ÁMAME||C.V. Y TÚ||TERMINADA

9. La Luz

—Ah, ¿Gracias? —Dije mientras colocaba mi sortija, note en su mano que también había una igual

—Si si, en un rato más estará la cena, iré a mi estudio, no molestes —Dijo Christopher antes de salir de la habitación, miraba aquella sortija, cuando nos casaron no hubo anillos, ni siquiera de compromiso

Aburrida, tome el libro que estaba leyendo estos días y me dirigí al patio trasero, me gustaba sentarme sobre el pasto y leer

Pero cuando baje, me detuve en seco, Christopher estaba con una mujer, cabello negro y edad madura

—¿Quien es ella? —Dijo la mujer al verme, Christopher se dió la vuelta y al verme, cerró los ojos con frustración

—Ven ______, acércate —Dijo entre dientes, ¡______! Se me viene otro engaño, me acerque a paso lento, Christopher le tomó de la cintura y me sostuvo, vaya, que incómodo se sentía —Mamá, ella es _______, mi esposa —Dijo y ví como una expresión de sorpresa estaba dibujada en la cara de la mujer

—¿Tú esposa? ¿Pero cuando? ¿Dónde? ¿Cómo pasó? ¿Por qué no me dijiste? —Dijo la mujer dirigiéndose a Chris, sentí como ella tomaba mi mano y admiraba mi sortija

—Fue hace dos semanas —Dijo él, ¡mentira! —No te dije por qué quería que fuera secreto, pero ya no lo pude ocultar —Dijo Christopher con una mueca

—Por dios, Christopher —Dijo la mujer —Pero eres divina, toda una belleza —Dijo la mamá de Christopher tomándome el rostro

—Muchas gracias —Dije sonriendo

—¿Cómo se conocieron? —Dijo la mamá de Christopher

—Ella es una Pimentel, cuando iba a las empresas para los negocios o tratos, la ví pocas veces ya que ella no trabajaba de planta ahí, no pude evitar enamorarme —Dijo Christopher tan quitado de la pena, por Dios, este hombre era tan bueno mintiendo, yo a veces ni aunque quiera puedo mentir

—¿Y como celebraron? ¿Por qué no hubo boda? ¿Dónde se casaron? —Mas y más preguntas

—Solo por el civil, sabes que yo no soy creyente en la iglesia y ella tampoco, creo que tiene más significado el estar nosotros dos a una celebración, mamá —Dijo Christopher con esa tranquilidad

—Por dios, debemos hacer una reunión para celebrar tu compromiso, para que presentes a tu esposa en sociedad, cariño —Dijo la madre de Christopher y rodé los ojos, por dios, era tonto siquiera pensar en ello —¿Te gusta la idea, cariño? —Dijo la madre de Christopher hacia mi, sentí un apretón en la cintura

—Ah, preferiría que no, no me gusta estar rodeada de gente, soy muy penosa —Dije y la mujer me dió una sonrisa, se miraba muy agradable 

—Bueno, entonces no fiesta, pero ya se me ocurrirá algo... Bueno, quiero dejar a la pareja feliz, me voy, adiós mi amor —Dijo acercandose a Christopher y dándole un beso, después se acercó a mí también para darme un beso en la mejilla —Cuidense, tortolos —Dijo la mujer antes de irse, Christopher dejó salir un suspiro y su mano rápidamente me soltó

—¿Por una puta vez puedes hacer las cosas bien? ¿Por qué carajos bajaste? —Dijo Christopher mientras tomaba el puente de su nariz, ¿Otro regaño?

—Iba a ir al patio trasero, no escuché que ella estaba aquí, lo siento —Dije y él negaba

—Desaparece de mi vista, no te quiero ver —Dijo Christopher y yo sin decir más, salí al patio con el libro que tenía en mano, comencé a leer mientras sentía esa brisa fresca

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—Mira tu ropa, ¿Te revolcaste en el patio? —Dijo y mire mi vestido, si, estaba un poco sucio, pero no importaba, ahorita iría a bañarme —¿Cuántos años tienes? ¿5? —Dijo él y yo solo me quedé callada, no quería pelea ya

Andrómeda trajo la cena y nos dispusimos a comer en silencio, como las otras noches
Después de cenar, ambos subimos a la habitación, yo me metí al baño para ducharme mientras Christopher estaba en la cama

Cuando termine de cambiarme, salí del baño, Christopher leía su libro, sin tomarle más importancia, me metí bajo el montón de sábanas

—¿Podrías apagar la luz? —Dije ya que ciertamente me molestaba, yo terminaban durmiendo hasta que Christopher apagará la luz

—Estoy leyendo, ¿Qué no ves? —Dijo él

—Ya se que estás leyendo, por la luz me molesta y no puedo dormir —Dije en mi defensa

—Ese no es mi problema —Dijo él

—Si lo es, por qué estoy durmiendo contigo...