Inexplicable

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- "En serio, Darío?
Y tú qué le dijiste?"

- "Que no lo hiciera, porque nos conocimos recién hoy"

- "Hijo, llevas meses y meses en la Universidad, ya se conocen hace bastante tiempo"

- "Pero hoy le hablé por primera vez.
Y el fue quién me saludó."

- "Él, cómo?"

- "Tengo el hábito de salir último del salón, siempre me demoro más que los demás.
El estaba en la puerta mirando hacia adentro esperando..."

- "Esperándote!
Jajaja... - Dijeron los dos a la vez -

- "A mí?
No, a lo mejor estaba haciendo otra cosa."

- "Y la invitación fue espontánea?
Claro.
Qué risa hijo, qué risa jajaja"

- "Cómo, o sea que el...?"

- "Es más que claro Hijo.
Le gustas, aprovecha..."

- "O sea que por eso me coqueteaba hoy y me miraba en clases?"

- "Te mira en clases?
Jajaja, entonces no hay duda hijo, le gustas." - comentó Martín -

Narrador:

Las horas pasaron, llegó la noche y Darío se arregla para ir a casa de Ricardo.

Narra Darío:
El clima está casi perfecto para mi gusto.
Me puse mi camisa a cuadros de color rojo francés con negro, mis pantalones negros y mis zapatos del mismo color.
Siempre he sido algo aburrido para vestirme, lo hago como alguien mayor, pero me gusta, odio llamar la atención.
Son las 8:00PM y Ricardo me pasa a buscar, caminamos unas cuadras para dirigirnos a su departamento y le bastaron unos pocos segundos para empezar con sus indirectas.
Yo, para seguirle el juego le hice bromas gay, las que me devolvió sin ningún problema, entonces comenzamos a empujarnos y reírnos mucho.

Pasamos por el parque, y nos encontramos con Joaquín, me miró y rió, pero al ver a Ricardo cambió su expresión instantáneamente, es entonces cuando se acerca corriendo:

- "Darío, amor!.
Cómo estás?" - me saluda robándome un beso -

- "Amor?!
Yo que sepa jamás tuvimos algo.
Y no vuelvas a besarme.
Ahora déjame que debo hacer un trabajo para la Universidad, adiós." - tomo a Ricardo del brazo para seguir caminando, pero Joaquín toma el mío -

- "Es por este imbécil?
Por culpa de él ya no me quieres, cierto?"

- "Oye, no nos conocemos, así que te pido un poco más de respeto, mal educado!.
Darío me habló de tí, pero jamás pensé que fueras así de pelotudo.
Quizás qué hiciste para que Darío te dejara, imbécil.
Vamos Darío, no tienes nada que hacer con este tipo.
Eres demasiado para él."

Joaquín se acercó rápidamente a Ricardo y quiso golpearlo, pero éste lo detuvo y lo golpeó primero, botándolo al suelo.

- "Mejor no me busques Joaquín, sino me vas a encontrar!"

Lo primero que pensé fue:
Qué sexy fue eso, pero sentí lastima por Joaquín a la vez, yo y mi corazón de abuela.

- "Ricardo!...
Joaquín estás bien? - pregunté acercándome a él mientras se levantaba -

- "Sí, estoy bien."

- "Ahh, qué bueno, no te pasó nada. Larguémonos amor. - dije tomando de la mano a Ricardo más nervioso que nunca pensando que no me correspondería -

- "Amor?" - preguntó en voz baja, a lo que respondí cerrándole un ojo para que captara el plan, y solo me siguió -

- "Sí, vámonos amor".

Cosas de HombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora