3 - El Elfo Del Puto Infierno

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La vida en cruz del Norte discurría con mucha monotonía. Todos los días eran iguales, igual de horribles. El director de la prisión era Carlos Sandoval, un hijo de puta de los pies a la cabeza.
Veronica ya se había acostumbrado a la vida en prisión, llevaba una semana allí, había hecho amigas y todavía no había tenido ningún problema con nadie. Todo iba perfecto.

Era casi de noche, todas las presas estaban terminando la cena y saliendo del comedor hacia sus celdas. Ella estaba sola en su celda, estaba oscura porque había tormenta y fallaban las luces, Veronica estaba buscando algo en su bolsa de aseo para dirigirse al baño cuando de pronto escuchó a alguien entrando en la celda.
-Gitanaa!! Estás ahí?? - dijo una mujer de estatura media, con el pelo negro y el flequillo recto.
Cómo estaba medio oscuro Verónica no veía muy bien así que preguntó :
-Quién eres???
-Soy el elfo de el puto infierno - respondió la mujer
-No pero como te llamas?
-Zulema Zahir, tu serás la nueva, Verónica era no??
-Sí, pero a que has venido a mi celda, y de que me conoces??
-Estaba buscando a Saray, ella me ha hablado de ti
-Pues a mí de ti no me ha dicho nada, y ya llevo aquí una semana
-Las demás no son tus amigas???
-Yo no necesito amigas
-Y la gitana
-La gitana lleva años conmigo, pero no necesito más amistades
-Ah vale bueno yo ya me iba casi así que hasta luego!

Verónica se fue a dormir pensando en aquella mujer, Zulema, o como ella decía El Elfo Del Puto Infierno.
Según Verónica estaba loca, era muy solitaria y siempre estaba serie y o más importante estaba como una puta cabra y tenía muy mal genio.
No la veía como una amenaza, más bien como alguien muy parecido a ella. Verónica era por fuera una persona ruda, valiente, fuerte y que al parecer no le importaba nada ni nadie, pero en el fondo era sensible y le cogía cariño a la gente.

Verónica finalmente se quedó dormida después de un aburrido día en cruz del norte.
A la mañana siguiente Zulema estaba e su celda hablando con Saray, ella la miró de reojo pero no se saludaron ni nada. En la celda también estaba Sole que se estaba echando crema en las manos porque se acababa de duchar.

En el patio estaba Rizos sentada sola en un banco así que fue a sentarse con ella y estuvieron hablando un buen rato.
Pasó un tiempo y Saray se acercó con Zulema hacia donde estaban ellas y se sentaron.
Zulema tenía tabaco así que le pidió, no sabía si es que quería fumar de verdad o sólo estaba inventando una escusa para hablar con ella.
Era raro porque Zulema le transmitía confianza y seguridad al contrario que a los demás que les daba miedo.

Atrapadas en cruz del norte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora