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Respiraban con dificultad apoyando sus manos en sus rodillas estando escondidos detrás de varios arbustos que había en ese lugar. Jimin no entendía lo que ocurría, pero Justo cuando el autobús llegó Jeongguk le tomó la mano y salieron corriendo en dirección contraria a donde debían de ir. Habían huido muy lejos sin saber en donde se encontraban. Jeongguk se sentó en el pasto y Jimin hizo lo mismo mirándolo confundido.

—¿Que ocurre? -susurro el mayor con preocupación al ver el estado de Jeongguk.

Jeongguk negó mientras su mirada estaba distraída. Después pensó en Taehyung.

—¿Tienes mi móvil? -preguntó en voz baja. Jimin asintió y comenzó a buscarlo en la mochila. Pero cuando se dio cuenta de que no estaba se tensó.

—Perdona -sonrió nerviosamente.

Jeongguk asintió. —No hay problema, ¿tienes un teléfono tu? -le preguntó.

El sol ya se había metido y ahora la luna resplandeciente se encontraba alumbrando la noche.

...

Su turno había terminado más tarde de lo esperaba, condujo a su casa con precaución. Había estado todo el tiempo pensando en Jeongguk ya que no le había avisado cuando salió de clase, ni cuando llegó a casa y el normalmente hacía eso. Estaba preocupado, así que marco su número varías veces en el trabajo, pero todas se iban a buzón ya que el teléfono del menor estaba apagado. Solo esperaba a llegar a su hogar y encontrárselo allí, sino, no sabría qué hacer o pensar. ¿Será que su hermano lo había encontrado? -se preguntó así mismo.

Llegó al edificio de su departamento, estacionó el auto y lo apagó, bajó del auto rápidamente y salió corriendo hacia dentro del edificio. Llegó a su casa y al entrar notó que todas las luces estaban apagadas, por consecuente todo estaba en completa oscuridad.

—¡Soojin! -llamó por inercia esperando a que el menor le respondiera desde su habitación, nada, nadie respondió.

Se quitó los zapatos mientras cerró la puerta detrás suyo y después corrió hacia la habitación del menor. Entró sin tocar, encendió la luz de la habitación y como era de esperarse, el menor no estaba allí. Comenzó a preocuparse muchísimo.

Salió del edificio después de volver a colocarse los zapatos, entró a su automóvil y después llamó al único contacto que tenían en común los dos, al mejor amigo de Jeongguk, Kim Yugyeom. Sonó el primer tono, segundo tono y al tercer tono respondió.

-¿Taehyung hyung? -habló al instante de tomar la llamada.

Taehyung dejó su móvil en sus piernas después de colocarle el altavoz y comenzó a conducir sin saber a donde debía dirigirse.

-¿Soojin está contigo? -preguntó sin más. Su voz sonó con preocupación y Yugyeom lo notó.

-No hyung, el se fue de la cafetería en la tarde después de que las clases terminaron -contó el menor. Bambam se acercaba a Yugyeom para escuchar la conversación.

-¿No te dijo a donde iría? -le preguntó tensándose en el asiento.

-Pues no, pero Bambam y yo supusimos que se iría a casa, ¿acaso el no está allí? -preguntó comenzando a preocuparse.

-No. -bufó para después jalarse levemente el cabello con su mano izquierda. Se detuvo en un semáforo en rojo y agachó su cabeza en el volante, se sentía horrible, no sabía ni que pensar. No quería pensar lo peor en ese momento, pero era lo único que se venía a su mente en ese instante.

-Tratamos me marcarle varias veces pero su teléfono está apagado -contó Yugyeom.

-Lo sé, yo también le llamé -siguio conduciendo hacia la universidad del menor.

𝙎𝙪𝙞𝙘𝙞𝙙𝙚 𝙗𝙧𝙞𝙙𝙜𝙚; 𝙫𝙠𝙤𝙤𝙠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora