"Tras la chica de al lado" Libro 2- Sasusaku 🔞

Capitulo 13♡

La puerta empieza a sonar y la voz de Nadja nos devuelve a la realidad.

—¡¡¡Sakura!!! La cena estará en minutos no demores. ¿Viste a Nagato!? No lo encuentro— mueve la perilla, pero el bloqueo no la deja entrar.

Nagato respira agitado.
Yo intento safarme para poder hablar. No me lo permite.
Lo empujo con mi trasero. Y me froto contra él. No es lo mejor. Ni me agrada, pero siento su pene firme y eso lo obliga a moverse. Cuándo lo hace me safo y me quedo mirandolo.

—Yy...Ya voy... Me estaba por bañar. No veo a Nagato desde el mediodia— digo disimulando lo mejor que puedo el temblor de mi voz.

Él me mira sorprendido. Seguro se pregunta por qué lo estoy cubriendo, cuando casi abusa de mi.

—¿Estás segura que estás bien!? Te escucho rara—Insiste y me pone más nerviosa de lo que ya estoy.

—Sisi es sólo que ya estaba en el agua y sali de la ducha para avisarte apenas te escuche—Digo intentando disimular la situación de mierda que viví segundos antes.

—Bueno... No demores.

—Sisi ya salgo, Nadja, gracias por avisar.

Apenas sentimos que baja por la escalera. Le pido a Nagato que se vaya.

—Sal de aqui. No te vuelvas a acercar a mi— la ira en mi tono de voz es demasiada.

Aún intento calmar mi respiración.

— Saku... Lo... Lo siento... Yo...— Puedo ver la culpa y su arrepentimiento escrito emntodo su rostro, pero estoy tan dolida y furiosa.

— ¡SAL! No me digas nada. Sólo vete. No te quiero cerca. Sal antes que me arrepienta y empiece a gritar. Sólo sal de aqui por favor.

Saca la traba del cerrojo. Y sale de mi habitación. Una vez sola me permito llorar con fuerza.

Me meto a la ducha. No tengo ganas de bajar a cenar, pero sino lo hago sólo voy a conseguir que empiecen con el interrogatorio. Dibujo la sonrisa mas falsa que puede existir.
No puedo evitar recordar a Sai al hacerla, él era el maestro de las sonrisas falsas. Ahora más que nunca quiero regresar y dejar Rusia atrás, pero tengo que terminar mi carrera.

—¿Pudiste llevar el navegador del coche?— Me pregunta Jiraiya apenas me ve.

— Si... Supongo que ya lo tiene arreglado. Seguro mañana te lo traiga— Nagato se une a la cena. Sentandose junto a mi padrino, su mirada no se despega del plato.

—¿Te pasa algo? ¿Ustedes están bien? ¿Pelearon?—pregunta mi padrino. Y no se si se refiere a Sasuke o a Nagato.

— ¿¡Qué!? No... Estamos bien. Estamos muy bien. Yo estuve estudiando bastante. Me duele la cabeza y casi no tengo hambre— Digo mientras hago otra de esas sonrisas falsas.

—¿Y a ti que diablos te sucede?— Le dice al pelirojo que sigue con su mirada fija en el plato vacío.

— Nn...Nada... Tengo sueño. Y dolor de cabeza.

Nadja trae la comida. Y mientras ella organiza cosas de la casa con Jiraiya. Nagato me mira de reojo. Ninguno de los dos tocó la cena.
No se como puede siquiera mirarme después de lo que hizo.

Me lavante temprano para llevarle el navegador del coche a Jiraiya
Me sorprendi que me abriera él la puerta ya que se que tiene un ama de llaves que se encarga de todo.

—Uchiha... Pasa.

—Buenos días... Señor, Permiso— entre a la casa y me indico que me sentara en la sala.
Apareció la famosa Nadja. Y nos trajo café.—Aca tiene el navegador. Estás cosas siempre se desconfiguran cuándo lo necesite me avisa yo no tengo problema en repararlo— le digo intentando ser amable y atento.
Me observa tanto que ya estoy incómodo.

—¿Tanto la amas que viajaste hasta aca? ¿Y te mudaste justo al lado para estar cerca?

—Si... Demasiado... No me ire... — le respondo firme y seguro de lo que digo. No me importa si le gusta o no. Saku es mia. Y yo soy de ella. Tendrá que aceptarlo.

— Pero ella vino aca para alejarse de ti—dice sin dejar de mirarme. Analizando cada respuesta y cada reacción.

—Cometí un error...pero...—Él me interrumpe...

— No volverás a cometer ninguno me imagino—noto cierto sarcasmo en su afirmación.

Asiento. Y él suspira.
—Supongo que debo resignarme a verte seguido por aca—dice mientras le da un sorbo a su cafe.

Sonrio. Y veo a mi pelirosa bajar la escalera. Su carita esta perdida en algún pensamiento horrible. La conozco demasiado como para poder notarlo. Sin embargo cuando me ve su rostro se ilumina y una sonrisa sincera y bella ocupa su perfecta carita.

—¡Amor!— se acerca a mi y me besa.

Jiraiya se aclara la garganta. Y Saku me deja y sonrie.

—¡Buenos días padrino!

—¿Para mi no hay beso?—Dice finjiendo seriedad.

Saku besa su mejilla. Y él sonrie.
—Debo irme. Ahora que tengo coche nuevamente.— Dice y me da las gracias—Pensaba pagarte por el arreglo, pero creo que dejarte ver a mi ahijada es suficiente ¿no?.

Ambos reimos. Y luego él se va de la sala.

Nadja aparece, para llevarse las tazas.

—Debo ir a la farmacia—me dice. Y recuerdo la pastilla que debe tomar.

—Vamos. Te acompaño.—le digo serio. Y salimos rumbo a la farmacia.

La semana pasó volando.
Estoy en la entrada de la Universidad esperando a mi pelirosa.
Hace días que anda rara.
Espero que de una vez por todas me cuente lo que le pasa.
Cuándo llega a mi lado me besa con toda su ternura.

—Nena, algo te pasa...  Puedo verlo—le pregunto mientras caminamos por el campus hasta la sala de arte.

—Te prometo que no tiene nada que ver con nosotros, pero de verdad no quiero decirte.— tanto misterio nunca es bueno.

Su respuesta me deja aún más intrigado. Entramos a clase. Y la mañana y tarde se nos pasan rápido.
Volvemos juntos caminando a su casa.
Al doblar la esquina esta ese chico pelirrojo sentado afuera de su casa.
Apenas lo ve ella se tensa y puedo presentir que él tiene mucho que ver en lo que pasa con mi pelirosa.

Nos despedimos y ella pasa de largo sin siquiera mirarlo.
Él suspira derrotado.
Todo es muy tenso. Me meto al edificio pensando que debo averiguar lo que sucede con ellos.