Cap. 20

5 1 0
                                    

"Detesto cada kilómetro, cada metro, cada centímetro y cada milímetro que me separa de ti"

Narra Cameron

Nuevamente lunes, de vuelta a la rutina del instituto, aunque no puedo decir que me encuentre del todo desagradado.

Después de aquella mágica velada, pase el resto del fin de semana pasando tiempo con mi familia, pasando tiempo con Lizzie después de un largo periodo volvimos a hacer noche de películas, aunque no se sentía igual que antes, intentaba que pudiéramos pasar un rato divertido juntos, sin embargo he notado a mama distante, perdida en sus pensamientos.

Cuando le pregunto siempre dice que es por el cansancio que ha tenido mucho trabajo estos días, y no a dormido bien, solo la he visto en este estado una vez en la vida y ya fue hace mucho, se que me oculta algo, además los papeles que encontré el otro día elevan mis sospechas de que algo más ocurre.

Sin embargo no quiero estropear la noche de películas y terminamos disfrutando de las elecciones de Lizzie, que en su mayoría son películas animadas, aunque debo admitir que son mis favoritas.

Ya para el lunes me encuentro caminando junto a Manuel, contándole mi salida con Luz como siempre no pueden faltar las bromas de su parte, si no hiciera bromas no seria él, caminamos por los pasillos en busca de nuestros salones, a él le toca historia mientras que a mi me toca matemáticas que comparto con Luz, antes de llegar a mi salón debo escuchar las quejas de Manuel con la materia y que según dice el profesor le tiene mala y que busca cualquier excusa para sacarlo del salón, si es un exagerado de lo peor.

Nos separamos cuando llego a mi salón, mientras él sigue su camino refunfuñando, no puedo evitar reírme, termino entrando al salón con una sonrisa en el rostro, que se expande cuando veo quien se encuentra sentada en uno de los pupitres con un libro entre sus manos, sin darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor, sumergida en su mundo entre letras.

Camino lentamente hacia ella hasta estar frente suyo, aún no se da cuenta de mi presencia hasta que rozo delicadamente su mano con la mía, es ahí cuando levanta su cabeza mirando con duda y confusión, su ceño fruncido cambia cuando encuentra mi rostro frente al suyo, inesperadamente se transforma en una gran sonrisa y se levanta rápidamente del banco dándome un fuerte abrazo, sorprendido por su arrebato aunque no me quejo, termino abrazándola con la misma fuerza.

Nos separamos lentamente sin querer romper el lazo entre ambos y juntamos nuestras frente.

-Hola- susurra.

-Hola, querida novia- susurro de la misma forma ganándome una sonrisa de su parte, no lo soporto más y termino con la insoportable distancia dejando un tierno y corto beso en sus suaves labios.

Cuando tomamos nuevamente distancia puedo distinguir un ligero sonrojo adornando sus mejillas, es inevitable no tener ternura por aquello, es que aunque no haga nada su belleza es indiscutible.

-¿Cómo estuvo tu fin de semana?- pregunta curiosamente, aunque pase gran parte del fin de semana junto a ella y fue un de los mejores días que pude tener.

-Normal, con mi madre y Lizzie, hicimos noche de películas, hacia tiempo no lo hacíamos, específicamente desde lo ocurrido con mi padre- el solo hecho de nombrarlo me produce un sabor amargo en la boca, cuando le conté la verdad a Luz en nuestra cita una gran tristeza se hizo presente en mi, por más que intente negarlo lo extraño, pero extraño la versión que yo conocía o la que creía conocer.

-Se que debe ser difícil para ti, haz sido el pilar de tu familia por mucho tiempo Cameron también tienes derecho a estar triste, no eres de acero- dice dándome consuelo mientras apoya su mano suavemente en mi mejilla, repartiendo suaves caricias, afirmo mi cara en la palma de su mano cerrando los ojos en el proceso.

Mi LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora