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—¡Dios pero que hice! -escuchó la voz preocupada de la sombra de un hombre que estaba junto a él. El solo respiraba agitadamente sintiendo toda la sangre recorrer su cabeza, mientras sentía que su cuerpo en algún momento estallaría. Estaba completamente lastimado de pies a cabeza, tenía miedo de morir en ese momento. —¿Me escuchas? -preguntó el hombre arrodillándose junto a él mientras sostenía la cabeza de Jeongguk con cuidado con sus manos. El menor lo miraba con lágrimas en los ojos, suspiró antes de quedar inconsciente.

—¿Que haré? -estaba exaltado, jaló un poco su cabello con sus manos y después se le ocurrió la grandiosa de llevarlo el mismo al hospital.

Lo alzó en sus brazos, lo metió en la parte de atrás del automóvil y después condujo rápidamente hacía el hospital, cuando estuvo a punto de llegar cambio de opinión. Si lo llevo allí estaré en graves problemas, no necesito lidiar con una demanda -se dijo así mismo. Volteó su vista hacia atrás y rápidamente se detuvo en un callejón y lo dejó allí.

Le dejó su móvil en el bolsillo, y se llamó a su otro número. Su Olán apenas comenzaba a surtir.

Minutos de estar dando vueltas con el automóvil cerca del hospital, escuchó la ambulancia y supo que ya lo habían encontrado. Después de eso recibió una llamada a su teléfono móvil, respondió al tercer tono.

—¿Este es el número de Choi Seungmin cierto? -preguntaron al otro lado de la línea.

—Si. -respondió sin más

—Le hablamos del hospital para avisarle que su hermano menor acaba de sufrir un grave accidente, no sabemos cómo ocurrió pero alguien lo encontró fuera de un callejón -contó la persona del otro lado.

—¿¡Que!? -fingió preocupación. —¿En cual hospital se encuentra? -preguntó.

Después de que le dijeron el nombre del hospital el simplemente dijo. —Iré ahora mismo -colgó la llamada.

Su plan estaba yendo más que bien. Si pedían papeles de el chico simplemente le pediría de favor a sus trabajadores que los hicieran falsos. Era normal que hicieran cosas tipo así. Después de todo el era el jefe de la red de venta de droga más famosa en toda corea, era un narcotraficante que se libraba siempre de la ley. Jamás perdió nada ni lo llegaron a atrapar. Porque nadie sabía que el era el dueño legítimo de esa red.

...

—¡Odio este lugar! ¡Te odio a ti! -le gritó Jeongguk al sexto mes de vivir juntos. Seungmin lo toleraba muy bien, además lo ayudaba a no sentirse tan solo como normalmente, empezaba a tomarle algo de cariño aunque el chico siguiera no aceptando estar allí.

—Soojin, ¿por que dices algo así hermano? -preguntó confundido.

—¡Se que me ocultas algo! -le gritó con lágrimas en los ojos. —¿Por qué lo haces? -le preguntó con la mirada más lastimada que había visto, desde que lo vio a los ojos el día del accidente. Comenzó a sentirse mal consigo mismo, no podía creer que había atropellado a alguien y después lo secuestró solo por su propio beneficio. ¿Que pasaba con el? ¿Como pudo convertirse en una persona así?

Seungmin se acercó al chico y lo atrajo así, era la primera vez en que el abrazó que le daba si era con sentimientos reales y no a la fuerza. —Yo -estaba por contarle todo. Pero no lo logró. —Perdón por no ser un buen hermano para ti, pero enserio no te oculto nada -mintió.

...

—¿¡Que hizo que ese idiota!? -espetó enfadado golpeando su puño cerrado en su escritorio. —Matalo, y tráeme todo mi dinero de vuelta -dijo sin más y después colgó.

Jeongguk estaba atrás de la puerta de su oficina sin que el lo supiera ya que había ido allí para mostrarle sus resultados en su reciente examen. Cubrió su boca al escuchar lo que su hermano dijo. Su corazón se oprimió, le dolió escuchar ese tipo de palabras que su hermano expresaba, aún no entendía muy bien en lo que trabajaba su hermano mayor. Pero esperaba que no fuera asesinando gente. Estaba por irse de allí cuando su hermano salió de la nada y lo vio sentado en el suelo.

Jeongguk se alejó asustado de él, tenía lágrimas en los ojos. Su hermano lo supo en ese instante, el había escuchado. Ya no tenía porque cubrir para lo que trabajaba.

—Soojin hermano, yo, no es lo que parece -se inclinó hacia el acercando su mano al rostro del menor y este enseguida alejó su mano. —Perdón -dijo cabizbajo y luego se alejó y lo dejó allí solo.

Jeongguk lloró muchísimo ese día, más de lo que había llorado días anteriores, pero después de ese día, lloró todos los días desde que estaba allí en esa horrible casa. No sabía el porqué, pero se sentía vacío, sentía que algo le faltaba, sentía que necesitaba de algo para poder ser el mismo chico de antes. Pero se odiaba demasiado por la razón de no poder recordar nada de él en un pasado. Odiaba estar encerrado allí, odiaba no tener amigos, odiaba vivir allí, odiaba vivir con su hermano mayor y odiaba sentirse roto.

Cada día se preguntaba, ¿cuando volvería a ser feliz? ¿Cuando podría volver a ser el mismo? ¿Cuando se sentiría bien consigo mismo? ¿Cuando podría salir de allí? Por eso empezó a planear un plan a largo plazo, para poder escapar de esa casa de la que no era familia. El no pertenecía allí, y lo sabía por completo.

Hubo un tiempo que ya no se sintió tan mal estando allí, comenzaba a llevarse mejor con su hermano. Así que había tenido su plan por unos momentos, por un tiempo hasta ver si si podría vivir allí y ser feliz al mismo tiempo. Su hermano empezó a darle más libertad, pero cuando menos se lo esperó todo cambió de un día a otro.

Ese día había amanecido lluvioso y con muchos truenos y relámpagos, que por alguna razón lo asustaban demasiado, y sentía que en algún momento de su vida hubo alguien que lo abrazaba cálidamente en ese tipo de días y le besaba su frente mientras acariciaba su cabello.

Se duchó, bajó y desayunó. Después se fue a clase sin despedirse de su hermano ya que el no se encontraba en casa. Su día había ido estupendamente bien en la universidad, había estado con su mejor amigo como normalmente. Ya era algo tarde y el apenas iba de regreso a su casa en un autobús, le gustaba ir en autobús ya que le gustaba ver a las personas, cómo interactúan entre ellos y como se demuestran afecto verdadero y mutuo. Lo hacían sentirse como si a él también le demostraran eso, aunque en la realidad era obvio que no pasaba eso.

Llegó a su casa, entró a ella y después se dirigió a la cocina, tomó un vaso de agua y camino hacia la sala de trabajo de su hermano. Normalmente su hermano le decía que tocara, pero pues en ese momento Jeongguk se sentía medio feliz y quería verlo y hablar con el sobre como había ido su día y todo lo relacionado con eso. Entró sin tocar y después escuchó el disparo, vio la escena y se quedó estupefacto. Su hermano acababa de jalar el gatillo frente a una persona, y le había arrebatado su vida, el resto de su vida que debía haber seguido viviendo. Su hermano había dejado a una madre sin su hijo, a un padre sin su hijo, y a unos hermanos sin su hermano. Su vaso cayó de sus manos al instante y se rompió en pedazos al caer. Jeongguk estaba en shock, salió corriendo hacia su habitación escuchando como su hermano le gritaba que volviera. El no hizo caso y simplemente entró en su habitación, hizo su mochila con lo primero que encontró. Abrió la ventana de su habitación y notó como la noche se inundaba de lluvia torrencial. Volteó por última vez a ver su habitación y después saltó por la ventana, cayó en su trampolín gracias al cielo y después salió corriendo de allí sin mirar hacia atrás. Sin importarle qué pudiera pasar o no, los truenos y relámpagos de esa noche ya no lo asustaban más. Eso le aliviaba. Sintió un gran alivio cuando se alejó muchísimo de esa casa, llegó al puente del otro lado de la ciudad y comenzó a ver los escritos que habían allí. Rió para sus adentros, ¿que tantos problemas tendría que tener la gente para querer acabar con su vida? -pensó. El odiaba su vida, pero nunca se le había cruzado por la mente suicidarse, al menos hasta ese día estando allí que no pensaba correctamente. Si no hubiera sido por ese teléfono público de sos que se encontraba a la mitad del puente probablemente el ya no existiría más. Probablemente sino fuera por Kim Taehyung el oficial que atendió a su llamado el estaría muerto.

𝙎𝙪𝙞𝙘𝙞𝙙𝙚 𝙗𝙧𝙞𝙙𝙜𝙚; 𝙫𝙠𝙤𝙤𝙠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora