Aunque estés con el. (lutteo)

¿Donde estabas tu?

Matteo.

- Vas a quedarte?.- pregunte esperanzado, sus ojos conectaban con lo míos, estuvimos callados por varios segundos, algo que hacia que mi esperanza fuera disminuyendo.

- Matteo yo...

- Solo dime la verdad.- le corte.

Ella suspiro fuertemente y bajo la mirada.

- Después de todo lo que te hice pasar aún sigues insistiendo conmigo?.- pregunto.

Su pregunta me descoloco un poco, pues era mas que obvio que yo estaba dispuesto a todo por ella.

- Acaso crees que solo vine para acostarme contigo Luna?.- pregunte dolido.

Ella alzo de golpe su mirada hacia mi.

- No.- murmuro.

- Luna, yo haría todo por ti, eres dueña de mi corazón, tengo la cabeza perdida por ti, no entiendes que tu eres mi destino?.

Ella me dio una mirada llena de amor, se levanto y vino hasta mi y sin decir nada me beso, sus manos fueron a mi cuello para profundizar el beso y yo tome sus mejillas para pegarla aun mas, el beso fue largo, apasionado, una respuesta a que por fin ella se quedaría conmigo.

- No puedo verme sin ti Matteo.- susurro sobre mis labios y no pude evitar sonreír como un idiota.

- Eso es un si?.- pregunte bobamente.

- Es un definitivamente me quedare a tu lado Matt.- su sonrisa erra enorme, sus ojos brillaban  y mi corazón latía tan fuerte que sentía que se me iba a salir del pecho.

- Te amo!.- la tome en brazos y la hice girar en el aire escuchando su risa.

Ambos nos volvimos a besar felices, esto estaba empezando y yo daría todo por ella, siempre por ella.

- Bien pequeña Valente es hora de comer.- le dije separándome de ella.

- Morimos de hambre.- hablo en plural algo que me dejo algo confundido.

- Morimos?.- pregunte sin entender.

- Si... si tu y yo.- dijo nerviosa. Asentí observándola.

Comenzamos a comer en un silencio cómodo, no era necesario siempre hablar, compartíamos miradas y sonrisas cómplices.

La miraba comer feliz, sus ojos brillaban de una manera especial, la observaba todo el tiempo, no podía creer que este bello ángel estuviera a mi lado, sin embargo no podía pasar por alto que tenía algo diferente, no lograba darme cuenta de que era pero había algo diferente, algo que me hacia querer protegerla como un loco.

- Por que me miras tanto?.- pregunto sonrojada.

- Eres hermosa Luna, eres digna de admirar.- confesé, su sonrojo fue aun mas notable algo que me hizo reír un poco.

- Basta.- se quejo.

- No comprendo como sigues sonrojandote después de...