O6.

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Nombre: Hwang Hyunjin.
Edad: 17 años.
Relación con la víctima: Mejor amigo.
Última vez que vio a la víctima: En la salida de la escuela, horas antes de su desaparición.

—Entonces, dices qué la última vez que viste a Kim Seungmin, fue después de la escuela. —Murmuró el oficial mientras terminaba de anotar un par de cosas en sus libretas.

El joven de cabello negro asintió, sintiéndose un poco intimidado ante la seria mirada del hombre mayor. Después de la desaparición de Seungmin, habían entrevistado a muchos de sus compañeros, buscando una pista, algo. Por más pequeño que sea querían encontrar algo, algo que les diera las esperanzas de que Kim Seungmin estaba vivo. Que tenían que encontrarlo.

—Nosotros salíamos a comer en cada cumpleaños de Min. —Comentó fugazmente el adolescente, captando la atención de los dos oficiales en el pequeño cuarto. Inmediatamente, movió sus piernas nervioso, mordiendo su labio—, pero ese día no podíamos. Felix tenía que estudiar para su examen y yo ayudaría a mi mamá con su floristería. Nos ofrecimos a acompañarlo pero Min no quiso, horas después su mamá me llamó llorando a preguntar por él.

A la vista de Woojin aquello parecía creíble. Después de todo, Hyunjin era solo un adolescente y no había rastro de culpa en sus ojos, incluso consideraba un poco tonto acusar al chico.

Mientras que para Chan todo sonaba como una absurda mentira, la manera en la que Hwang se ponía nervioso ante cada pregunta, el como movía sus pies o sus manos, esas señales físicas que le daban a saber que estaba mintiendo tan descaradamente. Quiso presionarlo y obligarlo a confesar todo lo que supiera, volteó la mirada y ahí estaba Seungmin. Sentado sobre la mesa.

No lo hagas, es mi amigo, Hyunjin es incapaz de hacerme daño, creeme. —Dijo el pequeño castaño, sorbiendo su nariz—, él y Felix son mis mejores amigos. Nunca serían capaces de nada.

Chan le creyó. Creyó en esa fiel sinceridad que mostraban sus ojos.

—Supongo que eso es todo —Murmuró Woojin mientras se ponía de pie—, no hay nada más que preguntar, puedes retirarte, Hwang.

El adolescente agradeció, poniéndose de pie y haciendo una reverencia antes de irse. Christopher mantuvo su vista puesta sobre él: su manera de mirar repetitivamente hacia atrás, sus labios siendo mordidos, todas esas señales físicas de un completo mentiroso. Quiso pasarlas por alto. Quizás estaba viendo cosas donde no las había.

Sospechoso: Hwang Hyunjin (descartado).

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