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Hoy me ocurrió algo muy extraño con un compañero de trabajo, cuando iba llegando me detuvo antes de entrar a la empresa y me dijo que esperaba que me hayan gustado los regalos que me ha estado dejando, cuando dijo eso algo dentro de mí se derrumbó, una parte de mi estaba tan segura de que la persona que me daba todos esos detalles era Tony, la otra parte creía que era otra persona, bueno, tuvo tanta razón, Tony no era mi enamorado.

No puedo quejarme, Quentin es un hombre muy atractivo, pero no es Tony, yo solo quiero a Tony.

Tenía muchas dudas, muchas preguntas que hacerle a Quentin, no entendía como es que él conocía tantas cosas sobre mí, somos compañeros de trabajo, pero no somos amigos, las únicas veces que hable con él antes de hoy fueron muy pocas, y en realidad jamás fueron conversaciones profundas, simplemente hablamos de trabajo, es por eso que es tan raro, no pregunte en ese momento, ya se me hacía tarde.

El universo se puso de mi lado esta vez, Quentin me invito a salir a platicar y a conocernos más, acepte, fue más por el afán de querer saber cómo sabia tanto de mí, porque, aunque me lo haya dicho muy seguro, había algo que no me dejaba creerle.

Al terminar la jornada laboral, me espero para poder irnos, el camino al restaurante fue muy incómodo, no dijimos una sola palabra, todo tan silencioso, de a ratos parecía que quería preguntarme algo, pero no lo hacía, y eso me ponía muy nervioso. Llegamos y todo eso, fui al grano y le pregunté como era posible que conociera tanto de mí, que quería toda la verdad, lo único que dijo fue que era un secreto que no podía decirme como sabía todo eso, que lo único que importaba era que me había gustado.
Claro que importaba, porque viéndolo así parecía más un acosador, eso si da algo de miedo.

Me desesperaba tanto que no quisiera decírmelo, podía sentir su mentira, pero no quería decir nada, no era correcto, estaba un poco paranoico, pero aun así no dejaba de pensar en todas las posibilidades.

El camino hacia mi casa fue igual o peor de incomodo que el primer viaje, no nos dirigimos la palabra, ni siquiera nos miramos, en ese momento ya estaba extrañando a Tony, con él todo es tan diferente, siempre tiene algo interesante que decir, me quedé tan dentro de mis pensamientos, no me di cuenta cuando llegamos a mi casa, ni cuánto tiempo Quentin trato de regresarme a la realidad.

Baje del auto dispuesto a entrar, cuando siento que Quentin me toma del brazo y me jala hacia a él, lo siguiente que sucedió es algo que preferiría olvidar, me beso, mi única reacción razonable fue alejarlo y dejarle en claro que eso no pasaría nunca más.

Ese beso me hizo sentir como si estuviera traicionando a Tony.

Al final esa salida no me aclaro nada.

𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐. (𝕊𝕥𝕒𝕣𝕜𝕖𝕣)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora