasuke suéltame!
Sujeta su cabello con fuerza lastimándola – Suplica.
Muerde su labio inferior para no gritar – ¡No!
Presiona más su cuerpo contra el de ella y la pared del elevador – Pídeme amablemente que te suelte Sakura… – Susurra en el oído de la pelirrosa.
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Atrapada entre hermanos
RomantizmCuenta la historia de un matrimonio arreglado y una situacion envuelta de misterio gracias a secretos y un pasado que ellos mismos desconocen. Todo es perfecto, una familia hermosa, amigos estupendos y un futuro bastante bueno al cursar una de las c...