CAPITULO 7

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Después de lo pasado esa noche, Damian en verdad tenía demasiado miedo de que podría pasarle si dormía, aunque, a verla descansar dejo de lado su miedo y cerró los ojos, logró conciliar el sueño y dormir

Esa noche justo su sueño se había convertido en un pensamiento, estaba adormilado pero no se levantaba

Pensó: 

¿En verdad Raven quiere estar conmigo? ¿No será por qué me tenga lastima por ser "solitario"? 

¿Estará jugando conmigo? ¿Qué sentirá en realidad de mi? ¿Si me amará? 

Después de esas palabras, volvió a caer rendido en la cama hasta las 7:00 am 

Damian:

Había despertado y Raven ya no estaba ahí, normalmente me despertaba o se despertaba después de mi, así que sabía que algo estaba mal.
Pero ese era el problema, no sabía que.

Me levanté de la cama, salí del cuarto y la vi tomando un té en la isla de la cocina -Hola Rae, ¿Cómo amaneciste?-

-Ah, Ahora me hablas bien y todo, pero en la noche no sabías que pensar de mi, ¿Cierto?- Me levanté con mi taza en la mano pero la estaba apretando muy fuerte que la exploté, me corté la mano y me malhumoré más de lo que ya estaba

-Espera Rae, necesitas que alguien te curé y para eso estoy- intenté acercarme a ella, desconcertado, claro, no recordaba lo que había pensado y obviamente no sabía de que hablaba, solo sabía que había entrado en mi mente en ese momento y se molestó, lo tenía que arreglar...

-¡NO ME TOQUES!- Me alteré al sentir que se me acercaba y saqué a relucir mi lado demoniaco, mi piel roja y mis 4 ojos, lo iba a atacar pero entre de nuevo a mis cabales, baje de levitar y lo vi fijamente, así me quedé hasta que habló

-Si dices que lo pensé... ¿¡Entonces entraste a mi mente!?, ¿¡Sin mi consentimiento!?- Me molesté al igual que ella, no entendía que la había hecho hacer eso y me enojé, volvió mi yo del pasado, pero no me importaba, no tuvo por qué hacer eso

-Agh- Gemí irritada por su respuesta -¿¡Sabes qué!?, déjame en paz- corrí hacía mi cuarto y lo cerré de un portazo

Esa actitud me dejó atónito, no sabía que responder y MUCHO menos que pensar, así que preparé el desayuno y fui a dejárselo en la puerta de su cuarto, toqué 3 veces la puerta como me era costumbre y me fui, al momento salió y me vio yendo de vuelta a la sala, sentí que esperaba que me quedará ahí para platicar, pero fue muy tarde, cuando volteé ya había cerrado la puerta, ojalá que leyera la carta que le puse en el desayuno 

Esta decía:

"Perdón, no se que fue lo que viste y no lo recuerdo, lamento haber tomado esa actitud como era yo antes, no te pido que me perdones, solo quiero que sepas que cuando necesites hablar conmigo, estaré en la sala viendo la televisión mientras reflexionó, más bien, teniendo la televisión encendida sin ponerle atención por que me importas

Psdt: Escuché mientras me gritabas que rugía tu estomago, así que te prepare ese desayuno, espero te gusté.

Atte. Damian Wayne" 

¿Qué esperabas Damian, Que saliera con eso a hablar contigo sobre lo que vi? 
No tenía nada de que hablar cuando vi que inconscientemente el dudaba de lo que yo sentía por el, aunque se lo había dicho todas las veces que podía, no dejaba escapar ninguna oportunidad de recordarse lo...

No recordaba que me había regalado un muy buen teléfono, el último modelo de compañias Wayne y tenía mis redes sociales, (Mi WhatsApp, mi Instagram oficial, mi Facebook, twitter, etc.)
Tenía a los Títanes  agregados en WhatsApp así que le mandé mensaje a Damian, al que tengo de fondo de chat, una foto diferente de fondo de pantalla y una de nosotros en la pantalla de bloqueó. Bueno, datos que me gustaba recordar

Le escribí: "Cuando salga quiero que haya marcada una línea morada justo a la mitad de la torre, de la mitad de mi cuarto, tu no podrás pasar, y yo NO lo haré de tu lado"

Damian:

"Pero Rae, ¿Por qué?" Le respondí en cuanto me llegó su mensaje, a la única que le respondía

-"¿Por qué? Pq quiero, no quieres saber que pasará si no lo haces"- Bloqueé el teléfono y me dispuse a comer el desayuno, aunque me resignará porqué el lo preparó, tenía que darle la razón, sabe cuales son mis estados de animó y cosas así.
También tenía que reconocer el prestigió de su platillo, se veía bien, olía mucho mejor y sabía PERFECTO, era el único desayuno que me comía sin respingar, en verdad me encanta como cocina, si el no lo cocina simplemente solo tomó mi té y ya, ese sería mi desayuno casi diario

Horas después...

Raven por fin había salido del cuarto, ¿La razón? Volvió a tener hambre, ella no sabía cocinar tan bien, pero por su orgullo no lo miraría ni un segundo

¿Damian?, él se encontraba dormido en el sofá, ya tenía planeado que le daría hambre, y dejó comida preparada, hizo lomo de cerdo con puré de papa y una salsa de habaneros, picaba mucho, tanto que ni el la aguantaba, no lo hizo apropósito, o tal vez si, para verla sufrir enchilada, aunque se durmió antes de que pasará, pero como dije, estaba preparado para todo así que recordó que fue lo que pudo ocasionar tal molestia de su amada.

Le volvió a dejar una carta, un poco mal escrita y los reglones chuecos, era evidente que en cuanto sintió el golpe de sueño la escribió.

Leí la carta que había en la mesa, estaba mal redactada pero eso a leguas se veía porqué la escribió cansado, minutos o inclusive segundos antes de caer dormido en el sofá.

Al terminarla, no pude evitar llorar, pero era de felicidad, aunque no había dejado muchas cosas en claro, razón por la cuál seguía enfadada, aunque no tanto, ya me permitía el hablarle, pero solo eso, se había hecho noche.
Termine de comer, también muy de mi agradó esa comida, tanto que me la acabe toda, solo esperaba que el hubiera comido y cenado, no había nada hecho, me lo terminé comiendo TODO, hasta la salsa asesina, por mis habilidades gustativas y mi paladar, supe que tenía alrededor de 300 chiles molidos, como 20 litros de tal bomba.

Después de todo eso, me sentí muy cansada, aunque no había hecho mucho, me había resultado cansado, más por lo sentimental.

Iba a ir a dormir a su cuarto, ya que hay había muchaaas pijamas para mi

(Y si, si lo preguntan, sus pijamas son playeras holgadas de Damian, que le quedaban grandes, perfectas para dormir)

Pero recordé que estaba en el sofá dormido, por lo que había pensado la madrugada pasada aún no lo dejaría dormir de nuevo conmigo, pero como pude, lo cargue y lo metí a mi cuarto, yo dormiría en el suyo y el en el mió

Al dejarlo sobre mi cama, quitarle la ropa ya que me encantaba ver ese cuerpo lo besé y acerqué mi frente a la suya y le susurré -Te perdonó Damian-

Con esas palabras salí de mi cuarto y entre al suyo, abrí sus cobijas por que sabía que esa noche sería fría.

En cuanto toqué sus sabanas, muy frías por cierto, me tapé con sus cobijas y caí dormida, era muy acogedor su cuarto.

Un amor sin precedentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora