Cuando Catra es echada de casa, en lo único que puede pensar es en la preciada libertad que había obtenido. Desea más que nada utilizarla sabiamente, por lo que se decide en irse de la ciudad para empezar una nueva y mejorada vida bajo sus propios t...
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— ¡Este día ha sido increíble!
— Habla más bajo Glimmer, o vas a despertar a Mermista. —Las suaves risas del grupo inundaron instantáneamente el auto en el que viajaban, unas muy contentas por haber hecho un excelente trabajo, y otras no tanto.
Esa noche las estrellas no brillaban en lo alto del cielo nocturno. Estaban escondidas, atrapadas detrás de las negras nubes que hacían todo un poco más oscuro. Adora miraba por la ventanilla, tratando de encontrar alguna de ellas que guiara un pequeño camino de luz en medio de tanta oscuridad. No pudo hallar nada, quizás era porque estaba demasiado cansada para darse cuenta de los detalles.
La luna era otro caso, ya que ella sí estaba encendida, pero en el sentido contrario al que Adora pretendía estar mirando. Si la vieran en ese instante, muchos pensarían en lo linda que se ve esa noche, en cuán reconfortante es no estar solo debajo del oscuro cielo.
Pero claramente no venimos a hablar de Adora como de cualquier otra persona.
— Es genial que hayas decidido quedarte en la compañía, sin ti no sería lo mismo en verdad. —Las palabras de Bow la hacían querer estar tranquila, querer ordenar toda su mente de vuelta a cuando estaba bien.
Querer... Ella los quería a ellos, mientras sea así cualquier otra cosa era un problema aparte en el que no le valdría meterse. Porque mientras ellos sean felices a su lado ella también debe de serlo. No es una ciencia exacta, pero es lo único que conoce, ¿cómo decirle a un creyente que su dios no existe, si ha sido criado en él desde que tiene memoria?
— Te noto un poco tensa, ¿estás bien? —Distinguía tonos preocupados en la voz de Frosta que, a pesar de su somnolencia, no podía pasar por alto.
Oh, aquí vamos de nuevo.
— Son las 2 AM, ¿cómo crees que puedo estar luego de un exhaustivo día? —Rió un poco, aligerando de gran manera el ambiente. Eso era lo que se necesitaba, lo correcto. No valía mostrar una expresión triste cuando todo el mundo lo único que quiere es descansar de los problemas del día. Ella no puede volverse otro problema.
Siempre era así, sólo que los demás no lo notaban. Adora no estaba bien todo el tiempo, es decir, ¿alguien en la tierra puede estarlo? Sin embargo, ¿para qué mostrarlo si lo único que va a recibir son comentarios sofocadores que -de todas formas- no buscan herirla? Sus amigos quieren verla feliz y eso es comprensible, ¿pero a qué costo tenía ella que ser feliz? ¿Cómo puede cargarle todos sus dilemas a sus amigos cuando ellos ya tienen los suficientes? No puede hacerse eso, es ella misma la que se mortifica.
— ¿De verdad? —¿Por qué iba a mentirle a sus amigos? Ella está genial abarcando sus problemas por su cuenta, sólo ella puede saber la manera en que se siente de todos modos.
