Cap. 11

11 3 0
                                    

Narra Luz

"Prometo estar al otro lado del puente para tenderte la mano cuando no te atrevas a cruzarlo" (Chris Pueyo)

Me encontraba en mi habitación acostada mirando el techo, las lagrimas se habían secado hace ya mucho, pero la sensación de dolor seguía perdurando, estaba en un estado de sckot, mis ganas estaban en el nivel -1.

Escucho mi teléfono sonar que se encontraba en la mesita de noche, saco un poco de energía de no se donde para tomar el teléfono y ver quien llama, al darme cuenta que es Rose, me lo pienso dos veces antes de contestar, siendo honesta no tengo energía para escuchar las locuras de Rose, pero si no lo hago se que es capaz de llamarme hasta que su batería se agote, asi que prefiero contestar, al instantes escuchos sus gritos (si quizás no fue la mejor idea).

-LUUUUZ!!!, porque te demoraste tanto en contestarme, ya pensaba qe tendría que ir a tu casa para poder hablar contigo- me dice, ruedo los ojos, esta chica es la más dramática que conozco.

-No seas exagerada Rose, solo me demore unos instantes, además no estoy de muy buen humor- le digo cansada, hoy no ha sido mi dia.

- ¿Qué pasa? ¿Esta todo bien?- me pregunta preocupada.

-No, no te preocupes, esta todo bien, solo llegaron unos exámenes, lo mismo de siempre, pero no quiero hablar de eso, mejor dime el motivo principal por el que me llamaste- digo evitando el tema.

-Bueno esta bien, pero sabes que estoy aquí si necesitas cualquier cosa, tu me dices y en menos de lo que piensas estoy tocando tu puerta- me dice risueña haciendo que salga una sonrisa en mi cara, luego de muchas horas sin que se hubiera asomado siquiera una, como quiero a mi loca mejor amiga, por mas ocupada que este siempre encontrara la manera de estar para mi cuando este mal.

-Lo se, se de lo que eres capaz- le digo y ambas reimos.

-Okey, okey, pero te llame para invitarte a una fiesta que van a realizar hoy en algunas horas va a ser en la casa de un miembro del equipo de basquetbol, y promete mucho, tenemos que ir- me dice entusiasmada, lo que menos se me había pasado por la cabeza era salir de fiesta un viernes por la noche y menos como me encontraba con mis emociones.

-Ay, no Rose no creo que sea buena idea, no me encuentro muy bien yo...-no acabo a terminar porque ella me interrupe.

-No, no, nada de negarte, estas una buena oportunidad para que te distraigas y te diviertas y no acepto un no como respuesta- con la ultima frase me recuerdo a Cameron en algún momento él me dijo esa frase, es increíble que hasta en este momento el siga en mi cabeza.

Sin poder negarme acepto acompañar a Rose y ella pega un grito al cielo que me obliga a apartar el teléfono de mi oído para no quedarme sorda, si suena exagerado, pero créanme sus gritos son mas fuertes de lo que se cree.

Me dijo que vendría dentro de poco a mi casa para que nos agregaramos juntas, no alcanzo a contestarle cuando ya me ha colgado, suspiro y me quedo mirando hacia en el vacio con los pensamientos en unos bellos ojos color avellana que aveces parecen color miel, me es casi imposible dejar de pensar en él y mucho menos después de su confección hace algunas horas, y dándome cuenta que mis sentimientos hacia él son más grandes de lo que pensaba y no hay nada que pueda hacer para detenerlos y no se van a ir, mis pensamientos y mi corazón son de una sola persona, solo una persona es él guardian de la llave de mi corazón.

Cuando Rose llega empezamos a agregarnos, yo quería ir normal, nunca me ha gustado arreglarte de más, antes lo hacia un poco más, pero ahora no encuentro motivos para hacerlo, aunque mis planes fueron en vano puesto que Rose no me lo permitió, por lo menos conseguí que no me obligara a ponerme un vestido.

Mi LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora