68. Fresas

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—Bueno, como dijera nuestra sabía madre, yo no tenga vela en este entierro, me voy a la habitación —Dijo Christopher levantándose del sofá, se acercó, dejo un beso en mis labios y se fue con rapidez, mire por las escaleras hasta que oí la puerta de la habitación, después devolví mi mirada a las mellizas

—¿Y eso? —Dijo Morgan mirándome sorprendida, al igual que Alexanne, yo solo solté una sonrisa

—Por eso me fuí... Christopher y yo arreglamos problemas que teníamos, nos dijimos cuánto nos queríamos y ahora estamos perfecto —Dije con una sonrisa, las mellizas solo se miraron entre sí y sonrieron

—Cuentanos todo —Dijeron las dos al mismo tiempo y yo solo reí, adoraba a estas chicas

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Después de haber hablado con las mellizas, de haberles dicho lo que había sucedido, ellas se fueron conformes con mi explicación
Subí a paso lento a la habitación, al entrar, Christopher estaba con el control de la televisión, cambiaba los canales con rapidez

—Ya se fueron las mellizas... Se conformaron con mi explicación —Dije mientras me acercaba a la cama, él me dió un sonrisa y asíntio

—Siento que si algo quisiera quitar de mi familia es lo entrometido, siempre quieren saber todo —Dijo él mientras que sus ojos no se despegaban del televisor

—Solo les importas, les interesa que es de tí porque te aprecian —Dije mientras lo miraba, él bajó su mirada a mi

—¿Crees? No lo sé, a veces les importa de más —Dijo él, yo solo negué, lentamente comenzó a bajar hasta mi, su boca se aproximaba a la mia, me sentía más que lista para recibirla

Amaba esos besos, amaba su ternura y lo delicado que era...










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|Dos semanas después|

—¿Te veo en el almuerzo para ir a comer? ¿O está vez me toca el desayuno? —Dijo Christopher mientras llegábamos a la oficina, era viernes, todo era más relajado, no había tanto estrés

—En el almuerzo, cariño —Dije mientras bajaba del auto, él se acercó a mí y tomo mi mano, ciertamente me incomodaba un poco cuando íbamos a la oficina así... Todos se me quedaban viendo raro

—Quiero pasar al baño, si quieres adelantate —Dije mientras me soltaba de la mano de él

—Te espero —Dijo él, bueno, mi excusa no había servido, entre al sanitario e hice mis necesidades, me lave las manos y salí, ahí estaba Christopher, esperándome

Al llegar con él, nuevamente me tomo la mano y caminamos al ascensor, las puertas metálicas se abrieron y ambos entramos, pero al igual otro hombre con nosotros

—Ayer le pedí a las chicas que compraran una caja de fresas, pediré un poco de chocolate o crema batida para ver alguna película juntos ¿Te gusta la idea? —Dijo, ví como el tipo que iba en el ascensor nos miraba escéptico, yo solo podía morir de pena —¿Cariño? —Dijo él y yo asentí levemente, al llegar al piso en dónde yo bajaba, Chris me dió un beso en los labios y baje, había varias miradas sobre mi, eso me incomodaba bastante

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Después de haber estado todo el día organizado cosas, escribiendo en la computadora y corrigiendo algunos documentos, salgo al desayuno, miro a mis únicas dos compañeras y me dirijo con ellas al comedor, pero nuevamente están esos constantes murmuros mientras me ven

—Ignoralos, todos son unos imbéciles —Dijo Mildred, yo solo asentí y me dirigí a la cafetería para pedir el desayuno

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Llegar a casa era mi mayor regalo después de un día cansado, Christopher y yo vamos hacia el comedor, las chicas ya están colocando los platos en la mesa, ambos nos sentamos y como si no nos hubiéramos dicho todo el en auto, comenzamos a hablar de nuestro día
Después de la cena, las chicas levantan los platos y traen dos tazones de fresas con chocolate y crema

—¿Quieres chocolate o crema? —Me pregunta Christopher, yo tomo las fresas bañadas en chocolate —Vamos —Dije tomando el de crema

Subimos a la habitación, dejo las fresas en la cama y me cambio de ropa, al salir, veo a Chris colocándose su camisa para dormir, ambos corremos a la cama y él enciende la televisión

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Mientras veíamos la película, comíamos las fresas, Christopher tomaba una de las suyas y la ponía en mi boca, tan concentrado en mi

—Ver como tus labios se pintan de rojo por la fresa, es exquisito —Dijo él mirándome antes de abalanzarse sobre mi y besarme, besarme con intensidad, con decisión, besarme con pasión, sus manos no podían quedarse quietas, me tomaba de la cintura con fuerza, me gustaba

Fue entonces que se escuchó el timbre sonar, sonar varias veces...

ÁMAME||C.V. Y TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora