O3

2.2K 402 249
                                    

Oscuro. Todo estaba oscuro.

Frotó sus ojos, y parpadeó ligeramente tratando de acostumbrarse a esa oscuridad. Estaba en un estacionamiento, no podía reconocerlo, porque jamás había estado en ese lugar, pero sí sentía una extraña aura rodearlo. Una sensación de miedo instalándose en su pecho.

—¡Ayuda! ¡Ayuda! —Escuchó la voz de un chico, miró a todos lados intentando adivinar de donde provenía ya que gracias a la oscuridad no era visible—, ¡ayuda por favor! ¡ayúdenme!

Y lo vio. Llevaba el uniforme de la escuela, su cabello estaba desordenado y lágrimas caían por su rostro, era él: Kim Seungmin, el chico desaparecido. Abrió su boca queriendo decirle algo, decirle que estaba ahí él y que lo ayudaría, pero no pudo; sintió como si sus labios hubieran sido cosidos incapaces de formular algún sonido. Se desesperó.

El castaño seguía corriendo en medio de la oscuridad.

—¡Ayuda! —Chilló una vez más y finalmente lo vio, un hombre vestido de negro, lo tomó por el brazo y se posicionó sobre las piernas del jovencito que lloraba y temblaba, removiéndose y buscando zafarse del agarre—. ¡Suéltame, cerdo asqueroso!

—Mi pequeño Seungminnie... —Su voz era ronca. Aterradora, hasta él sintió los escalofríos—, ahora por fin serás mío como siempre he deseado, ahora tú las traes.

Ese juego de palabras haciendo obvia referencia al infantil juego hizo que su estómago se revolviera. Seungmin lloró con más fuerza y siguió gritando, pidiendo ayuda, pero el hombre cubrió su boca con su mano, dejándolo sin palabras. Vio como sus manos se dirigían a los pantalones del niño.

Una escena de violación. La estaba viviendo, viéndola frente a sus ojos, ese hombre se empujaba duramente contra el pequeño que lloraba en el suelo, disfrutando de su sufrimiento y Chan no pudo sentirse más enfermo ante esa escena. De pronto, el chico abrió sus ojos llorosos y lo miró. Lo miró fijamente a él.

—Ayúdame... ayúdame por favor. —Susurró con sus ojos clavados en los suyos—, ¿puedes oírme? Estoy bajo tierra. Hablando conmigo mismo. Ayúdame, te lo suplico.

Intentó moverse pero tampoco pudo.

—¿Qué hago? ¿Cómo te ayudo? —Habló por fin.

—Búscame.

Chris despertó abruptamente de aquel sueño, tocando su rostro, se había sentido tan real. Todo, el sufrimiento del chico, sus ojos llorosos fijos en él, llenos de dolor y miedo, su voz pidiendo ayuda a susurros. Aún recordaba la escena del hombre empujándose contra el interior del adolescente, ultrajandolo, y sintió que podría vomitar. No entendía el motivo de ese sueño, pero aún tenía la sensación de molestia en la base de su estómago.

Miró su reloj digital sobre la mesa de noche, marcaba exactamente las tres y treinta de la madrugada. Sin poder dormir, tomó su celular desbloqueandolo y marcando el número de su amigo quien al tercer pitido contestó.

—¿Christopher? —La adormilada voz de Woojin desde la otra línea lo hizo sonreír levemente—. ¿Qué sucede? ¿Por qué llamas a esta hora?

—Lo violaron.

—¿Qué? —Espetó sorprendido—, ¿a quién violaron?

—A Seungmin. Lo violaron, Woojin.

La línea quedó en silencio un momento, Woojin estaba atónito, sin poder creer lo que estaba escuchando. Ciertamente, podría ser una sospecha, después de todo Seungmin era un niño bonito, pero no comprendía porqué su amigo lo aseguraba.

Como si lo hubiese visto.

—Chan entiendo que el caso sea importante para ti, pero no podemos sacar conclusiones apresuradas. —Murmuró apenas—. No sabemos nada más que desapareció el mismo día de su cumpleaños, no tenemos testigos, no tenemos nada que nos pueda llevar a su posible paradero.

—¡Pero lo vi! —Casi gritó, desesperado—, joder, Woojin. Yo vi sus ojos llenos de dolor mientras ese maldito bastardo se aprovechaba de él. Nadie lo escuchó pedir ayuda. Tenemos que hacer lo posible por encontrar a ese niño.

—Lo haremos, pero ahora ve a descansar. —Ronroneó Kim—. Mañana temprano seguimos con la investigación, ahora ve a dormir.

Y colgó. Chan pensó que quizás se estaba tomando demasiado personal el caso, que estaba dejando que todo se le mezclara, suspiró profundo, dejando de lado su celular y recostándose para por fin descansar.

Mientras que un asustado Seungmin lo miraba desde la ventana, suplicándole ayuda.

Tag you're it. •chanmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora