Capitulo 3

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Hasta que observe el cuadro que se encontraba justo arriba del marco de la puerta, en el cual se encontraba enmarcada una foto de nuestra familia. Recuerdo ese día, fue cuando organizamos el picnic, hermoso día como momento.

Pero había algo inusual, había un relieve extra en la imagen. Definitivamente algo tendría dentro. Me subí a unas de las sillas que tenía mi padre para los invitados. Con mi altura sumándole la de la silla llegue hasta el cuadro, lo saque y me baje. Lo empece a desarmar hasta que vi lo que buscaba.

Me felicité a mi misma por mi instinto de detective. Me dirigí al cajón y efectivamente este se abre ante el contacto con la llave. Justo cuando lo iba a abrir y saciar mi intriga, escucho la puerta principal cerrarse. Preferí guardarme este secreto y no contarle a nadie, por ahora.

Baje a la cocina, me encontré con mamá, quien andaba diferente desde lo ocurrido, triste sin su sonrisa tan brillante, ahora sólo tiene una mueca y apenas le brillan los ojos.

-Mama estas bien?- le pregunté.

-Si te soy sincera querida, no no lo estoy, todo esto me esta frustrando- dijo con la mirada perdida en algún punto.

-podes irte a acostar, yo preparo la comida- le insistí.

-esta bien, pero me baño y te acompaño- dijo.

-okey, vos tranquila, relájate y cuando tengas ganas de bajar estaré aquí-

Y termino la conversación, yo seguí con mi labor, preparar algo como mínimo comestible.

Al final me decidí por preparar macarrones con queso, al terminar de poner los cubiertos en la mesa llegó Elliot.

-hola Seli- dijo

-hola- dije distraída.

Me miro, pero no comento nada.

-y mama?- pregunto-

-está en su habitación, no anda del todo bien por lo ocurrido con la inmobiliaria.

-entiendo, y vos- me miro

-nada interesante, prepare la comida y puse la mesa, nada más-le dije, no le contaría aún hasta descubrir que hay dentro del cajón.

-Selenia- dijo Elliot

-qué ocurre- pregunté.

-te quedaste mirando la oficina de papá- dijo mirándome raro.

-oh lo siento je- dije nerviosa.

Después de ahí todo seguía siendo lo mismo, cuando mama bajo empezamos a comer todos juntos.

Luego de comer me fui a mi habitación, ya eran pasadas las doce, prefería descansar, pero recordé el cajón.

Bendita curiosidad

Baje hasta la oficina y entre, me dirijo al escritorio y con la llave abri el cajon y no podía creerlo.

Para que tanto refuerzo por dos libro, fotos, dos plumas de oficinas, supongo que para repuesto. Una foto en particular me llamo la atencion, era una foto pegada en la portada de uno de los libros, en esta se encontraba mi padre junto con mi madre y Elliot que tenía aproximadamente un año o dos, y una bebé en brazos de mi padre. En el otro libro también había una imagen pegada, era algo así como un pichón posado en una rama de un árbol, mi padre y sus acertijos. Cuando era pequeña teníamos un código, el cual consiste en que cada vez que uno de los dos hacia algo que representara a este animal, era específicamente dirigido al otro, lo se toda una bobada, pero era nuestra.

Agarre todo lo que había en el cajón y me encamine a mi habitación, ahí revisaría todo con mayor tranquilidad.

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Recorrido Inesperado. (En Progreso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora