Dichosos deseos
Por fin llegó el esperado día. Después de varias semanas soñar esto, viéndote en mis fantasías y haciendo que mi deseos de estar contigo cada día, llegó aquella cálida noche. Tocabas la puerta de mi casa y ahora si te veo. Con su pelo castaño, ojos marrones y un cuerpo esbelto, caminaba con paso decidido por mi casa, donde yo experimentaba una sensación de nervios, emoción y placer de forma simultánea. En tus luceros se veía la dicha de que esta noche sería inolvidable y gloriosa. Se empezó a romper el hielo y la tensión cuando con aquellos besos sacias el hambre que tengo de tocar tus suculenta lengua que se une por medio de la saliva y el fuego amoroso. Me tocabas el cuello con tus manos delicadas y sutileza de belleza pura con la que dejas en mi alma palpada en tus acciones. Yo estaba demasiado enamorado de ti, y tu comenzaste a quitarte tu traje de olivos donde se escondía la más perfecta sensualidad y aquel cuerpo estelar que hizo que en mi se llenara en mi corazón la sensación de deleitarme ante tanta majestuosidad. Mi lengua se paseaba por tus labios donde tenía la miel más dulce del mundo que chorreaba de tus pétalos hacia tus pezones y estos mi lengua saboreó y se deleitó con tan bellos manjares que me hicieron reposar en ellos y seguir probando el fruto de tu divinidad. Este encuentro seguía siendo el mejor que había tenido en mi vida, ya después de todo esto tu sexo y el mío pedían que se juntaran para seguir disfrutando de esa energía sexual que hace que estar a tu lado sea la gloria de tu belleza y el romanticismo del deseo sexual. Contoneas tus caderas con movimientos circulares, mi lengua acelera el ritmo, sabe que ya era el momento, no quiero parar, tu tampoco, estamos hambrientos, te digo entre todo esto que con mi miembro pueda transmitir a tu vagina el fluido energético que le hace a tu cuerpo para mantener ese dicho sentimiento, y se escucha con el eco aquellos sonidos a un tono tus gritos de placer y lujuria cuando sientes que estamos conectados por esta magia donde tu eres la que con tus hechizos me hacía volar hacia el paraíso de tu cueva. Seguíamos transpirando el sudor que sentimos cuando el fogaje de nuestros cuerpos se unen a través de un sentimiento que nos hace preso y que se representa por medio del gozo sexual y probar los lugares más inhóspitos y misteriosos de tu dicha escultura cubierta de miel y elixir de las fuentes de fluidos. Jamás me separare de tu bello cuerpo que me hace volar a un lugar fuera de nuestras imaginaciones donde se paraliza el tiempo y todas las dimensiones para seguir palpando con nuestros movimientos esos juegos prohibidos que nos hacen ser únicos, disfruto de gozo de succionar tus hermosos pechos y buscar entre tanta belleza el sabor que me das con tus besos y que callas con el ferviente deseo de unirme a ti en un lugar hasta morirme atrapado en tus encantos.
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Relatos
PoetryEscritos hecho con mucho esfuerzo y dedicación, en los cuales se plasman un sin fin de emociones y donde el lector se transporta al escrito para vivir cada palabra con mucha devoción.