XI

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2019, semanas del secuestro de la Doctora Remart,

-Se lo ruego, se lo ruego señor, déjeme ir. No le denunciaré, por favor...- los sollozos de Alessa retumbaban en los oídos del captor. Se quedó en silencio mientras reacomodaba a la psicóloga en la habitación. Minutos atrás había llegado percatandose que la había dejado sin vendaje y con la luz encendida. Un instinto de rabia invadió su cuerpo, como si su distracción fuese culpa de la mujer que tiene secuestrada. Seguía sin hablar, y antes de volver a cometer un acto como el de días antes, decidió vendar sus ojos otra vez y esta ocasión solo ató una pierna y un brazo. Estando a punto de retirarse, depositó una nota escrita por computadora en la cama, y se marchó justo cómo había ingresado, con cautela y precaución. Aseguró la puerta con todos los candados, sintiendo un cansancio enorme se dejó caer por toda la superficie de la pared, con la angustia y la moral afectada, viendo la total incomprensión de su accionar. ¿Por qué había hecho esto? De nuevo dudaba de su idea, dudaba de su causa, dudaba de absolutamente todo lo que tenía delante y lo que había detrás de este secuestro.
Del otro lado de la pared, Alessa percibió el cambio de rutina de su captor, ¿el sexo que tuvieron le habría sensibilizado?, debido a la luz encendida, la psicóloga observó por la rendija debajo que se encontraba nuevamente sola, y fue así que con su mano libre pudo deshacerse del vendaje que bloqueaba sus ojos. En cuestión de segundos había liberado su vista, centrándose por completo en aquel sobre blanco frente a ella, enseguida lo sujetó y con fuerza lo abrió, rasgando un poco el papel pero logrando su cometido.

"¿Por qué está aquí? Sirrush ha pedido por usted, ha solicitado una mujer querida y adorada por un dragón auténtico. Alguien que signifique más que la mortalidad, más que la vida y más que el intermedio de ella. ¿Por qué usted?, si lo percibe se dará cuenta que el amor es cautivo y que nuestras decisiones nos llevan a la línea de fuego entre cautiverio y libertad. ¿Se ha percatado de la importancia del dragón en el mundo occidental?
Le sugiero que analice, ¿por qué Sirrush pidió a Alessa Remart?"

La psicóloga se quedó perpleja, ¿Sirrush? Se preguntaba con insistencia. ¿Quién o qué es Sirrush?
Y sin pensarlo más, de nuevo leyó la nota. "Ha solicitado a una mujer querida...", "Amor, entre cautiverio y libertad...", ¿pero qué mierda era eso?
Remart no sabía cómo ni cuándo había sucedido todo eso. ¿Por qué ella? ¿una mujer querida, por quién?
Demasiados puntos difusos en su nota, puntos que ni siquiera comprendía. ¿De dónde provenía toda esa información extraña?

...

–Lamento la interrupción, doctora Caum. Es un asunto extremadamente importante, créame que de no ser así no acudiría a usted– el agente Seed parecía estar lleno de desasosiego, Cael le concedió el libre paso por su casa y le dirigió a su oficina –Pierda el cuidado, agente. ¿Dígame en qué puedo ayudarlo?– la tranquilidad de su voz no dibujaba una línea congruente con su situación actual ni mucho menos con aquellas marcas de inquietud y desvelo de la heredera –¿Qué sabe usted sobre mitología?– preguntó de pronto el agente, Cael le observó directamente a los ojos y se levantó de su asiento para ofrecer un trago a su invitado –Soy una fanática en eso, agente Seed. Soy experta en arte, no en cosmovisiones. Conozco parte de las mitologías más no sé a qué se refiere, hay miles de ellas...– regresó a su asiento, depositando la bebida cerca del hombre que la acompañaba. Un sorbo en ambas copas y el agente carraspeó –Esto es confidencial de la comisaría, no se supone que debería decirle. Sin embargo, mi intuición me dicta que puede ayudarme. Hoy llegó al departamento de policía una nota sin remitente, hablaba de Ninazu y Marduk, además claro de especificar varias señales en homicidios sin resolver...– la heredera inexpresiva, bebió de nuevo aquel amargo elixir y con una hoja de papel de su escritorio comenzó a explicar lo que sabía de aquellos nombres tan extraños –Marduk es un dios babilónico, el primogénito de Ea, fue soberano de los hombres y naciones, algunos expertos dicen que su nombre se pronuncia Marutuk, que podría significar "becerro del Dios Sol, Utu".  El era dios de una generación tardía de la antigua Mesopotamia, cuando ésta se convirtió en el centro político en la era de Hammurabi, por el siglo VIII a.C. En la ciudad de Babilonia residía en el templo de Esagila, no existe iconografía sobre Marduk pero se le asocia con una pala como símbolo del mismo y el animal que lo suele representar es Mushussu, el dragón-serpiente. Y que precisamente éste era plasmado en los ladrillos de los templos de Babilonia...– la explicación de Cael fue acompañada por la escritura y los dibujos que representaban a dichas criaturas –¿Mushussu?– cuestionó el oficial, la heredera otra vez se puso de pie y fue directo a su estantería, dónde tenía una cantidad de libros sobre mitología. –Agente Seed, la mitología es un terreno enorme, e intentó resumirle la información. Pero es un campo vasto y en ocasiones poco estudiado, sobre todo hablando de la mitología babilónica. Mucha gente la estudia, no obstante, existe muy poca información. Este libro habla sobre criaturas mitológicas en todas las cosmovisiones del mundo, abarca desde lo griego a lo japonés, de lo coreano al nuevo mundo. Sobre Mushussu en específico se puede decir que con anterioridad era llamado Sirrusu o Sirrush, es una criatura representada en la puerta reconstruida del templo de la diosa Ishtar que data quizá por el siglo VI a.C., es un híbrido mitológico el cual por una parte es un dragón escamoso, con las garras traseras que sugieren una conexión con las águilas, sus extremidades delanteras sugieren un lazo con los felinos, un cuello largo y cola; cabeza cornuda, una lengua serpentina y una cresta. El nombre Mushussu se puede interpretar literalmente como "serpiente rojiza"– el agente quedó en un estado de complejidad enorme, ¿cómo es que un criminal podía conocer todo el significado de lo que había escrito? ¿se trataba acaso de una secta o un delincuente en solitario? –¿Y Ninazu, sabe que significa?– preguntó nuevamente Seed –Ninazu era considerado el dueño de Sirrush, Mushussu. Conocido como el rey de las serpientes, es una deidad del Inframundo que conservaba conexiones con la agricultura y la guerra, además de las serpientes.  Recibe el epíteto de "Mayordomo del Inframundo", capaz de lanzar conjuros. Puede tener dos significados distintos por la percepción de la población de diferentes lugares de Babilonia– el agente bebió de una su trago y continuó con sus preguntas –¿Ninazu y Mushussu están conectados?– Cael no quiso ser grosera y asintió, a sabiendas que lo había dejado claro en su explicación –Traje conmigo una fotografía de la nota que nos llegó a la comisaría, ¿podría echarle un vistazo?– Cael sujetó el móvil entre sus manos y comenzó a leer en voz alta –"¿Qué puede más, el instinto o la educación? ¿Qué es más humano, el perdón o la violencia? ¿Recuerdan ese cuerpo a la orilla del río, el de la joven de Ontario? Un deleite para el perpetuador de ese aberrante acto, ¿se han dado cuenta señores, de las marcas en la nuca de esa chica? Parece una pezuña delgada... Una v invertida, ¿qué querrá decir el dragón con eso?... ¿Mis camaradas, han pensado en cuántos otros cuerpos estará esa marca? ¿Han pensado en que las desaparecidas pronto serán marcadas por el dragón? En honor a Ninazu, la maldad y la pureza se envía al Inframundo. Las ilusiones ayudan a la conquista del alma, así ignoran las garras traseras y la electricidad de mi aliento... No existe humano predilecto, la enormidad y variedad hace de la justicia otra ofrenda para Marduk." Agente, esta nota está encriptada. Ninazu, deidad del Inframundo con Marduk que es Dios soberano de los hombres y representado por Mushussu, y Mushussu es súbdito de Ninazu... Habla de aliento eléctrico y garras, son atributos específicos de los dragones... En todas las mitologías hablan de eso, en la de China conectaban los rayos como una virtud o habilidad del dragón, al igual que en la japonesa e inclusive en la europea.–  El agente abrió los ojos como platos y recordó la palabra que aparece en el texto que hacía referencia a lo que decía la doctora Caum –"¿Qué querrá decir el dragón  con eso? ¿Han pensado que las desaparecidas pronto  serán marcadas por el dragón?"– repitió el policía, entonces fue allí cuando Cael asoció todo lo que había dicho con la última pregunta que repitió el agente. –Las desaparecidas... Agente, mi prometida– el miedo sacudió el cuerpo de Cael. Todo en ella sugería un preludio a una guerra de poder entre un psicópata y un alma enamorada. Quizá y era muy probable que esa persona tuviese a su querida castaña enclaustrada en contra de su voluntad. –La doctora Remart... Doctora Caum, le agradezco profundamente su ayuda, conforme descubramos más pistas en todo esto, le informaré, créame que rescataremos a su prometida.– Cael percibía la ira ir creciendo por su sangre, podía sentir su carne derretirse por la furia, se estaba convirtiendo en lava volcánica debido al coraje, había acompañado al oficial hasta la puerta y con la frialdad que la caracterizaba le dirigió la palabra –Agente Seed, ¿podría enviarme la fotografía? Me gustaría investigar más a fondo, si esa persona posiblemente tiene algo que ver con el secuestro de mi prometida, me gustaría ayudar.– El agente Seed asintió y en segundos había llegado al buzón de entrada de la heredera aquella imagen tan rara, se despidieron ambos y Cael se enfrentó de nuevo a la soledad inminente y al imperecedero sentimiento de vacío.

SirrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora