Capítulo 2

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Tras el desayuno con Erik,con el propósito de empezar con fuerzas la semana, se dirigen a la oficina. Como siempre,puntuales.
Al llegar, Aitana, hace lo de siempre; se sienta detrás de el mostrador gigante que hay nada mas entrar al edificio. Saluda a María, la limpiadora que está dejando todo a punto para la gente que entra, y, finalmente, enciende todos los dispositivos para comenzar el día.

Las primeras horas no hay mucha gente y por eso, aprovechan todos para intentar poner en orden todos lo papeles, sin prisa alguna.
Cuando ya es media mañana,comienza a llegar más gente. En esta empresa, la gente va trajeada ,con maletines, móviles de última generación en mano y lo más habitual, con prisa.

Cuando ya se acercan las últimas horas de su jornada,entra por la puerta un chico, aparentemente joven.
Al entrar llamó la atención de varias chicas, y raramente la de ella misma.No sabia por qué siquiera, pero el chico iba con mucha tranquilidad, como si la empresa, fuera toda suya. Nada más verlo, Aitana pensó: se palpa la prepotencia a leguas.
Cuando se quiere dar cuenta, el chico ya se está acercando al mostrador.

-X:¿El despacho de Manuel?
-Aitana:¿Tiene cita?
-X:No la necesito,¿me dice dónde está?
-Aitana: Lo siento pero, tiene que tener cita para poder hablar con Manuel,si no la tiene,no le puedo facilitar ni la información que desea, ni el pase.

Al parecer él hombre, al ver que no va a conseguir lo que quiere,deja de insistir y coge el teléfono móvil para hacer una llamada.
Al rato, el teléfono de recepción suena, y lo descuelga Erik.

-Que el chico que está en recepción pase.

Erik le informa de la llamada y el muchacho se limita a mirar con cara desafiante a Aitana antes de seguir a Erik, al cual tampoco lo mira con cara de muchos amigos. Acto seguido, suben al ascensor que lleva a la planta donde está Manuel.

-Aitana:Siempre tiene que haber un gilipollas de última hora ,¿no?-se dirige a Erik .
-Erik:No lo sabes tú bien-ríe.

Después de una hora o cosa así, Manuel,baja acompañado de el chico de antes, el cual ni se molesta en tener un ápice de educación, o eso es lo que Aitana ve. Una voz la saca de sus pensamientos, es Manuel.

- Voy a almorzar y probablemente, después no vuelva, por lo cual, nos vemos mañana.
- Que tenga buen día señor - Respondieron Erik y Aitana al unísono.

Como ya advirtió Manuel, no volvió a aparecer,así que, cuando Aitana terminó su turno,apagó todos los dispositivos y dejó unos últimos documentos ordenados alfabéticamente sobre su mesa; le encanta el orden en cuanto a el trabajo se refiere, pero después, en casa, pues....
Pasó por al lado de Erik, a el cual aún le faltaban unas cuantas horas. A modo de despedida, lo besó en la mejilla y él, sonrió. Que monada de chico.

Cogió el bolso y salió de allí. Por el camino, se percató de que no tenía nada que cenar, así que se pasó por el súper a comprar algo que se pudiera hacer esa noche.
Cuando llegó a casa, se quitó los tacones que se había puesto, y también la ropa, cogiendo su pijama,ya que no iba a salir. Si ella pudiera,iría en pijama todo el día, las prendas y los zapatos para trabajar,para ella,son lo más incómodo del mundo.
Al ponerse el pijama se acordó de Mel,ya que lo del pijama también lo tienen en común, Mel le regaló su pijama a Aitana y Aitana el suyo a Mel. Muy cursi para venir de ellas, lo que hace la distancia....

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