Jeongguk estaba hecho bolita en el suelo frío de ese lugar. Había sangrado mucho por la nariz y por la boca. Tenía frío, tenía miedo y estaba agotado físicamente a más no poder. Su cuerpo le dolía demasiado, se sentía como cuando lo atropellaron. Le volvieron a colocar la bolsa en la cara mientras lo siguieron golpeando. Y cuando se cansaron lo dejaron en paz. Jeongguk comenzó a recordar todo en ese momento. Todo. Se quedó dormido con temor a ahogarse con su propia sangre, pero no pudo aguantar más.
Estaba oscuro y lo único que sentía fue sangre correr por toda su cabeza, tenía los ojos entreabiertos y vio el rostro de Choi Seungmin acercándose a él, lo miró desde abajo mientras notaba que se veía preocupado y luego sintió cómo lo alzó en sus brazos y se lo llevó de allí. Escuchó la puerta cerrarse y fue lo único que recuerda de ese momento.
...
Seungmin siempre intentó ser un buen hermano para Jeongguk, pero por más que lo intentó el menor no lo aceptaba. Y eso le dolía demasiado.
...
—Hijo, vuelve temprano a casa ¿está bien? -le preguntó su madre despidiéndose de él en el umbral de la puerta. Jeongguk asintió y después se fue de allí.
Cuando Jeongguk salió de allí su madre se dejó caer al suelo y comenzó a llorar sin saber porque, sentía un mal presentimiento, y esa fue la ultima vez que vio a su hijo.
...
—¡Déjenme salir de aquí por favor! -gritaba Jeongguk muy asustado golpeando con sus puños cerrados la puerta. Tenía mucho miedo, la oscuridad en ese lugar lo aterraba. —¡Ayúdenme por favor! -pateo la puerta varías veces, pero cuando se dio cuenta que nadie lo escuchaba se recostó en la puerta y se sentó en el suelo y cerró fuertemente los ojos.
Tiempo antes de que terminara allí Jeongguk estaba caminando tranquilamente por el pasillo de su escuela para darle una receta médica que le habían pedido para saber su justificación de varias faltas, había estado enfermo una semana entera. Pero ahora que se sentía mejor pudo volver.
Cuando estaba por subir a la segunda planta para volver a su salón se topó con tres chicos mayores que el. Chocó su hombro por accidente con uno de ellos. Reverenció levemente. —Disculpe. Lo rodeó para seguir su camino sin esperarse que lo tomara del brazo y lo jalara hacia el. Se lo llevaron cargándolo mientras que uno le cubría la boca para que no gritara. Lo golpearon dentro de un almacén fuera de la cancha de deportes y después lo dejaron encerrado allí mientras él estaba inconsciente, cuando despertó y notó que lo habían dejado allí solo comenzó a llorar. No entendía porque le hacían daño, él jamás había tratado mal a alguien, al contrario trataba de llevarse bien con todos.
Sintió como alguien trataba de abrir la puerta detrás suyo, y se hizo a un lado rápidamente. Trató de formular palabra pero muy apenas su voz se escuchaba bajo. —Por favor ayúdame -suspiro cuando sintió un dolor punzante en su abdomen bajo.
—¿Que haces ahí encerrado? -preguntó el chico mayor del otro lado de la puerta que había ido hasta allí por un balón de voleibol.
—Tengo mucho miedo -admitió Jeongguk en voz baja aún recostado en la puerta.
—¿Quien demonios te encerró allí? ¿Estás bien? -le preguntó con preocupación ya que supo que le había ocurrido algo malo porque muy apenas escuchaba su voz decaída.
—No, quiero salir de aquí -le admitió y después tosió fuertemente escupiendo sangre en el suelo. Pero sin notarlo por la luz estaba apagada.
—Te sacaré de allí, lo prometo -el mayor en ese instante supo que debía ayudarlo. Además se dio cuenta por su voz que era un chico mucho menor que el. Comenzó a jalar y a mover la perilla, pero le era imposible abrirla.—Iré por ayuda porque la puerta está trabada, no quiere abrirse -le comentó y después estuvo por irse corriendo de allí.
—¡No! ¡Por favor no me dejes! -pidió con lágrimas recorriendo su mejilla. El mayor lo escuchó sollozar, le dolía escuchar a alguien de esa forma, y más al saber que había gente tan mala en el mundo para lastimar a un chico menor que ellos.
—Está bien está bien, me quedaré aquí contigo, trataré de abrirla, ¿de acuerdo? -comenzó a patear la perilla para ver si se destrababa o algo parecido, pero cuando notó simplemente que no podía se preocupó. El ya no le respondía. —Oye, ¿me escuchas? -se acercó a la puerta colocando su oído en ella.
—Si -susurró el menor. El mayor suspiro aliviado, al parecer aún no se desmayaba. Estaba decidido, rompería esa puerta si fuera necesario.
—Oye, aléjate de la puerta por favor -le pidió. Jeongguk tuvo miedo, no quería alejarse de la puerta porque se sentiría solo. Pero lo hizo. —¿Listo? -le preguntó.
Jeongguk gritó un "sí" agudo.
El mayor comenzó a golpear la perilla con su puño cerrado ocasionándose enrojecimiento y hasta lastimarse el puño que comenzó a sangrarle cuando se hartó y golpeó fuertemente la puerta con su puño derecho. Se quejó bajo. Comenzó a patear la puerta, a alejarse de la puerta y luego correr y lanzarse hacia la puerta apoyándose con su hombro, lo único que lograba era lastimarse. Siguió intentando toda forma de abrir esa puerta, hasta que logró tumbarla de un empujón.
La puerta cayó cerca de Jeongguk, y el mayor había caído encima de la puerta, alzó levemente su mirada y se encontró con el chico que tenía las mejillas empapadas de lágrimas.
—Lo logré -le sonrió tiernamente mientras se sentaba frente a él. Jeongguk se lanzó a él y lo envolvió en un fuerte abrazo. La luz tenue del pasillo que entraba por la puerta los deslumbró y cuando se separaron del abrazo Jeongguk bajo la mirada y notó los puños del mayor sangrando. En cambio el mayor notó que el menor frente a él estaba todo moretoneado del rostro, y tenía sangre seca en el labio y por debajo de sus fosas nasales. Estaba enfadado, no podía creer que alguien hubiera lastimado de esa forma a ese pequeño.
—Muchas gracias por ayudarme -volvió a abrazarlo reposando su cabeza en el pecho del mayor. El mayor le acarició la cabeza suavemente. —Soy Jeon Jeongguk -le sonrió levemente al separarse.
—Yo soy Kim Taehyung -le devolvió la misma sonrisa. —no agradezcas, lo hice porque te prometí que no te abandonaría -le revuelve el cabello con su mano.
—Gracias Taehyung hyung -le sonrió y notó lágrimas en sus ojos.
—Te prometo que desde ahora te protegeré de todos los que quieran hacerte daño -lo jalo hacia el y lo envolvió en un cálido abrazo y después beso suavemente su cabeza.
Jeongguk se sintió muy bien estando allí con ese desconocido, sintió que era su lugar estar allí con el. Alzó su mirada y Taehyung bajó la suya y después Jeongguk se levantó un poco y juntaron sus labios en un suave beso. Ese era el primer beso ya que tan solo tenía 10 años, pero ese no era el primero de Taehyung, pero sí con el primer chico.
Se sorprendió al instante, pero no lo apartó. Se detuvieron y se separaron confundidos los dos, y luego Taehyung recordó. Es un niño -pensó.
—Vamos, te acompaño a enfermería -le brindó su mano después de levantarse del suelo. Jeongguk la recibió al instante y cuando se paró se tambaleó, no tenía fuerzas. Taehyung entendió, así que lo cargó en su espalda hasta la enfermería.
Después que los curaran a los dos allí les preguntaron qué que había ocurrido, contaron todo, salieron de allí despidiéndose y fue la última vez que Kim Taehyung supo de ese tierno niño, ya que los padres de Jeon Jeongguk lo cambiaron de escuela al instante en que supieron lo que le había ocurrido a su hijo. Pero quien iba a imaginar que volverían a encontrarse sin reconocerse aún.
Jeongguk se despertó de golpe al sentir como lo levantaban del suelo y lo volvía a amarrar a la silla. Pero no le quitaron la bolsa así que aún no podía ver nada. Pero seguía pensando en lo que había soñado, aún no podía creer posible que haya recordado que se conoció con Kim Taehyung mucho antes de conocerlo cuando lo salvó en el puente Mapo, no podía creer que el mayor ya lo había salvado dos veces, Jeongguk en ese instante supo que su destino era estar con el, y si sería difícil regresar a ser feliz a su lado tomaría el riesgo de intentarlo, lo único que quería era volver a estar junto a él y admitirle que lo ama demasiado como para parar de pensar en el.

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𝙎𝙪𝙞𝙘𝙞𝙙𝙚 𝙗𝙧𝙞𝙙𝙜𝙚; 𝙫𝙠𝙤𝙤𝙠.
Fanfiction-Hola, línea de prevención de suicidios. -Mmm, estoy en el puente Mapo. -Ok, continúa. -Hay un chico que... creo que quiere suicidarse... va a saltar al río. Puedo entender por qué el se siente así, debe ser porque el mundo no es hermoso, no es colo...