Cuando Catra es echada de casa, en lo único que puede pensar es en la preciada libertad que había obtenido. Desea más que nada utilizarla sabiamente, por lo que se decide en irse de la ciudad para empezar una nueva y mejorada vida bajo sus propios t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
———————
Si bien la ventisca de la noche le hacía pasar un poco de frío y la velocidad a la que iba no ayudaba en nada, la única sensación que permanecía instalada en su pecho era la de un calor sofocante que la hacía querer bajarse de la motocicleta y tomar un poco de aire.
¿Cómo es que había vivido todas esas emociones en una misma noche? Le costaba encajar todas las piezas, casi como si algo dentro de ella se lo impidiera. El punto es que tenía que hacer que ese rompecabezas se viera lo más claro posible o su cabeza estallaría en cualquier segundo.
Casi recapitulando en su mente: salió de casa, le marcó cientos de veces a Double Trouble, caminando a través del puente con pésimo mantenimiento para ir a su casa al fin contestó, pero cuando eso pasó vio a una extraña al borde de la construcción intentando suicidarse.
Esos detalles le daban miedo. Recordar cómo se sintió cuando observó a esa chica peligrar su vida a propósito, cuán asustada estuvo por haberse paralizado de repente. Fueron sentimientos horribles que pasaron en un dos por tres; y luego ya estaba hablando con esa desconocida.
— Ugh, esto me está volviendo loca. —Sus manos apretaban firmemente los manillares cuando una nueva y vívida memoria aparecía. Casi como un acto reflejo, aceleraba un poco para luego volver a la velocidad habitual.
Lo que más la atemorizaba y le ponía los pelos de punta es que todo fue una enorme y demasiado exacta coincidencia. Catra no podía creer que haya tenido que pasar por eso cuando todo iba tan bien con su noche.
De todos los escenarios posibles, tuvo que ser en el puente al que no se acercaba nadie a esas horas; nadie excepto Catra, que esa madrugada tenía que pasar por allí si quería llegar a casa de Double Trouble. Pudo haber llegado unos minutos después de que la rubia saltara, o quizás unos momentos antes de que se atreviera a subirse al lado inseguro de la construcción; pero llegó en el instante justo para que su presión se bajase de golpe y no supiera qué hacer exactamente.
La vida es algo jodida si se lo propone. Ahora la tenía con un dolor de cabeza que no podría parar como lo hace regularmente, porque era uno ocasionado por la confusión y la severa angustia que sentía constantemente.
Tenía que ir por su motocicleta, si no lo hacía antes que Double Trouble se fuera a trabajar lo más probable es que hubiera empezado con su viaje en la noche siguiente. No podía simplemente quedarse con la chica, pero, ¿y si lo hacía?
No paraba de pensar en lo que pudiera estar haciendo esa rubia de nombre Adora. Esperaba que haya vuelto a su casa a descansar todas esas emociones que de seguro fueron de lo más agotadoras. Y si no es así esperaba que esté gastando el tiempo buscando ese "hogar" que tanto quería. Era extraño, porque era un sentimiento que abarcaba en uno sólo el desear con todas sus fuerzas que la chica estuviera a salvo donde quiera que esté.
