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O1

Veintidós de septiembre, 08:00 am.

Era un bonito día, el sol resplandecía en el cielo y se había despertado de buen humor, era su cumpleaños después de todo. Desayunó con sus padres como era habitual recibiendo felicitaciones por su cumpleaños número quince, no dejó que su padre lo llevara en el auto como todos los días, prefirió irse caminando, después de todo la escuela tampoco quedaba tan lejos.

Mientras caminaba en dirección a su institución educativa iba imaginando lo bonito que sería ese día, ya que, en todos sus cumpleaños tenía la costumbre de ir con sus amigos a comer después de la escuela y ese se había hecho un acto tan especial e íntimo entre ellos que lo atesoraba con todo su corazón. Se detuvo un momento al sentir como si lo estuvieran mirando, su mirada recorrió todo el lugar pero no había nadie más que otros estudiantes en la vereda de enfrente y ellos iban tan absortos en lo suyo, se encogió de hombros ignorando esa sensación.

Al llegar al colegio lo estaban esperando Hyunjin y Felix, sus mejores amigos.

-¡Min, feliz cumpleaños! -Chilló Hyunjin apenas lo vio, con una de esas bonitas sonrisas que lo hacían derretirse. Porque sí, Seungmin tenía un pequeño crush con su mejor amigo. Y, ¿quién no? Hyunjin era alto, guapo y amable, las cualidades perfectas que lo hacían como un príncipe de cuentos de hadas. -Quince años ya, quién lo diría.

-Vamos, no hables como si fueras viejo solo se llevan dos años. -Interfirió Felix riéndose, haciéndole reír también. -Igualmente, feliz cumpleaños, Min, esperamos hoy sea el mejor día de tu vida.

Esas palabras hicieron que un escalofrío recorriera su cuerpo, pero no entendió porqué, la extraña sensación de miedo y de sentirse observado otra vez se extendió por su organismo. Pero estaba en la escuela, cualquiera podría estar viéndolo en esos momentos, quizás solo estaba siendo paranoico. El timbre sonó en ese momento y decidieron ir a clases.

Durante el transcurso del día, Seungmin se la pasó pensando en qué haría al llegar a casa, quizás darse un caliente baño relajante y esperar el pastel que su madre sin falta preparaba en cada cumpleaños. También pensó en que esta vez podrían innovar un poco e ir a comer algo de pizza con piña (aunque no le gustara pero sabía que a Hyunjin sí), o quizás pasarse por alguna cafetería y tomar algo sencillo. Tantos planes, tantas ideas, estaba pensando en muchísimas cosas apenas saliera de la escuela y realmente deseaba que ese día fuese el mejor de su vida. A la hora de la salida, su profesor de Historia lo retuvo un momento, dándole una guía que debía fotocopiar y repartir a sus compañeros, pero apenas se halló libre de eso, corrió hasta la puerta en donde lo esperaban sus amigos.

-Tardaste mucho. -Le dijo Felix haciendo un puchero, sosteniendo una corta pila de libros en sus manos-, tanto que lamento informarte que no podré ir a comer como lo hacemos siempre, tengo muchísimo que estudiar para mañana.

Kim se encogió de hombros, no importaba, entendía que era más importante el estudio. Miró al más alto, esperando que este pudiera aceptar.

-Ah, Min, lo siento. -Se disculpó mientras rascaba su nuca-, le prometí a mamá ayudarla con algo hoy y se enojará si no lo hago.

Trató de evitar lucir decepcionado pero lo estaba, por supuesto que entendía que sus amigos necesitaban hacer otras cosas, pero se sentía algo triste, era su primer cumpleaños sin pasarla juntos.

-No importa, iré directamente a casa. -Sonrió tomando las correas de su mochila, mirando el cielo que empezaba a oscurecerse bien debían ser las seis y algo de la tarde-. Podemos salir cualquier otro día, no se preocupen.

-¿Seguro? Igual podemos acompañarte a casa. -Sugirió el pecoso. -Ya está empezando a ponerse oscuro.

-No es necesario, no va a pasarme nada.

Los otros dos chicos lo miraron con duda pero finalmente aceptaron y se despidieron, para poder marcharse a sus hogares. Seungmin se quedó quizás una hora más en la escuela, aprovechando el tiempo para fotocopiar la guía que le habían entregado, cuando salió ya estaba totalmente oscuro, aproximadamente eran las siete y más de la noche.

Caminaba por las calles un poco triste ya que él realmente deseaba pasar tiempo con sus amigos, suspiró cuando tuvo que doblar al callejón que guiaba a su casa. Estaba muy oscuro. ¿Por qué no acepté que Hyunjin y Felix me acompañaran? Se recriminó, mordiendo su labio inferior. Siguió avanzando por el camino, oyendo las llantas de un auto deslizarse suavemente contra la carretera, creyó que iba a pasar de largo, pero no fue así, solamente siguió andando lentamente detrás suyo.

Se asustó mucho. Empezó a caminar más rápido, dando una ligera mirada por sobre su hombro, el auto era color negro e incluso las ventanas estaban polarizadas. Ahí fue cuando decidió que lo mejor sería correr, pero el auto aceleró y los siguió. Su respiración se agitó y continuó corriendo, hasta llegar al recinto donde vivía, o específicamente el estacionamiento.

Estaba oscuro y eso lo asustaba. Oyó como estacionaban el vehículo y alguien se bajaba de este. Temió lo peor, y el pánico se apoderó de él, se quitó la mochila tirándola al suelo mientras corría por todo el estacionamiento siendo seguido por esa persona.

-¡Ayuda! ¡Ayuda! -Gritaba desesperado esperando que alguien pudiera oírlo.

Nadie lo escuchó. Esa persona tomó su mano y lo empujó, quitó sus palabras de su boca y lo tomó entre sus brazos.

Y en la escena, solo quedó la bonita mochila que se había llevado consigo esa mañana.