Talon

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La fría nevada impedía que se viera algo, además de ser de noche, si una persona estuviera ahí, todo lo que podría ver es el suelo a sus pies. 

Junto con eso, una nave descendía del cielo, aterrizando en la fría nieve. —Solicito activación de plataforma de aterrizaje.— Dijo el piloto de la nave, esperando respuesta.

Sin aviso, el suelo comenzó a descender junto con la nave y la nieve, mientras una compuerta cerraba el hueco que quedaba.

—¿Ya llegamos?— Preguntó la hacker, estando acostada en dos asientos a lo largo. —Quiero un jugo.— Dijo quejándose.

Sin responder, la francesa se había levantado de su asiento, caminando hacia las puertas de la nave. — deberías aprender a cállarte.— Dijo la francesa, saliendo de la nave junto con su arma en brazo.

—Amargada.— Dijo sosteniéndose una de sus costillas. —Al menos llévame con la doctora ¿no?— Dijo intentando llamar la atención de su compañera literalmente fría, pero ella solo la ignoró. —Oye, tú.

—¿Sí?— Preguntó el soldado, que estaba parándose del asiento del piloto.

—¿Puedes llevar esto a la enfermería?— Sombra había sacado una especie de aparato. —Hazlo rápido.— Dijo intentando sonar demandante, aunque estuviera muy incapacitada.

Mientras eso ocurría, la agente Amélie Lacroix caminaba por los pasillos del cuartel general de Talon, mostrando un semblante serio.

Muchos agentes de Talon intentaban desviar la mirada cuando ella pasaba en frente de ellos, la última vez que alguien la halagó, terminó con varios huesos rotos.

Después de varios pasos, se encontraba en frente de una compuerta, la cual se abrió automáticamente.

Era como un gran campo de entrenamiento militar.

Había una única persona en el lugar, toda su ropa era negra, llevaba dos escopetas las cuales estaba disparando a varios objetivos mientras se movía, y tenía una máscara blanca que simulaba una calavera.

Habían pasado unos cinco minutos antes de que se diera cuenta que su compañera le estaba viendo.

—Nada mal, Reaper.— Dijo sin moverse de su lugar. —Aunque te faltaron tres objetivos.

—¿Qué quieres Amélie? Creí que estabas en una misión.— Dijo comenzando a recargar sus armas. —¿Ya acabaste?

—Fue aburrida.— Dijo haciendo sonar si acento, expresando un increíble sentimiento de aborrecimiento. —Pero pasó algo interesante, una persona apareció, no sé qué tipo de tecnología usaba, pero parecía atrapar a sus enemigos con carne.

—¿Carne, dices?— Reaper había estado callado por unos segundos, después de enfundar sus armas, caminó hacia la salida. —Sígueme, tengo algo que mostrarte.

Sin quejarse, Widowmaker siguió a su compañero, después de un rato, habían llegado a la enfermería.

En donde una mujer de cabello naranja rojizo y un aspecto bastante aterrador los recibió. —Moira, ella tiene algo que decirte.— Dijo Reaper mientras señalaba a la de piel fría.

—¿Qué? ¿Eso… es algo importante?— Preguntó confundida la asesina.

—Es importante, ahora dile.— Reaper había empezado a insistir, lo que molestaba a Moira ya que estaba ocupada.

—¿De qué están hablando? Gabriel.— Había llamado a Moira.

—Resulta que— Había sido interrumpido, puesto que un soldado había entrado en la sala.

Sucesor Del Karma (Overwatch, Infamous, Prototype)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora