"Tras la chica de al lado" Libro 2- Sasusaku 🔞

Capitulo 2♡

—¡¡¡¡QUIERO QUE ME DEJES EN PAZ!!!! ¡¡¡¡MALDITA SEA!!!!— Grite furiosa desde la escalera que conduce a las habitaciones.

—Me importa un comino como te manejabas en Japón.
Ahora estamos en Rusia. En mi casa. Y con mis reglas.
Y ya te dije que cuando sales del Instituto tienes que venir a la casa...

Jiraiya se esforzaba a diario por tratar de controlarme. 

—Me tenes harta. ¡No soy una niña! ¡Deja de perseguirme!— siempre era lo mismo. No me dejaba ni respirar sin controlarlo el primero.

—¡Te faltan limites Sakura! ¡Esa mujer te dejaba hacer lo que  querias! Aca las cosas no serán asi. Debes estudiar, ejercitarte. Alimentarte y descansar bien. Leer mucho para cultivar la mente...

— ¿¡Estás describiendo una puta academia militar!? ¡¡¡No me jodas Jiraiya!!! ¡Puedo ser un dolor de pelotas si me lo propongo!— Azote la puerta y me encerre en mi habitación.

—¡YA LO ERES! ¡NIÑA MALCRIADA!— Grito frustrado.

Hace dos semanas que estoy viviendo con mi padrino.
El único momento donde no peliamos fue cuando me llevo al cementerio a ver las tumbas de mi familia.

Ayer decidí romper la ley de hielo con Tsunade. Y respondi sus correos.
No pienso decirle que estoy pasandola horrible.
Tampoco que extraño mi casa... mis amigas... y a mis vecinos.

No. Jamás voy a decirle.
Sasuke sigue llamando y escribiendo, pero no le respondo.
Solo tengo contacto con las chicas y mamá.

Me duele. Si... mucho, pero es lo mejor.

No tengo amigos, estoy sola con un viejo gruñon que me trata como si fuera un subordinado.
Aunque esta retirado de las fuerzas especiales se comporta como un maldito agente.

Me tiene cansada.

No soy una niña. Aunque le cueste aceptarlo. Y como siga presionandome solo logrará que explote.

♥♥♥

Casi un mes y seguimos igual.
Por suerte hice dos amigas.
Dificil que haga amigos en una academia de señoritas.
Estupido Jiraiya, soy Sakura Haruno. Y si me lo propongo puedo acostarme con todas y cada una de mis compañeras, ¡Bendita bisexualidad!. Lamentablemente, no tengo ganas de estar con nadie. Mei y Pakura son atentas, pero daria mi hígado por tener a Hana y Hina conmigo. Salir al bar y emborracharnos.

Entre el personal de la casa hay un chico, se encarga de los coches y hace otras tareas que le encarga mi padrino.

Su nombre es Nagato, me encantaría poder hablar mas con él, pero es timido y mi padrino esta siempre controlando todo. Asi que oficialmente: coger en Rusia va a ser un desafio.

Tanto como sacar a Sasuke de mi estupida cabeza.

Me siento en la cama con la guitarra, una de las pocas cosas que traje.
Empiezo a tocar... últimamente todas son canciones tristes.
Pero este es otro de los escasos momentos en los que me deja en 'paz"

Hasta la hora de la cena, puedo estar tranquila.
Luego seguimos nuestra rutina de discuciones. Y es que mi padrino y yo no tenemos nada, nada, en común. Desearía que me deje sólo existir a su alrededor, pero esta pendiente de lo que hago y no parece ser de los que se resignan, o se dan por vencidos.

Hay días en los que maldigo toda esta locura y me odio y odio a Sasuke. También hay días que nose que hago aca y quiero tomar el primer avion de regreso.
Debo ser la persona mas bipolar del mundo.

♥♥♥

—¡¡¡SAKURA, SAKURA BAJA A CENAR!!!! Tsk... solo me provoca y me provoca. Me recuerda tanto a la bruja esa.— escucho a mi padrino quejarse de mi, pero lo ignoro,  debería  decirle que tiene razón, pero no quiero darle el gusto.

—¿Quiere que la llame señor?— Nagato se ofrece a ir por mi. El clásico lame botas del jefe.

—¿Y Nadja dónde se metio?— pregunta furioso. Para ser agente retirado suele ser muy distraído.

— Tenia que ir mañana temprano al doctor. No vuelve hasta pasado mañana. ¿Recuerda que ella le aviso ayer?— por lo visto no lo recuerda.

— Lo olvide. ¡¡¡DEMONIOS!!! Y tengo que ver a un ex colega mañana temprano. Bien Nagato sube a decirle a Sakura que la cena esta lista. No demores.— Dijo eso último con más intensidad. Volví a la habitación y fingí estar ocupada en mis cosas.

Jiraiya era un tipo que disfrutaba mucho la vida, aunque jamás lo demostrara, la noche y los excesos no le eran indiferentes.

Ahora tenia una adolescente rebelde y libertina en su casa, debia dar el ejemplo que Tsunade no había podido darme según él.

A sus ojos, la rubia era un fracaso maternal. Y a los mios, ambos eran un fracaso. Puesto que ninguno de los dos intentaba comprenderme  ni apoyarme... Tsunade me dejaba de lado por anteponer su carrera, y Jiraiya quiere poner cadenas a mis pies para evitar que de cualquier paso en falso.

Nagato subió veloz las escaleras y se detuvo frente a la enorme puerta de roble... la casa era antigua pero remodelada.
Grande y solitaria, estaba en medio de la cuidad, y pegada a un enorme edificio, para desgracia, el estacionamiento de dicho edificio daba a mi ventana, asi que la constante entrada y salida de vehículos era lo unico que veia, ni siquiera la calle y los negocios, solo autos estacionados...

Sentí que golpeaban y deje la guitarra sobre la cama, me acerco a la puerta y le abro al joven Nagato.

— Señorita Sakura su padrino la llama para cenar—dijo avergonzado... se notaba que era un chico muy timido.

— Bueno Nagato, vamos, ya estoy lista—Le respondi tomando su mano para bajar con él... al principio note como se tensaba... luego por varios escalones aflojo el agarre y finalmente antes de entrar al salón se soltó apresurado.

Acaso era miedo a mi padrino. Si, definitivamente, era un tipo que metia miedo.

Decidí dejar de molestar al pobre Nagato y sentarme a cenar en silencio ya que hablar con Jiraiya solo derivaba en peleas.

— Gracias Nagato, Mañana tendras que llevar a Saku hasta el instituto. Tengo que salir y sin Nadja...— espetó  mi fastidioso padrino.

— ¿Dónde esta Nadja? — Pregunte fingiendo curiosidad. En realidad era raro que la encargada de la casa no este.

— Tenía cita con el médico... Volverá pasado mañana.— Dijo Jiraiya como su lo supiera desde siempre y no desde hace diez minutos atrás.                                           
—¿¡Pero ella esta bien!?— Insistí preocupada. Mi mejor actuación  hasta ahora.  Me caía bastante  mal Nadja siendo sincera.

— Si señorita, ella esta bien, solo es un control que se hace de rutina.
Yo me encargo de su traslado mañana, no se preocupe.— dijo Nagato. Y se iba a retirar para cenar en la cocina, pero lo detuve.

—¡NAGATO! ¿Por qué no cenas con nosotros? Nadja no esta y me parece algo horrible que estes sólo en la cocina.— Mire a mi padrino desafiante.

—Sakura tiene razón. Trae otro plato y cena con nosotros.— espetó serio.

— No quisiera incomodarlo señor... se los agradesco.—Decia cambiando el peso de un pie al otro. Se notaba  que dudaba si aceptar o no.

—Deberias aceptar, porque de otra manera, terminaremos moviendo todo a la cocina.— sonrei al escuchar a Jiraiya decir eso y por primera vez desde que estaba en Rusia me sentí cómoda. Por primera vez vi a mi padrino como un hombre normal y no ese tipo serio y recto de siempre.