「 ❝ChapterØ6 ❞」

17.5K 958 1.3K
                                    

🔥

La semana transcurrió tranquila para tí, demasiado para tu gusto. Cuando estabas a solas con Rengoku-sensei, no pasaba casi nada. Tan solo una que otra miradilla en medio de su clase o durante tu trabajo, o otra de esas sonrisas que solo eran para tí, pero nada pasó de eso, lo cual te daba una leve ansiedad, ya que estabas acostumbrada a la adrenalina cuando estabas cerca de ese rubio.

Por otro lado, Rengoku solo intentaba contenerse lo mejor posible, ya que sabía que no podía seguir dejándose llevar así. Pero eso si, tus ojos y tu cuerpo lo seguían tentando tanto como la primera vez que te vió, tanto que ya no podía soportar no poder sentir tu piel.

No solo aspectos físicos, le parecía realmente tierno y al mismo tiempo sexy el hecho de que siempre eras tenaz y intensa con todos, pero que eras tímida y sumisa con el. Intentaba no tener pensamientos obscenos sobre tí, principalmente en el trabajo, pero simplemente no podía evitarlo algunas veces.

Había llegado el día viernes sin ninguna novedad, poniéndote ansiosa y un poco desanimada. Caminaste a paso lento a la oficina de Rengoku después de clase para cumplir con tu jornada de "trabajo". Al llegar a tu destino, tocaste tres veces y cuando obtuviste el permiso, entraste en la oficina.

Rengoku-sensei te recibió con otra dulce sonrisa especial y te indicó que te tocaba hacer ese día. Te sentaste frente a el y empezaste con tu trabajo con una cara levemente desanimada. Rengoku, el cual hace unos segundos estaba concentrado en su trabajo, notó de reojo tu expresión por lo que dejó los papeles a un lado y levantó la mirada llamando tu atención.

----_____, ¿Pasa algo malo? Últimamente te siento un poco más apagada.---- Rengoku ladeó la cabeza para verte a los ojos ya que tenías la mirada baja, y en su cara había una leve sonrisa haciéndote sonrojar levemente, puesto a que se veía muy sexy con esa expresión y sus lentes

----N-nada e-es s-solo q-que...----

Las palabras no salían completas de tu boca, por lo que Rengoku se levantó de su silla acercándose demasiado a tí y  poniendo una mano sobre tu frente para medirte la temperatura, haciéndote sonrojar hasta las orejas.

----Ahora también te siento un poco caliente, ¿Segura de que estás bien?----

En su expresión distinguías inocencia pero la realidad era que Rengoku solo hacía eso para provocarte un poco, ansioso por descubrir más de tus expresiones avergonzadas las cuales le parecían adorables.

Bajó su mano con suavidad desde tu frente hasta tu mejilla, rozando su nariz con la tuya. Te miró fijamente a los ojos con intensidad haciendo que tu corazón se disparase más de lo que ya estaba. Rengoku tan solo se alejó de tí, se acomodó los lentes y volvió a su trabajo sin borrar su sonrisa.

Tu solo miraste al suelo con un puchero enojado y tu sonrojo el cual no se iba. Cuando Rengoku te miró de reojo por encima de los lentes, su sonrisa de transformó de una amable y dulce a una ladina y casi perversa, lo cual tu no notaste ya que solo mirabas al suelo con frustración.

----¿Pasa algo, _____?---- Llamó tu atención haciéndose el inocente.

Tu, ya cansada de que jugara así de sucio, te inclinaste sobre el escritorio acercando tu rostro al del rubio. Te acomodaste abriendo las piernas recargando tus manos sobre el escritorio, haciendo que la falda se levante levemente sin dejar ver demasiado y que tus pechos se junten un poco más.

【🔥;;Reɴɢoĸυ-Seɴѕeι 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora