VI

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Estoy de pie, asomado al abismo espectral, y se oyen lamentos, tristes plegarias, que ascienden; siento en mí susurros que me invitan a adentrarme en sus fauses de oscuridad. ¿Qué misterios oculta en sus profundidades?. Es ella, o su recuerdo, o es ella en todas sus edades, al nacer, al vivir, al recordar; o es ella muriendo, o es ella esperando, o es ella en el silencio de la noche, o es ella recibiendo un "te amo". Rodeo el abismo, tal vez encuentre una escalera, una soga, con que descender. De pronto elijo quedarme quieto, como siguiendo alguna determinación superior a mis fuerzas, sumergiendo mi angustiada sed en lagunas de inercia; porque una inercia violenta me embarga, sube por mí y me deja estático allí en medio de la bruma de un supuesto: ¿acaso una utopía?¿será ella?.. "Elijo estar bien", me llega como un susurro, y... ¿Hacia dónde ir?.. El viento sopla muy fuerte en un instante, presuroso como el pensamiento, y me grita a los sentidos: "el que no conoce su destino debe retornar siempre a sí mismo, a su nacimiento como hombre, aunque la angustia se lo estorve y lo devore por dentro la agonía...". Desperté cohibido, presa del destino.

El último AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora