Emma Ross, una chica que nació con una enfermedad hermosa, pero el mundo no lo ve así, en sus anteriores escuelas sufría de tales abusos que les tocaba mudarse, ahora están en Forks, un pueblo donde lo sobre natural esta latente, pero claro, las per...
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-metí la pata hasta el fondo Kamala- digo con mi cabeza enterrada en la almohada.
-a cualquiera le pasa, se te olvido por la emoción de salir con Jasper, nada más, no creo que este enojado por eso, serena morena que aquí, no pasa nada- dice mientras mueve su cuerpo suavemente con armonía hippie.
-lo deje plantado, me comprometí primero con él que con Jasper, y ya es muy tarde como para ir-.
-y entonces ¿por qué no le contestaste la llamada?-.
-no tengo la menor idea, tal ves fue el miedo-.
-saca esa cabeza de hay y vamos a ahogar nos en pizza, no la pedí por nada- saca la primera rebanada y la lleva a su boca.
-creo que no tengo hambre- sigo en la misma posición de antes.
-mira, te ofrezco algo, ya que mañana es sábado, por que no das un paseo por su casa y de paso te disculpas, también puedes empezar las clases- riega su bebida en la camisa- menuda mierda- habla bajo.
-tienes razón, mañana haré todo eso, creo que seria bueno llegar de sorpresa, a quien no le gustan. Olle, tienes la boca rota o que- me burló de ella.
-ja ja ja, que mal chiste, en serio a ti no se te da esa área, haz algo bueno, dame una camisa, no me voy a dormir así- se va quitando la camisa.
-puedes sacar cuantas quieras de ese cajón, son viejas, ya que como te conozco muy bien, van a ver muchas por lavar- señaló el cajón dentro del armario.
El resto de la noche fue muy común, unas diez camisas sucias, tres cajas de pizza, dos empaques de dulces, don botellas grandes de gaseosa y dos chicas turnando se él baño para vomitar.
