JERUSALÉN [BERLÍN]

Capítulo 13

«UN BAMBINO MALATO»
(Un niño enfermo)

Doce minutos antes de que terminara su turno de enfermera, en aquel hospital público, Olivia Alcalá recibió a un niñito enfermo y a su madre.

Eran las dos de la tarde y el médico había salido a almorzar.

—¿Te duele algo? —le preguntó al crío. Hablaba dulzura, revisándole los ojos con una linternita.

Sergio Marquina quiso sacudir la cabeza, pero entonces torció una mueca de dolor y se tocó su estómagito.

—No —mintió: su mami no tenía dinero para medicamentos, si él decía que no le dolía nada, tal vez la enfermera lo dejara ir...

Al notarlo —a la señora, sentada en la única sillita del consultorio, que vestía humilde; y al niño que llevaba ropa sucia y unas chanclas grandes, viejas, que debían pertenecer al padre—, Olivia sonrió de manera triste y lo obligó a enderezarse en la camilla.

Comenzó a tocarle la pancita con las manos.

—¿Has tenido fiebre? —le preguntó, sintiendo algo duro, como hinchado, en la panza del niñito.

—No.

—Sí —se adelantó su madre—. Tampoco quiere comer.

Olivia asintió hacia la mujer, y luego volvió a Sergio.

—¿No? —lo miró a sus ojitos inocentes, con una sonrisa divertida que anunciaba aquel juego clásico, de una enfermera a su paciente, que siempre sucedía...

... pero entonces ella notó que aquellos puntitos rojos, púrpura, en la carita del niño, no eran pecas.

*

La primera vez que se lo dijeron, Andrés de Fonollosa no entendió.

Él sólo tenía quince años, por eso —y en la negativa de un adolescente que cree saberlo todo— cuando el oncólogo lo repitió, el frunció el ceño y soltó:

—No es cierto.

No podía serlo..., ¿verdad? Además, ¿cómo ellos podían estar seguros de algo que no veían? Ese hombre tenía que estar mintiendo.

Andrés no sabía qué eran los ganglios linfáticos, pero... ¿Leucemia? Él si sabía qué era eso. Así que la leucemia no podía ser cáncer, a la gente le daba leucemia cuando les picaba aquel mosquito del que hablaban en las noticias, y... ellos se curaban.

Naturalmente, Andrés estaba equivocado —eso era anemia—; el doctor les dijo que la leucemia estaba avanzada.

—¿Cáncer de sangre? —preguntó su madre.