Matrimonio Arreglado

Capítulo XLV

*Narra Emily (Meyli)*

Estaba pálida, el enterarme de lo que Williams sintió en ese oscuro pasado no era agradable, el pensar que aquella ilusión que había visto en el aeropuerto en aquel tiempo, resultaba ser realidad.

Me había quedado en un silencio incómodo, no sabía cómo seguir nuestra conversación. No era como si fuera a decirle, "¡Soy yo, soy Emily!" Negué para mi horrorizada por la idea, si fuera a decir algo así preferiría salir corriendo de ese lugar. Bueno, después de todo ya incluso me había visto llorar, según él, por su conmovedor relato, sin embargo, sabía perfectamente que no era simplemente por eso, sino que el pensar que yo había hecho un daño considerable en él, el pensar que mi intento de protección sólo había terminado en dañarlo sin misericordia, ¿Y qué era lo que hacía él, no pudo simplemente olvidarme y seguir con su vida? Me hacía sentir mal, como si fuera la villana de alguna historia cualquiera de desamor.

Solté un largo suspiro mientras me recuperaba recordando en qué lugar estaba, no podía dejar que él se enterara, de que la persona a la que él estaba buscando se encontraba enfrente de él, ahora no tenía el valor para confrontarlo — Por supuesto que no, ¿Cómo voy a conocer a alguien que ni siquiera sabía que existía? — Respondí finalmente a su última pregunta sintiéndome la peor persona que existía — Esa persona es una de las peores que podría llegar a conocer — Susurré un poco bajo intentando esconder mi tono de decepción y enojo.

— Por favor, no hables así de ella —

Dirigí rápidamente mi mira a la de él, sus ojos hermosamente verdes, los cuales me miraban con una pizca de tristeza y desilusión "Perdóname Williams" Pensé en mis adentros sintiéndome peor por él — ¿Por qué no? Te ha hecho tanto daño, y aun sigues protegiéndola, ¿Por qué? — Mire cómo sonreía un poco aun manteniendo su mirada.

— Porque no hay una razón, me ha hecho daño, he sufrido, he llorado, me he lamentado, pero con cada día que está lejos de mí, me doy cuenta de que es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Estaría dispuesto a darla por ella —

Guarde silencio, no podía responder ante esas palabras, por un momento sentí la necesidad de decirle quien era, de lo que yo sentía, sin embargo, guarde silencio, pensé sobre todo lo que había pasado y después de eso una imagen de John había llegado a mi cabeza, ¿John? Ni siquiera yo lo sabía.

— Si pudiera volverla a encontrar, sin duda no la volvería dejar ir —

Sentí una cálida mano que se entrelazaba con la mía — ¿Qué sucede? — Mire los ojos que me hipnotizaba cada que los miraba. Me había perdido pensando en los otros sucesos, incluso llegué a sentir un pequeño remordimiento al pensar en mi jefe.

— Me ignoraste, incluso mientras me estaba poniendo dramático —

— Lo siento, no estaba pensando — Baje por inercia mi mirada aun fuera de mi misma.

— Por supuesto, no es normal que estés tan dócil conmigo —

Guarde silencio sorprendiéndome un poco por un gentil tacto en mi mejilla. Williams, siempre era así de gentil, a pesar de no saber quién soy realmente se encontraba dándome ánimos. Se encontraba acariciando mi mejilla con sus dedos cálidamente. Su tierna sonrisa, su mirada tan brillante — Williams, yo soy —

— Lamento interrumpirlos jóvenes, pero ¿De qué quieren sus helados? —

Parpadee confundida mirando el lugar donde nos encontrábamos. Solté rápidamente la mano que sujetaba la mía desviando mi mirada con un ligero sonrojo, ¿Qué estaba a punto de hacer? Casi le digo a Williams quien soy realmente.