P E R D O N A M E p.2

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J I M I N.

Di un movimiento sobre mi cama, sentí que estaba vacía al no tener otra cosa que abrazar más que a mi almohada, abrí mis ojos con todo el cuidado del mundo pues me dolían por lo pesados que estaban, esa hinchazón que permanecía como resultado de haber estado sumergido en llanto.

—J-Jungkook...—susurré para mi, si me percaté segundos más tarde pues mi amado y pequeño conejito no estaba a mi lado, eso era una molestia de lo peor.

Salí de mis pensamientos pues escuché unos toques en la puerta, en ese momento sentí que el corazón se me saldría, trague saliva y aclare mi garganta saliendo de las cobijas poniéndome de pie para ir a abrir, ojalá y que no fuesen las personas que estaba esperando y de ser así tendría que afrontar toda la verdad y luchar por que mi relación con Jungkook siguiera a pesar de que teníamos algo prohibido.

Camine a paso normal y abrí la puerta encontrándome con una de las chicas del Staff, tal vez si era lo que me imaginaba.

—Señorito Park, abra una junta en 15 minutos en la sala lo esperamos.—hizo una reverencia aquella chica de cabellos comunes negros para luego darse la vuelta y retirarse.

Suspire para luego hacer una reverencia y mostrarle una ligera y claramente falsa sonrisa, era un gran manojo de nervios así que me dispuse a adentrarme de nuevo a mi habitación y vestirme de manera rápida para bajar, estaba preparándome en el proceso mentalmente para todo lo que tenía que venir.

Después de unos diez minutos tome mi teléfono celular guardándolo en uno de mis bolsillos disponiéndome a salir de la habitación en paso normal un poco más lento para ir tomando aire y evitar un desmayo.

. . .

Una vez que llegue abrí la puerta de la pequeña sala de reunión.

Sonreí al observar a los chicos sentados en un sillón donde no cabíamos todos, estaban como unos niños pequeños jalándose como intentando hacer más espacio en el sillón, aunque estaban empalmados unos encima de otros.

Se me hizo muy extraño que Jungkook no estuviese, de inmediato me di cuenta de eso, era algo malo pues significaba qué tal vez lo habían regañado a tal grado que estarían ahora mismo hablando con el y dictándole las consecuencias de tener una relación con uno de los miembros, las cuales eran muchas y no se quería imaginar en los duros aprietos en los que estaría su conejito y el.

Namjoon se levantó del sofá dándole un empujón a el chico de cabellos morados claros el cual tenía parte de su pierna encima de el y que no dejaba de mover sus caderas de enfrente para atrás.

—¡Ya está bien me quito, Jin!.—comentó el de piel canela y hermosos hoyuelos sacudiéndose cuando se levantó, lo que provocó que hubiera un espacio más considerable y que los chicos se acomodaran mejor.

Reí de manera leve para luego negar con la cabeza y observar a Nam.—¿Sabes para que es la junta?.—alce una ceja haciéndome el desentendido, después de todo era probable que ni siquiera fuese para eso y yo la fuera a joder.

Ante aquella pregunta el joven líder negó encogiéndose a su vez de los hombros.
—No, sinceramente no me dieron alguna instrucción o me hablaron al respecto de ello.—se quedó parado para luego cruzarse de brazos y suspirar, la verdad es que el también se preguntaba para que los habían citado tan temprano.

—¡Pero esto no es Justo!, Kookie no a llegado.—aquel tono de Niño de diez años de edad haciendo un grave berrinche fue proveniente de los labios de cierto chico de cabellos negros y piel apiñonada, Tae nuestro querido Tae.

Atrape mi labio inferior con mucha levedad con mis dientes para luego sentarme en una simple silla que estaba en el lugar, esperando que llegara o mi Kookie o el CEO.

"Amor prohibido no es indebido" jikook kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora