Capítulo 10. No te soltaré.

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-Aybüke-

Son las seis de la mañana cuando suena la alarma, estiro mi brazo lentamente hasta que llego a la mesilla de noche para desconectarla y hacerme la remolona unos minutos más en la cama, los que me permite mi hijo peludo que en seguida empieza a besarme la cara para que me levante. Es increíble lo que odio madrugar, aunque sea para ir a hacer una de las cosas que más me apasionan en el mundo, sigo levantándome de mal humor y hasta que no me tomo mi café no soy persona.

Me llega un mensaje al móvil que interrumpe mis pensamientos, sonrío inconscientemente al ver quién es el emisor.

- Buenos días, ¿te viene bien que en media hora pase por tu casa para recogerte e irnos al set? Espero que hayas descansado bien, nos espera un día movidito.

Por un momento se me había olvidado que estoy sin coche y Furkan se había ofrecido a llevarme al set en lo que tardan en arreglármelo. Un poco a regañadientes me levanto de la cama y voy directa a la ducha, no sin antes darle al play a mi lista.

Suena la banda sonora de nuestra serie mientras me meto en la ducha y con el agua ardiendo como me gusta, empapo todo mi cuerpo con la alcachofa y noto como mis músculos se destensan poco a poco.

Tocan el timbre de casa cuando estoy por salir de la ducha, así que como puedo cubro mi cuerpo con la toalla y salgo a corriendo a mirar de quién se trata.

- Bu, buenos días- balbucea un furkan dormido mientras me mira de arriba abajo.

- Ay furkan eres tú, pasa no te quedes ahí parado-digo mientras me maldigo por ser tan lenta para todo-dame cinco minutos y ya salgo, tu ponte cómodo como si estuvieras en tu casa-digo desde el baño,

- No te preocupes, no hay prisa, pasé por el puesto del otro día y te traje el café-dice desde mi salón.

- Perfecto, café es lo que necesito para ser persona a estas horas de la mañana- confieso mientras me seco un poco el pelo con la toalla.

- Así que eres de las dormilonas que odian madrugar- afirma después de pegarle un sorbo a su café negro turco y de dejarme el mío encima de la mesa.

-Gracias por acodarte de mis alergias y sí, me gusta mucho dormir, casi tanto como a ti ir al gym- contraataco.

- ¿no me digas que todavía huelo a sudor?, pero si me duché nada más llegar a casa- bromea mientras se huele.

- No hombre, pero con las prisas de venir veinte minutos antes a buscarme se te ha olvidado quitarte el reloj para ir a correr- le digo señalando su muñeca izquierda.

- Allah, Allah, ¿pero ¿dónde tendré la cabeza?, gracias por avisarme compi.

- Anda, vámonos ya que al final llegaremos  tarde a la prueba de vestuario por tu culpa.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2021 ⏰

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