O9.

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Felix y Hyunjin eran mejores amigos muchísimo antes de conocer a Seungmin. Ambos se conocieron estando en la primaria, Felix recién se había mudado de Australia y por ende, no comprendía muy bien el idioma pero Hyunjin estaba ahí para ayudarle y defenderlo de las burlas de los demás niños.

Una amistad infantil como cualquier otra. Cuando entraron en la secundaria, fue algo muchísimo más complicado porque los asignaron en diferentes clases (ya que Hyunjin había repetido un año). De momentos juntos se puede hablar demasiado, ya que habían pasado muchísimos momentos tanto malos o buenos.

Hyunjin sabía que podía contar con Felix para lo que sea, cualquier cosa que él quisiera, el pecoso estaba ahí dispuesto a ayudar.

—¡Mira él es mi nuevo amigo! Se llama Kim Seungmin. —Manifestó entusiasta mientras presentaba al chico de castaños cabellos y redondos lentes. Era bonito, no había que negarlo.

—Un gusto, yo soy Hwang Hyunjin, espero nos llevemos bien. —Contestó.

Al principio todo iba bien, salían los tres juntos, iban a comer a la casa del otro, pasaban demasiado tiempo juntos tanto dentro como fuera de la escuela. Esa fue la raíz del problema. Muchas personas decían que las amistades de tres nunca funcionan, que siempre hay dos que son más apegados. Muchos decían que iba a llegar un momento donde Hwang se aburriera de los dos chicos. Muchos decían que Hyunjin estaba celoso de Seungmin. Habían demasiados rumores sobre estos tres amigos.

Aunque solo uno era cierto; Hyunjin de naturaleza egocéntrica, acostumbrado a ser el centro de atención, se sentía un poco desplazado. Seungmin y Felix parecían ser tan unidos ahora que realmente él se sentía el sobrante.

—Descuida, Jinnie, tú siempre serás mi mejor amigo. —Solía decir el australiano de salpicadas mejillas, para después besar cortamente los labios del más alto.

Porque habían cosas que ellos hacían que no eran de amigos. Hyunjin obviamente le creía, porque Felix no iba a mentirle, por supuesto, nunca le mentiría.

Todo cambió aquel día, cuando los vio, cuando vio a Seungmin besando a Felix, tomando su mano y sonriendo de esa forma tan melosa. ¡Estaba ardiendo de celos! ¡Seungmin no tenía derecho a tocar a su Felix de esa manera!

Seungmin siempre fue un intruso. Siempre fue una piedra en el zapato, siempre fue un obstáculo entre ellos, ¡nunca debió aparecer!

Kim Seungmin era su mayor obstáculo y sea como sea, él se iba a encargar de sacarlo del camino.

(...)

Seungmin abrió los ojos, asustado, mientras miraba a su alrededor. Estaba en ese lugar, todo oscuro, ni siquiera se escuchaba algún ruido. Intentó mover sus manos y recordó que estaban atadas.

Unos pasos se oyeron de pronto y la puerta siendo abierta hizo que diera un brinco de susto en su lugar, se obligó a tragarse sus sollozos asustado, pero su cuerpo no paraba de temblar. Las preguntas agobiaban su cabeza, no sabía que hacer, él solamente quería ir a casa.

—Veo que despertaste de nuevo. —Habló aquella persona, reconocía esa voz pero no recordaba de exactamente donde—, me alegro que estés listo para que juguemos otra vez.

Removió su cuerpo en aquel frío suelo, queriendo pedir ayuda, pero su boca estaba cubierta. Aquella persona se acercó a él y lo tomó por las piernas, Seungmin pataleó, lloriqueó y trató de zafarse de su agarre. Rogando en su mente que aquella pesadilla se terminara pronto.

—Siempre fuiste un obstáculo para mí, Seungminnie, si tan solo no hubieras aparecido en mi camino nada de esto hubiera pasado.

Seungmin realmente intentó gritar pero su cabeza estaba bajo el agua.

Nota de autor:  Ya nos acercamos al final :P.

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