Primera Vez

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Narra Joaquín:

La primavera se fue muy rápido, ya es verano y las clases acabaron.
Estamos en la graduación, que ya está por concluir.
Con Gabo no pudimos evitar llorar, luego de esto, quizás no nos volveríamos a ver.
Esto fue lo mejor, hasta lloré porque no volvería a ver a mi ruidoso curso y a mis amigos, y tampoco vería a Darío.
El por cierto, con su traje a medida se veía muy guapo, cuando pasó al escenario, no pude evitar gritarle.

Cuando finalizó la ceremonia, mis papás tenían lista una comida en la casa para celebrar, seríamos solo los 3, aunque me hubiese encantado que estuviera él, como los dos salimos de la secundaria, sería doble festejo.

Los días posteriores han sido lo mejor; me acuesto a deshoras y duermo hasta tarde, como lo que quiera a la hora que quiero y hago lo que se me dé la gana, pero solo durante un mes.

Mis papás trabajan hasta mediados de Enero, entonces ya no podré mandarme solo.
Han habido días en que pienso mucho en Darío, pero las veces que lo veo, me da rabia porque me gusta tanto y lo golpeo cuando voy a su casa a visitar a Martín.

Han pasado 2 meses desde que lo traté mal en el baño del liceo, entonces no lo ví más. Bueno, lo veo seguido, pero es como no verlo porque no coincidimos todo lo que yo quisiera.

Estoy totalmente aburrido en mi casa, no sé qué hacer. He estado pensando en irme a la casa del campo y quedarme allá un tiempo, pero no tiene sentido ir si voy solo, además no sé a quién invitar.
Gabo se fue con su familia a Francia, varios de mis amigos del curso celebran en Argentina por haber terminado el colegio, y mis papás técnicamente desaparecen de la casa vez que aparecen los fines de semana.

Es sábado y he pensado mucho todos estos días, mis pocas neuronas se desgastan y mi paciencia se acabó hace mucho rato, así que voy salir a despejarme y ver otras cosas, mejor será, en una de esas, pasa algo interesante.

Narra Darío:

Con Agu y Martín hemos planeado ir de vacaciones, estábamos optando por acampar.
Me gusta la idea de dormir tarde, conversando alrededor de una fogata y comiendo algo rico.
Lo único que detesto es dormir en el suelo, no me gusta la tierra, no me gustan las piedras, no me gusta dormir apretado, pero en fin, solo serán unos días.

Hoy es sábado y el día está bonito, hay un sol que ilumina con muchas ganas, aunque el ánimo alrededor está un poco bajo.
Los vecinos no hacen tanto ruido como acostumbran, hay menos autos transitando en la calle y mis tíos están aprovechando su merecido fin de semana fuera de la casa. Lo bueno es que en unos días ya tendrán vacaciones y podremos estar juntos todo el día.

Es mediodía y no tengo nada que hacer, así que subo a mi habitación para dibujar algo. Me encanta dibujar porque me quita tensiones, además soy bueno en eso. Recuerdo que cuando estábamos en clases con Sofi, y no poníamos atención, era porque dibujábamos y en ese entonces competíamos para ver quién era mejor.
Mi especialidad son los rostros, y eso fue causa de envidia de Sofi hacia mí jaja... Sooofi, hace demasiado no la veo, pero me dejó tirado desde que tiene novio.

Tomo el papel, el lápiz, y empiezo a dibujar trazos en la hoja.
Minutos después el rostro que dibujo me parece familiar... Mierda!, qué dibujé? Es la cara de Joaquín.
Inmediatamente arrugué la hoja y la tiré a la basura, entonces con algo de decepción, me puse a pensar, sentado con la silla apoyada solo con las patas de atrás, mis piernas sobre el escritorio y la cabeza mirando al techo como si fuera muy interesante:

"Qué será de Joaquín?"

"Cómo estará?"

"Qué pasa si voy a verlo a su casa?"

No, mejor no.
A lo mejor anda de vacaciones con sus papás quizás dónde.
Pero y si voy?.
Pero no me interesa, no.
No pienso ir para que me trate mal otra vez, no, algo de dignidad debo tener.
Mejor voy, sí.
Pero para qué?.
Solo quiero verlo, pero no encuentro la excusa para hacerlo.
Si digo que voy a pedirle una película?
Sí, eso haré.
Me voy ahora mismo, total, no pierdo nada con ir.
Me arreglo un poco para estar presentable, con algo de perfume, despeinado como siempre, con mis zapatos café claro de cuero, mis jeans ajustados y mi polera negra favorita, aunque las gafas no pueden faltar, pero no por el sol, es solo para robar miradas.

Cosas de HombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora