❛❛APOCALYPSE❜❜ [tua]¹

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.: DER WEG DES TODES :.

I'll meet you at the end of the line, i promise

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13 YEARS AGO

A Lyra le gustaba el invierno. Ver los copos de nieve caer uno tras otro a través de la ventana, encender la chimenea cada noche antes de irse a dormir. Y, sobre todo, el hecho de que su padre les permitiera tomar chocolate caliente en los desayunos, en lugar de esos jugos vitaminados.

Eso fue lo que desayunaron ese día, el último día normal de sus vidas.

Lyra estaba en su lugar de siempre, entre Vanya y Klaus. Frente a ella, aún estaba la silla vacía de Five; a veces tenía que convencerse a sí misma de que su hermano seguía vivo, de que iba a volver y entonces vverian a estar todos juntos.

Repentinamente, una alarma comenzó a resonar por toda la mansión. Era una misión, los necesitaban. De inmediato, su padre soltó los cubiertos y se puso de pie.

–Vayan a prepararse para la misión –dijo–. Rápido.

Lyra observó cómo sus hermanos, a excepción de una cabizbaja Vanya, imitaron a su padre. Arrojaron los cubiertos a la mesa y se pusieron de pie. Lyra tardó unos segundos en reaccionar a la orden de su padre, permaneció en su lugar.

–Número Ocho –la llamó su padre, alzando un poco la voz–. Date prisa.

Lyra lo miró y sintió un vuelco en el estómago. Luego, miró a sus espaldas y vio a sus hermanos alejándose en dirección a las habitaciones; sintió que su respiración se cortó y un extraño escalofrío recorrerla. Un cosquilleo helado en su nuca, que la hizo temblar.

Algo andaba mal, tenía un mal presentimiento.

–¡Número Ocho! –volvió a llamarla su padre.

Lyra dio un respingo y volvió a mirarlo. Sin embargo, no fue capaz de explicarle su temor sin que él creyera que no quería cumplir con su deber. Diciéndose a sí misma que solo era una estupidez y que solo estaba paranoica, se puso de pie y siguió a sus hermanos. A mitad del camino se reunió con Klaus, que la esperaba cerca de las escaleras.

Aun después de que se preparan para salir a la misión, Lyra seguía teniendo un mal presentimiento. Ver a sus hermanos correr de un lado a otro, buscando sus uniformes y armas de apoyo no la tranquilizó. Tenía la sensación de que en medio de todo ese bullicio algo iba a estallar.

Cuando estuvieron listos, su padre los reunió en el vestíbulo y les dio indicaciones para llegar a la escena. Número Uno tomaba nota de cada una de todo. Lyra tenía la mente en otro lado.