T.1 Capítulo 4: ¡Reunión!

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(POV CRISTAL)

Pasamos un buen rato de fiesta, aún que creo recordar bastantes hechos que pasaron, cómo el cual el chico del casco se quedó sobado a la segunda canción que el DJ dodo puso, Bello intentó ligar con la científica y el chico callado que tiene los ojos tapados por el pelo se quedó hablando con un dodo que pasaba por ahí. Resumen, hubo de todo.

Aún así, llegaba la hora de irse a dormir, así que tocaba irnos cada uno a su respectiva casa.

Caminando de vuelta, después de aquella fiesta, el chico del pelo morado se me acercó. Este sostenía por el hombro al chico del casco que se encontraba en un sueño profundo recostado.

-(Sonidos Musicales) ¿Y por cierto, dónde dormirás tú?

-Pues...

-¡Dormirá en mi casa! Pues como soy su hermano debería cuidarla. - Dijo Bello, intentando impresionar después de poner "musculitos" delante de la azuleja.

Suspiré, y de mientras el moradito se reía de como la científica pasaba de las tonterías de Bello.

Nos despedimos todos y al llegar a la casa de mi hermano que aún se me hacía raro pensar que era de mi misma sangre, este abrió las puertas de su morada para que pasara a dentro.

-T-Tu casa esta chula. - Dije tímidamente, no fijándome en ningún momento en el chico.

El chico se hechó a reir tras mi inseguridad.

-Bueno, dormirás en mi cama si quieres, yo puedo dormir en la nave sofá.

Sinceramente, me pasaron muchas cosas por la cabeza, nunca tuve un familiar quien me diera amor, solo pensaba que el amor se lo inventaban en las peliculas, ya que en mi antiguo planeta solo habían robots de todos tipos y ningun organismo normal, además, madre me decía que el amor era malo y traía consecuencias negativas.

Creo que sería mucho pedir que me acompañará almenos esta noche. No me siento aún cómoda del todo.

-¿Quieres que esté contigo esta noche? - Me dijo confuso.

Sin darme cuenta lo decia todo en voz alta.

-¡Aaahh! ¡No me digas que me has escuchado!

-Pues sí. - Me concluyó riéndose.

Me senté sobre la cama de el chico.

-Oye, a mi no me importa eh, entiendo que aún no te sientas del todo en casa. Aún asi, incluso para mi, se me hace raro pensar que eres de mi familia. Pensé era chico único. Estaré contigo esta noche si te sientes más cómoda, pero no te acostumbres. -Río.

Asentí cómodamente.

-¿Por cierto, te gusta Ongo verdad? -Preguntó esté pícaro.

-Gracias por recordármelo.

Ongo destacaba entre los demás por su melena larga que le cubría los ojos, pero lo que más me fascinaba era su actitud relajada y tranquila, siempre pausado y expresándose con pocas palabras.
Su estilo de vestir, a la par de su personalidad, encajaba perfectamente con mi gusto.

-¡Tierra a Cristal! - Decía mi hermano.-¿Qué te pasa hermana? Estás en las nubes.

-Tal vez sea el sueño... Mejor que vayamos a dormir. - Le respondí.

Este se tumbó al lado mio e estrechó el brazo sobre mi cabeza, usándolo de almohada.

-¿No es... bastante raro todo lo que nos ha dicho la reina?-Pregunté.

Al ver que no me contestaba subí la cabeza y lo encontré sobado con la baba cayendole de la boca.

-Genial. No ha tardado ni un segundo.

Tras pasar la noche, ambos se levantaron temprano, cuando el sol apenas había iluminado el lugar. No hacía mucho frio, pero tampoco calor.

-¡Cristal! ¡Hermanita!

-Ugh... Qué... - Respondí ante aquella voz.

Abrí los ojos lentamente y con un respingó me asusté. No me acordaba de todo lo sucedido.

-¡Arg! Idiota, me has asustado.-Decía ya despierta.

El rojizo se echó a reír.

-Por cierto, los demás nos están esperando a fuera, hoy Mina restaurará tu nave y tú, de mientras conocerás bien a los demás y a Jammbo.

-Ahh, esa tal mina es la cientifica que estabas intentando ligar ayer. - Dije picara. El chico se sonrojó. -Ya voy conociendo los nombres.

-Pues sí, hay una química especial entre nosotros. - Dijo hechándose el pelo hacia atrás.

-Bello el romántico, el chico que liga dándole pastel de cumpleaños a las chicas.-Me reí y el se estrechó de hombros.

De pronto alguien tocó a la puerta.

-Voy a ver quien es.-Dijo Bello acelerándose.

Este abrió la puerta y vio al chico del casco escapando de unos dodos con rencor hacia él.

-(Sonidos mucicales) Intente avisarle que no le robara la comida a los dodos. - Dijo Ongo con una expresión neutral.

Yo de mientras, miraba a este con vergüenza.

El chico del casco seguia corriendo y pidiendo ayuda, recibiendo un intento de ayuda de Bello, que corría detrás de él en su ayuda. Ongo giró la cabeza al notar mi presencia y se dirigió hacía mi.

De mientras el se acercaba más, yo hechaba más hacía atrás, en aquel entonces yo aún tenía miedo acumulado.

El se paró y se disculpó con gestos al ver que yo no me sentía cómoda.

Me acerqué a él con valentía y confianza y me lo quedé mirando.

-¿Ne-Necesitas algo? - Le pregunté.

¿Porqué no podia enfocarme en su cara, Esta bien que me pareciera guapo, pero solo ha pasado un día, además no entendía bien bien lo que pasaba dentro mío. Mi corazón se aceleraba al verle, empezaba a sudar y hablar se hacía difícil.

-(Sonidos musicales) Bueno, te iba a preguntar si querías venir a hablar un rato, queríamos conocerte.

-Ehh... ¿Qué? - No acababa de entender su extraña forma de hablar a base de sonidos.

-Ongo te dice de ir a dar una vuelta a solas para conoceros. - Dijo Bello.

Me sonrojé aun más, no me molestaba la idea, pero tal su expresión y forma en la que lo decía, se me hacía raro que hubiera dicho eso.

-(Sonidos musicales) ¿Bello, en que momento te ha pasado decir eso por la cabeza?-Respondió este.

Igualmente tampoco le molestaba, de todas formas también quería conocerla, asíque daba por hecho que era un buen plan.

El chico del casco habia entrado en casa de Bello, donde se resguardaba detrás de la puerta de los bichitos negros y verdes.

-Hasta cuando sonríe es un santo... - Dije en voz baja.

-¿Quién es un santo? - Dijo una voz detrás mío, haciendo que me asuste.

Era la niña rosa, tenía un dodo en la mano que parecia estar aterrado.

-Nadie. - Me giré sonrojada.

-¿Bueno, vais a ir o no? - Respondió Bello mirando a ambos.

-Si él quiere, podemos irnos ya. - Propuse.

Ongo hizo un gesto de estar preparado. Acto seguido este abrió la puerta dónde el chico moradito se resguardaba. Este saltó asustado y se escondió como una tortuga en su casco.

Continuará...

Una Aventura Intergaláctica✨ (Jelly Jamm)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora