11 - No te metas en mi camino

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Verónica estaba en las duchas acabando de secar su cuerpo delicadamente con la toalla. Tenía el cabello negro mojado goteando en el suelo, lo que formó un charco a sus pies.
No había casi presas ya en las duchas porque era el último turno y ya todas las internas se habían duchado.
Verónica ya se iba a vestir, así que se dispuso a desenrollar la toalla de su cuerpo y terminar de cambiarse.
De repente cuando el baño se quedó vacío, con ella sola ahí dentro, se le cayó un bote de gel al suelo y se agachó para cogerlo. Cuando se dio la vuelta, Goya y dos presas más estaban detrás de ella con algunos extraños objetos
-Que mierdas hacéis aquí!!? - gritó Verónica
-Que te pensabas?? Que no te la iba a devolver? Pringada, que eres una atontada - respondió Goya con desprecio
Antes de que Verónica pudiera defenderse, una de las presas le dio un puñetazo en el abdomen. Ella intentó escapar pero entonces Goya le pegó otra vez con el puño en toda la cara. Verónica cayó al suelo con la cara llena de sangre
-Aún quieres más!!? - preguntó Goya
Y le dio una patada en el estómago. Ella se retorcía de dolor en el suelo. Escupió un poco de sangre por la boca y se intentó poner en pie, pero una de las presas le dio un golpe en la cabeza con una pastilla de jabón dentro de un calcetín, que la dejó inconsciente.
Antes de marcharse Goya le escupió a Verónica en la cara y dijo
-Atontada, para la próxima te lo piensas mejor.

Goya y sus secuaces salieron por el pasillo a la galería, su sorpresa fue que se encontraron con Zulema
Zulema se fijó en que las manos de Goya y las otras presas estaban llenas de sangre y que llevaban el calcetín en la mano.
De pronto se acordó de lo que ocurrió con Verónica y Goya en su celda y fue corriendo a los baños temiéndose lo peor.
Y así fue, entró en los baños y vio el cuerpo desnudo de Verónica lleno de golpes y magulladuras encima de su toalla llena de sangre.
No supo qué hacer en ese momento, se bloqueó y encima estaba con el cuerpo completamente desnudo así que le vio todo lleno de sangre y le dio un dolor en el pecho, le recordó a lo que hicieron con su hija Fátima.
Zulema se acercó para comprobar si estaba consciente y efectivamente no, así que pidió ayuda para trasladar a a Verónica a la enfermería.
Le pareció un poco violento llevarla desnuda así que la logró poner en posición vertical y la enrolló ella misma en la toalla.

Verónica se despertó en la enfermería horas más tarde muy desorientada.
A su lado estaba Saray dándole la mano.
-Ya te has despertado, joder me tenias preocupada - dijo Saray con alivio
-¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? - preguntó Verónica
-Unas cuatro horas o así
-Voy a matar a esa gorda
-Tranquila paya, que te acabas de despertar, dice la doctora que hoy tienes que dormir aquí, en enfermería
-Me duele todo Sarai, estoy en la mierda, no creo que me pueda cargar a nadie
-Hombre normal, te han dado una paliza descomunal
-¿Quién me ha traído hasta aquí?
-Pues quien va a ser, la Zule. Te encontró ahí tirada como un perro, desangrandote y pidió ayuda enseguida
Verónica sonrió por un momento de imaginarse la imagen de Zulema cogiendo su cuerpo magullado y llevándolo a la enfermería
-Le tendré que dar las gracias - dijo Verónica saliendo de sus pensamientos
-Pues sí, Zulema nunca suele hacer nada para ayudar a nadie. Es más ella suele ser la que jode a los demás
-Me alegro entonces
-Ayy mi paya!Que te metes en unos fregaos de la ostia
-Mañana ya me podré levantar y podré partirle la boca a esa hija de puta
-Se me había olvidado comentarte una cosilla, en la caída, tropezaste y te has torcido un tobillo, así que no vas a poder andar en una semana
-Joder, me cago en la puta
-No te preocupes yo puedo ser tu transporte - dijo Saray bromeando
Verónica se río ante su comentario

Al día siguiente, Verónica ya volvió a su celda aunque ahora con muletas.
Estaba sentada en la cama fumandose
un cigarrillo mientras pensaba en sus cosas.
Se acordó de que no había visto a Zulema desde que ocurrió lo de la pelea así que decidió ir a su celda a hablar con ella.
Cogió las muletas y fue desplazándose por la galería poco a poco. Entró en la celda de Zulema y no pudo creer lo que estaban viendo sus ojos
Zulema estaba clavandole un pincho a Goya en el abdomen mientras la amenazaba muy duramente. Goya gritaba y soltaba lágrimas de dolor.
Las dos se dieron la vuelta y notaron la presencia de Verónica.
Goya se fue caminando muy torpemente y con mucho dolor
Verónica corrió a darle un abrazo enorme a Zulema.
-Zule, que estabas haciendo?! - preguntó Verónica saliendo de sus brazos
-Nada, que me ha tocado los cojones y le he puesto la cabeza en su sitio
-Oye, que gracias
-No me tienes nada que agradecer, tu habrías hecho lo mismo. Era cuestión de tener aunque sea un poco de humanidad y además somos amigas no??
-Joder Zulema es que cada día me sorprendes más
-Soy una caja de sorpresas
-De qué estabas hablando con Goya?!
-Me había dicho que no te dejara volverte a acercar a ella y pues la he tenido que torturar un rato

Al pasar por la galería, Verónica iba hablando con Zulema así que no se dio cuenta de quién tenía detrás.
Efectivamente Goya, le puso un pie delante de los suyos así que resbaló y soltó las muletas
Zulema se dio la vuelta y le metió tal puñetazo que se cayó hacia atrás de inmediato y no pudo levantarse. Ayudó a Veronica a levantarse y le dio las muletas.
Antes de ponerse en pie, Verónica se arrodilló al lado de Goya
-Ni se te ocurra volver a tocarnos a Zulema o a mí, y no te metas en mi camino, gorda de mierda - dijo Verónica con rabia mientras se levantaba
Justo un instante ates de seguir caminando con Zulema por la galería, le escupió en toda la cara

Mañana más capítulos. Gracias por leer 🦋💕

Atrapadas en cruz del norte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora