"Tras la chica de al lado" Libro 2- Sasusaku 🔞

Capitulo 12♡

Estaba concentrado tocando el teclado, cuándo Saku me escribió que le abra porque estaba abajo.
Me sorprendi. Y casi salto de felicidad, ¿Se terminó el castigo? Fue lo primero que pensé, pero aún es muy pronto. Baje corriendo por la escalera. No se como no rode de cabeza.

Apenas abri saltó a mis brazos y nos fundimos en un beso. Uno de esos llenos de necesidad, por supuesto que nos necesitabamos mucho uno al otro. De eso no había dudas. Su perfume se colo por mi nariz disparando todos mis sentidos. El beso se alargo y cuando ya nos quedamos sin aire paramos. Aunque hubiera deseado seguir besandola.

—Te necesito— me dijo sonriendo. Y con esa mirada picara que tiene.

—¡Yo más preciosa! ¡Vamos rápido arriba!— le dije entusiasmado.

—¡Asi no tonto! ¡Necesito esto!—
Y yo que esperaba que ella señale mi bragueta...,  pero señaló mi cabeza dejándome pasmado.

La mire sin entender. Y empezó a explicarme para que me buscaba.

—El auto de mi padrino no anda.
Es el navegador. Se desprogramo.—
Sonreí y me llevo hasta la cochera donde estaba el vehículo.

Saque el navegador sin problemas y me lo lleve a casa.

—¿Otra vez desconfigurando navegadores? —Le digo mientras volvemos al departamento.

—¡Está vez no tuve nada que ver!— me dice mientras sonrie. Por Kami, cómo extrañaba su sonrisa.

—¿Te quedas conmigo un ratito?—le pedi casi suplicando.

Me miro dudando, pero acepto.
Casi le hago el amor en la escalera. La necesidad que tenía de estar con ella era mas fuerte que mi autocontrol.

Logre llegar a casa, deje el aparato en la mesa y me lance por ella. Empezó a jugar conmigo, esquivandome y riendo —¡Nena! No tenemos mucho tiempo— le reclame.

—¡¡Entonces mejor te apuras en atraparme!!—Punto para ella. Suspire resignado.
Corri al rededor del living, pero es muy escurridiza. Saltó por encima del sillón para evitar que la agarre. Su risa llenaba el departamento de júbilo.

Empecé a quitarme la ropa para ganar tiempo. Y la descubri mirandome de manera pervertida. Cuando se distrajo la arrincone en la escalera y la atrape.
Verla morderse el labio era un elixir.

—¡Por Kami! ¡Me volves loco!— murmuré contra su cuello.

Entre besos y caricias la subi hasta la habitación, le saque la ropa y la tire en mi cama. Esas malditas marcas aún no se terminan de curar, sin embargo no tiene nuevas. Lo cual me llena de alivio.

Hablamos por mensaje sobre eso.
Prometió dejar de hacerlo, pero no pienso quitarle un ojo de encima.

Recorro su vientre con mi lengua y jadea de placer.
Me cuelo entre sus muslos. Puedo sentir lo mojada que está.
Quito sus bragas y empiezo a besarla. No tarda mucho en llegar y eso me pone a mil. Ya quiero estar dentro de ella.
Me bajo como puedo los pantalones y me subo encima suyo.

—Te amo preciosa—Le susurro al oido mientras me meto tan profundo como puedo en su interior.

Sus gemidos me llevan a un estado de placer increible. El calor abrazador de su sexo húmedo. Ardiendo para mi. Me aprieta. Se contrae. Y me hace terminar casi sin poder retenerlo.
Caigo a su lado. Con la respiración agitada.

—Debo volver—Me dice acariciando mi pecho.

Asiento sin ganas. Se que la voy a ver a diario en la Uni a partir de la semana que entra.

—¿Todo bien en casa?—le pregunto mientras nos vestimos.

—Si...—Su respuesta no me convence. Algo la inquieta, conozco a mi Saku. Pronto sabre que es.

Cuándo se va me pongo a ver el navegador del coche..
Arreglarlo me toma diez minutos. Se lo llevare mañana.
Asi puedo verla otra vez.

Caigo en la cuenta de que nuestro encuentro no fue con cuidado. Es la segunda vez que lo hacemos así.
Le mando un mensaje apurado.

Sasuke:
"¡Nena! ¡No nos cuidamos!"

Saku:
"Mañana compro una pastilla del día después".

Más tranquilo. Me preparo algo para comer. Y me quedo pensando en lo descuidado que fui. Aunque quiero tener hijos en el futuro. No puedo poner a Saku en esa situación.

Vuelvo lo más disimuladamente posible. Evitó a todos y me encierro en mi cuarto.

Cuándo estoy por desvestirme para meterme a la ducha la puerta se abre de golpe y se cierra enseguida.
Siento el cerrojo y salgo del baño para ver a Nagato parado. Apoyando la cabeza en el marco. Sus manos temblorosas en el cerrojo que acaba de cerrar.

—¿Qué haces aca? ¿Por qué trabaste la puerta?— estoy nerviosa. No me gusta su actitud.

—No es justo—  dice arrastrando las palabras con bronca.

—No entiendo. Deberias salir. Me tengo que dar un baño. Nadja se va a preocupar sino te ve. Y mi padrino—Intento convencerlo de que se vaya. Me está asustando.

Él levanta sus ojos para buscar los mios. Su mirada inyectada de dolor. Y algo de rabia. Sin dudas sus ojos no me miran como hace un tiempo.
Empiezo a temblar. Y se abalanza sobre mi.

Intento gritar pero me sofoca. Su mano cubre mi boca.
Sus ojos me miran fijo.
Sólo una toalla cubre mi cuerpo.

—Te vas a bañar porque estabas revolcandote con él—  Sus palabras suenan cargadas de reproche.

Sólo puedo cerrar los ojos. Y abrirlos de nuevo en señal de respuesta.
Ya que sus manos me tienen apresada contra la pared y cubre mi boca.
Una lágrima se desliza por mi mejilla.

Él la ve y su actitud cambia al instante. Me suelta y se aleja.
Golpea su cabeza y niega.

—¿Por qué tuvo que venir a buscarte!?, estábamos bien.—
Lo veo dar vueltas por la habitación.

Intentó encerrarme en el baño, pero se abalanza sobre mi de nuevo.
Aprisiona mi cuerpo contra la puerta del baño. Quisiera decir que tantas disciplinas marciales me sirvieron de algo, pero mentiría, el miedo no me dejo mover un musculo.

Estoy de espaldas y puedo sentir como apoya su cuerpo contra el mio.
Empieza a tocar mi pierna. Delinea mis cicatrices con su dedo. Y con su cabeza metida en mi cuello lo escucho decirme — Toda esta mierda es su culpa. Si tan sólo me vieras con lo ojos que lo ves a él. Si sólo me dejaras mostrarte que soy mejor— Su mano sube la toalla y acaricia mis nalgas. Besa mis hombros.

Mi respiración es agitada y las lágrimas empapan su mano, la mano con la que me tapa la boca.

Siento que no va a detenerse.
Esta a punto de hacerlo.
Va a forzarme a estar con él.
No lo creí capas.

Sólo puedo pensar en Sasuke.