"¿Qué posibilidades hay de que te enamores de la chica de al lado?
La química entre nosotros fue inmediata, pero un error hizo que se aleje de mí.
Hace seis meses que se fue y ya no soporto su ausencia. Estoy atrapado en un mundo sombrió, ella se ll...
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Llegamos de madrugada y fuimos directo al departamento. Lo más gracioso fue que Sasuke dejo las valijas en la entrada y me cargo en brazos hasta el sofá.
Nos reiamos mientras me dejaba tiernos besos por toda la cara. Se detuvo cuándo nos empezamos a poner demasiado mimosos.
Preparo la bañera, me desvistio lento, sus caricias me ponian la sangre a hervir. Luego se desnudo él y nos metimos juntos en el agua caliente. Cuándo estabamos relajados del viaje, gire y me subi sobre él.
Hacia rato que sentía la dureza de su miembro rozar en mis muslos. Suave fui bajando hasta que estuvo muy adentro y ambos soltamos un gemido de placer.
El agua salia por los bordes de la bañera mientras saltaba sobre su pene. Sus manos en mis pechos, sus labios en mi cuello. Amaba cada momento con él, pero eran estos, los mas intimos y placenteros, los que me hacían delirar.
Salimos del agua y tras secarnos, seguimos amándonos en la habitación. Cuándo ya no podiamos más de tantos orgasmos, nos quedamos extasiados y dormidos.
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Me desperte antes que mi bella dormilona. Estaba agotada después de la noche que pasamos. Le prepare el desayuno. Avise a la familia y amigos que llegamos bien.
Luego subí con la bandeja. Verla recostada en mi cama. Nuestra cama... Después del tiempo que pase sufriendo por estar lejos. Ahora por fin la tengo conmigo. Su cuerpo desnudo, las marcas casi desaparecen, su sonrisa me indica que sueña, y no son pesadillas. No quiero despertarla, pero se enfria el café.
—Buenos días bella durmiente— le susurró en el oído. Estoy listo para que me mande a la mierda, es temprano y Saku odia madrugar.
—Mmmm ¿huelo café?— me dice mientras se despereza. Creo que nunca la vi más hermosa que ahora.
—Tenemos que desayunar, deshacer las valijas, colgar el obsequio que nos dieron nuestros amigos— le enumero las cosas y ella arruga la nariz—y... pasar la tarde abrazados en el sofá. Llenandote te besos— Sus ojos brillan, mostrando entusiasmo .
Desayunanos, organizando la semana. Y haciendo miles de planes. Está feliz. Y sólo eso me importa.
El fin de semana pasó rápido, cenamos con Jiraiya y Nadja. Y nos enteramos que enviaron al pelirrojo a dar un pequeño paseo... "Escuela militar", para el padrino de Saku fue el mejor lugar donde "reformar" al tipo ese.
Me importa muy poco dónde lo manden, mientras este lejos de mi novia.
Retomamos los cursos, y Saku está super entusiasmada con las clases de Arte. Pasa muchas horas pintando, y es algo tan encantador. Ella, el atril, los lienzos, una vieja camisa mia, que le queda hermosa salpicada de tantos colores que parece una reina arcoiris. Verla me provoca ganas de besarla constantemente.
Trabajo desde casa, por lo que mientras programo desde el sillón con mi laptop, tengo una hermosa vista de ella pintando un paisaje.
A veces es ella tocando bellas melodías en el teclado, definitivamente es la mejor compra que hice desde que llegue... Sus finos y delicados dedos acarician las teclas con pasión. Otras veces se sienta en la escalera y toca la guitarra.
Algunos días cocina, pero lo hace horrible. Nos damos el gusto de salir seguido a cenar afuera. Me muestra sus sitios favoritos. La casa de su abuela fue vendida pero sigue en pie. Pasamos frente a ella hace unos días. Los recuerdos la invadieron y lloro bastante esa noche, pero estuve a su lado. La contuve. Lo superamos juntos. Muchas veces paso por mi cabeza el hecho de que si ella estuviera sola, podría caer en la depresión, y lastimarse, seria su primer opción, pero me tiene a mi, estoy para cuidarla y protegerla. Y enseñarle que hay más caminos que ese.
Una sensación de paz me recorre cuándo dormimos cada noche abrazados, las noches que dormimos, que no son la mayoria, para variar.
No tengo dudas de que es el mejor momento de mi vida.
Cierro mi laptop y me acerco a ella, esta apoyada sobre el balcón mirando el sol caer. Se ve increíble.
—¿En qué pensás preciosa?— me acerco y la rodeo con mis brazos. Respiro hondo en su cuello. Adoro su aroma a cerezas.
—Estamos juntos, en Rusia, esperando que el delivery nos traiga ¿Cómo dijiste que se llama?— me dice mientras arruga su nariz.
—Foccacia Italiana, te va a gustar no te preocupes—Respondo al tiempo que dejo un pequeño beso en la punta de su arrugada nariz —¿Y, eso es todo?— insisto al verla tan perdida en sus pensamientos.
—Soy Feliz, Soy muy feliz Sasuke. Te amo— dice con una enorme sonrisa capaz de iluminar el resto de mis días.
