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Capítulo 21 "Le dije que no."

Mike POV

“¡Ashton abre tu!” exclamé cuando oí el timbre de la puerta.

“Joder, ¿Clifford esta escusa de Lauren me dejo así que no puedo hacer nada hasta cuánto va a durar?” se quejó él mientras oía como bajaba las escaleras para abrir la puerta. “Hola, ¿qué haces aquí?” dijo cerrando la puerta del recibidor.

Yo intenté oír de quien se trataba pero como Ashton había cerrado la puerta del recibidor me era muy difícil poder reconocer la voz. Aunque de una cosa estaba segura, se trataba de una chica. Debía ser Lily ya que según me había dicho Ashton hoy iban a salir los dos de fiesta.

“¡Clifford tienes visita!” exclamó al poco rato mientras entraba en mi habitación.

“¿Quién es?” le pregunté aun tumbado en la cama sin intención de levantarme.

“Baja tú mismo a verlo” me respondió. “Ah, por cierto, ¿te has planteado ventilar un poco la habitación? Porque la verdad es que no iría mal” dijo él mientras se tapaba la nariz y se acercaba a la ventana para abrirla.

“Imbécil” le solté.

“Lo que tú quieras. Pero ahora baja que te esperan” me dijo él señalando la puerta de mi cuarto.

“Ya voy, ya voy…” le dije resignado mientras salía de mi cuarto arrastrando los pies por el suelo y me dirigía a la entrada.

“¿Qué qui...” empecé a decir esperando encontrarme con Kath. Ella se había pasado prácticamente cada hora que podía a mi lado, menos esta tarde que había quedado con Calum. Habíamos estado mirando películas, escuchando música o solamente tumbados en la cama en silencio. Tenerla a mi lado me reconfortaba aunque la ruptura con Lauren seguía matándome. Pero en su lugar me encontré a Lauren. “¿Qué haces aquí?” le pregunté secamente. Y es que aunque siguiera sintiendo lo mismo por ella, el hecho de saber que no podíamos tener nada me mataba. Y prefería no verla, a verla sabiendo que lo nuestro era imposible. Si no la veía era menos doloroso.

“Yo… Mike… Tenemos que hablar” me dijo.

“Habla.”

“Lo… Lo siento…”

“¿El qué? ¿El que sientes? ¿Dejarme? ¿No luchar? ¿Tirar la toalla a la primera que tenemos un problema?” le espeté.

“Mike…”

“Porque yo creo que no. Que no sientes nada. Y si todo lo que has venido a decime es esto ya te puedes ir.”

“Mike, no. No es eso. Por favor, escúchame” me dijo y espero a que le respondiera de alguna forma. Pero no tenía intención de abrir la boca. Sabía que si le decía algo iba a empezar a llorar, la había echado demasiado de menos y quería que volviéramos. Pero no podía, no podía volver con ella. “Supongo que esto significa que me vas a escuchar” dijo ella al ver que yo no decía nada. “Mike, no vengo aquí con la intención de mentirte y mucho menos de decirte algo que no sea verdad. Porque sé que te he decepcionado y que seguramente ahora no confías en mí. Y que lo que menos ganas tienes ahora es de escuchar mentiras. Por lo que vengo a decirte la verdad, créeme” me dijo mirándome a los ojos. Yo asentí y ella prosiguió con su discurso. “No voy a mentirte, ni decirte que si otra vez tuviera que escoger entre Calum y tu iba a escogerte a ti en lugar de a Calum, al menos no de momento. Porque si te dijera esto estaría mintiéndote y como te he dicho, no voy a mentirte. Pero no porque no te quiera, porque lo hago y mucho, créeme. Sino porque Calum es mi hermano y he pasado toda la vida a su lado. Son dieciocho años y aunque puedan parecer pocos, pero te digo yo que no lo son. Y aunque estos meses a tu lado han sido los mejores de mi vida, Calum es la única familia que tengo aquí cerca, teniendo en cuenta que mis padres se fueron a vivir a Canadá y nos dejaron quedarnos a los dos  aquí  solos. Es el que ha estado siempre a mi lado ayudándome cuando lo necesitaba. Él era el que venía a consolarme por las noches cuando lloraba porque echaba de menos a mis padres o cuando se murió mi abuela él fue el que me consoló aunque estuviera igual o más triste que yo, el que estaba a mi lado todo el día intentando hacerme reír. No puedo perderlo Mike…”