CAPITULO 6 Parte Final

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La pareja había visto como sus amigos se alejaban velozmente en el auto, se dirigían a la ciudad pero sabrían que iban a ir mucho más lejos de Jumpcity, sabían que no iban a comprar cosas y les habían mentido, pero prefirieron quedarse con la duda de hasta que regresarán, al ya no verlos entraron, haciendo que el sistema defensivo de la torre se activará y los "mantuviera" adentro aunque ellos planeaban otra cosa..

-Después de acabar el quehacer Rae, ¿Quieres ver una película de las que te gustan? ¿De terror?- Le pregunté mientras íbamos camino a la parte de arriba, donde estaba todo el desastre

-Claro, si a ti no te da miedo jajaja- me burle de el por lo antes pasado

-Esta vez no me dará miedo mi amor, solo fue esa película, no la veremos de nuevo-

-¿Por qué estas taaan seguro? Claro que la veremos- lo estaba molestando como siempre

-Esta bien, si quieres verla vamos a verla, sabes que no te puedo llevar la contraria- la agarre de la cintura para que caminara al frente mío y yo, mientras la abrazaba por atrás, uniendo nuestros cuerpos y sonrojandonos como nos era costumbre

No dijimos ni una palabra hasta que llegamos a la sala principal

-Bien, no nos dimos cuenta pero nos dejaron un desmadre regado por TODA la torre, ropa por ahí, por allá, trastes rotos, sucios, comida en el piso, el sillón mojado, mostaza por todos lados, -Espera... ¿Qué mierda hace la mostaza en el piso? Y, ¿Por qué hay mostaza en el piso? Desayunaron huevo con jamón, ¿Quien le pone la mostaza al huevo?-
Me enfade con ellos por irse lo más rápido posible para que no nos diéramos cuenta -Cuando regresen me las pagarán-.

-Tranquilo pequeño, enojarte con ellos y jurarles venganza no te llevará a nada bueno, ya lo habíamos platicado- Empezé a lavar los trastes, que no eran muchos porque la mitad estaban rotos, parecía como si un elefante hubiera marchado encima de ellos, y si no mal recuerdo, cuando nos estábamos vistiendo escuché claro el sonido de un elefante en la sala, -¡Maldito Chico Bestia!-

-¿Y me pides que me calme cuando tú estás igual, amor?-

-Esta bien, yo lavo los traste e intento quitarle esas manchas de mostaza diluida con agua al sillón mientras tú haces lo demás, ¿Que te parece?- Me volteé del lavabo y le sonreí, una sonrisa de par en par, de oreja a oreja

-Ah si, para eso sí hablas primero pero para despertarte no- Lo dije con completo sarcasmo, aunque si me había molestado un poco que me dijera que yo haría lo demás literalmente el 95% del desastre que había

-¡Claro!, Si ya sabes cómo soy jaja-

Me le quedé viendo feo, no quería hacer todo lo demás, aunque fácilmente me iba a hacer cambiar de opinión y para mí mala suerte ella sabía cómo...

-Esta bien, está bien, te propongo algo, si haces lo demás tendrás una recompensa especial...- Rayos, la Raven pervertida estaba saliendo, era la emoción que me dominaba en ese momento y creo que dejaré por primera vez que salga, "Siempre hay una primera vez para todo" y esta sería la mía

-Ehm... ¿Y este será?- Yo me imaginaba TODOS los escenarios posibles pero no lograba decidirme por uno más certero 

-Si haces lo que te digo, amor, lo sabrás, solo tienes que esperar- Me volteé a lavar los trastes

-Esta bien, empezaré por recoger todo el piso- 

Horas después, habían terminado todo el quehacer, terminaron a las 11:00 pm, estaban muy cansados que en medio de sus planes de ver películas de terror, se quedaron dormidos en el sillón.

3 horas después, a las 2:00 am, Damian se despertó ya que era incomodo dormir en el sillón, iba a dejar ahí a Rae ya que ella se veía muy a gusto, cuando volteó hacía la ventana y vio que era luna nueva, bien sabía que Rae era mucho más propensa a tener pesadillas en un casi seguro que ya las estaba teniendo y obvio no dejaría que durmiera ahí.

Así que la puse en una posición cómoda para cargar, la levante como si estuviéramos saliendo de nuestra boda, que de hecho así me sentía, pero bueno, la llevé a mi cuarto ya que es el que puedo abrir con la mirada, entré y la recosté sobre la cama, aunque yo tenía menos cobijas que ella hacía más calor que en su cuarto y con toda la pena del mundo, con mis manos ya que carecía de magia, la tuve que desvestir, con más ganas que a fuerza, de hecho, nadie me obligaba, pero yo lo sentía así, así que le quité su capucha, la dejé colgada en un perchero, y empece a quitarle poco a poco su traje pegado, sin miedo a lo que podía ver

Saqué sus brazos lo más lento y sutil que podía, mi moral me intentaba detener, por alguna extraña razón, pero sabía que lo correcto era hacer lo que ella hizo conmigo la noche pasada, así que le devolvería el "favor", con un brazo la levanté desde su espalda baja, y con la mano del otro iba bajando desde sus hombros su atuendo hasta que llegué a su pecho, como era más ancho, MUCHO más ancho, tarde más en bajarlo de ahí, pero en el momento que lo hice supe porqué mi moral no me quería dejar hacer eso, ella no traía sostén, pero bueno, de todos modos los dos somos iguales, los dos los tenemos así que de ninguna forma iba a verla pervertida mente, seguí bajando su traje hasta llegar a sus piernas, las levanté, jale con un poco más de rapidez su atuendo, de lo demás que vi no lo iba a decir, solo que si traía ropa interior, de color negro, okey, creo que pensé de más, así que me olvidé de esos pensamientos y no sabía que hacer, en cuanto le quité completamente al parecer iba a despertar pero solo se quedó ahí, al menos eso yo pensé, la cargue de nuevo como debería ser cargada una princesa, abrí como pude las cobijas, la metí ahí, me desvestí hasta quedar en boxer, y también entré, tenía tanto miedo de que se hubiera despertado y visto de esa forma, pero desde que le quité completamente su uniforme, parecía haber despertado, aunque no daba señales de eso, me relajé y solo pude cerrar los ojos y abrazarla.

-Buenas noches cariño, gracias por quitarme la ropa para que no me diera calor, descansa, te amo- Me giré para verlo, sabía que si yo estaba despierta el se moriría de miedo, por la actitud que creía tomar, pero no fue así, de hecho le agradecí por hacerlo.


Un amor sin precedentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora